Nota del autor: He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala.
Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.
https://www.patreon.com/finlegost
Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:
https://www.instagram.com/finlergost
*******************
Mientras una joven dama llena de ilusiones sigue luchando fervientemente en un intento de lograr algo que parece casi imposible para asi por fin poder emprender un peligroso viaje hacia lo desconocido en búsqueda de un ser querido, un humano con sangre de demonio en sus venas llega a la primera señal de civilización que ve en varios días.
*******************************************************
Está atardeciendo y estoy en la entrada de un pequeño poblado que encontré al caminar en la dirección que me había dicho el anciano granjero.
Llevo varios días de viaje y el paisaje no ha cambiado mucho, aunque ahora el clima es un poco más cálido.
Además, el suelo parece ser realmente más seco esta vez, y no la sequedad engañosa que percibí en el suelo cuando desperté de mi coma mágico, que era el resultado de que la humedad de la tierra estaba semi congelada, dándole una apariencia reseca a la percepción de mi mente aturdida.
También note que cada vez hay menos fuentes de agua, pero la falta de agua no va a ser nunca un problema para mi gracias a que puedo almacenar una cantidad absurda en mi inventario, y lo mismo sucede con la comida.
El pueblo está compuesto de unas pocas docenas de casas de concreto y ladrillo, y no hay mucha gente en las calles. Sin embargo, mientras camino todos se quedan mirándome, lo que hace que el ambiente se sienta extraño y opresivo, pese a no haber mucha gente transitando. Todos las personas que veo son orcos, por supuesto.
'No debe ser muy normal el ver a alguien que no es de su raza caminando solo por las calles del pueblo'
Sin embargo, a pesar de no quitarme la mirada de encima, todos se alejan de mi a la mínima señal que doy de que me voy a acercar hacia alguno de ellos.
Por lo que veo en el interior de las casas, a través de las ventanas, a diferencia de la ciudad de Krag-an, aquí no tienen luces eléctricas, ni mucho menos artefactos encantados para iluminar como en nuestro reino. Sólo veo antorchas y velas como medio de iluminación, lo que le da un aire sombrío al pueblo en la escasa luz del atardecer.
Durante este tiempo en que he estado viajando, he estado entrenando mis hechizos Bomba de mana y Bala perforante de mana para entretenerme, con lo que logré que ambos llegaran al nivel 7. A este paso no faltara mucho para que los suba a nivel máximo, así que debería de empezar a buscar algún otro tipo de entretenimiento.
Me dirijo a la única taberna del pueblo para volver a pedir indicaciones sobre la dirección de la capital del imperio, y ver si hoy finalmente voy a poder dormir en una cama después de tanto tiempo de dormir en el descampado.
'No es que desconfíe del viejo granjero, ya que no tenía ninguna razón para mentirme, pero prefiero cerciorarme'
Al entrar, camino hacia la barra ignorando las miradas de incredulidad que me dirigen los cinco orcos que están bebiendo en la barra.
'Menos mal que todavía no hay mucha gente bebiendo. Menos probabilidades de que haya problemas'
"Estoy buscando un lugar para pasar la noche y pedir algunas indicaciones" le digo al orco de aspecto tosco que está detrás de la barra, limpiando una jarra con un trapo sucio "tambien me gustaria comprar algo de comida"
'Supongo que si le compro algo de comida será un poco más fácil el obtener la información que busco de el'
"Deberías buscar otro sitio, muchacho. Aquí no hay sitio, y tampoco tengo más comida." dice el orco con voz rasposa, y al ver que yo alzó una ceja mirando a los que están comiendo y bebiendo en la barra, se explica mejor "No quiero problemas"
"No voy a darle ningún problema, señor. Solo quiero una habitación y algo de comida." digo, intentando mantener la calma y no armar un escándalo "pero si eso no puede ser, me conformaré con la información. ¿Podría decirme donde..."
Pero el tabernero me interrumpe, mirándome con irritación "No, no se nada... la casa se reserva el derecho de admisión."
'Haa... Necesito calmarme'
"Bueno... ¿podría mostrarme al menos algún mapa? quisiera comprobar algo" pregunto, tratando con todas mis fuerzas de mantener mi tono lo más amable y cordial posible.
"¡Hey! pajarito sin alas ¿No entiendes cuando te hablan? te están diciendo que te vayas" dice un joven orco con dos espadas en su espalda. Detrás de él hay un grupo de cuatro orcos de género masculino de aspecto incluso más joven que el primero que lo miran expectantes.
'Seguramente es alguna clase de guardia o héroe del pueblo... Haa. Parece que no importa lo que haga, siempre seré el malo aquí. Pero tampoco es conveniente que los mate... Aunque perfectamente podría masacrar al pueblo entero sin muchas dificultades... Pero no, eso no serviría de nada. No es su culpa el pensar así'
"Escucha, chico. He tenido unos cuantos días bastante monótonos y mis nervios no están como para ser puestos a prueba. Creeme que de verdad no quieres hacerme enojar" digo, tensando mi voz y mi cuerpo, mientras abandono toda cordialidad de repente y saco la daga de mithril de mi inventario para clavarla en la barra con un golpe seco cuando termino de hablar.
'¡Vamos! Capta el mensaje y dejame tranquilo'
"Pues yo creo que sí, esclavo de mierda. Este es un lugar de bien y no voy a permitir que sigas molestando a mi amigo. Yo creo que necesitas que alguien te recuerde tu lugar para que vuelvas a comer afuera con los animales, donde perte...." dice, mientras comienza a desenvainar sus dos espadas, pero le interrumpo el monólogo heroico de un rápido puñetazo en la cara que lo manda a volar por lo menos 10 metros hacia atrás, donde se estampa con una pared y se queda quieto en el lugar.
'Haa... espero que no haya muerto. Prefiero no matar a nadie, ya que no es algo que me convenga si quiero llegar a la capital con cierta libertad de acciones. Cosa que sería muy difícil si mi cabeza tiene precio en el imperio. Pero me lo están poniendo realmente difícil... Aunque seguro que con esta última advertencia el resto entiende que no deben seguir buscando problemas conmigo'
Durante estos días ya se me fue el estado anormal de Debilitamiento y estoy de nuevo al 100% de mis capacidades, por lo que tengo que ser el doble de cuidadoso para no matar a nadie accidentalmente.
Mago Nv 75
Guerrero Nv 75
Aventurero Nv 75
Cazador Nv 75
Explorador Nv 62
[Espíritu]
[Fuego (menor)]
Fuerza 87 (+10)
Constitución 86 (+5)
Agilidad 86 (+10)
Inteligencia 86
Voluntad 86 (+5)
<0 puntos de estadísticas disponibles>
[Arma imbuida nv 9]
[Azur nv 9]
[Bala mágica nv 9]
[Bomba de mana nv 7]
[Bala mágica perforante nv 7]
[Fusión espiritual nv 4]
[Mapa nv 6]
[Radar nv 6]
[Inspeccionar]
[Aura de presión espiritual]
[Aura flamígera]
[Especialización en espadas nv 9]
[Especialización en dagas nv 4]
[Sentido mágico nv 7]
[Almacenamiento dimensional nv 7]
[Cazador de botines nv 7]
[Superviviente nv 6]
[Crecimiento equilibrado acelerado]
[Poseedor de la flama azul]
"¡Oid! ¿Qué le has hecho? Vas a pagar por esto, canalla." dice unos de los amigos del espadachín, y levanta una de las sillas para usarlas como arma. "Renri, ve a comprobar cómo se encuentra Oid. Nosotros detendremos a este desgraciado"
Tras las palabras del chico, los otros dos orcos también levantan sendas sillas y se ponen en guardia, mientras el orco que aparentemente se llama Renri va a comprobar el estado de su amigo caído.
'O tal vez no...'
"Lo siento, pajarito, pero será mejor que te entregues. No se quien es tu dueño ni de donde te escapaste, pero acabas de cometer un grave delito al golpear a una persona inocente" dice el tabernero con voz molesta y tensa, sacando un rifle de detrás de la barra.
'¿Inocente? pero si ese loco había desenvainado sus armas... Haa... Supongo que no voy a poder salir de aquí por las buenas'
Intentando no lastimar al tabernero, le arranco el rifle de las manos y comienzo a doblarlo y triturarlo hasta que termina siendo una pelota.
'Es una suerte que estuviera hecho de acero y madera de baja calidad, de lo contrario no podría haberme desecho de este juguete con tanta facilidad'
Ante la visión de lo que acabo de hacer, los cuatro jóvenes y el tabernero intentan escapar de mi hacia la salida. Pero eso solo me traerá más problemas, así que, sacando unas cuerdas de mi inventario, me muevo a toda velocidad para amarrarlos a todos juntos, sentandolos en el suelo y amordazandolos para que no griten. No me conviene que esto se vuelva un problema más grande de lo que ya es.
'Aunque no parece que tengan ninguna fuerza para gritar...'
Tres de los jóvenes se desmayaron tan pronto como sintieron que los había tocado. El cuarto, el llamado Renri, se orinó encima y ahora no para de llorar a lágrima viva mientras me suplica que no lo mate.
El tabernero, en cambio, me mira con odio. Pero no dice ni una palabra mientras yo me dedico a atarlos a él y el resto de los orcos.
"Bueno. Yo de verdad no quería llegar a esto" digo y el posadero escupe a mis pies, tras lo cual le doy una suave patada en el estómago que hace que el orco caiga de lado en el suelo.
"¿Serías tan amable de decirme en qué dirección se encuentra la capital del imperio? Un mapa del imperio también ayudaría" digo, agachándome para ponerme a la altura de la mirada del tabernero.
"No te dire nada, escoria." dice con asco y se queda callado.
"Tu, el que se llama Renri ¿podrías ser un poco más sensato que tus amigos y decirme lo que quiero saber?"
"No por favor, señor esclavo, no me mate. Yo no quería ofenderlo. Yo no quiero morir. Yo no quería. No..." dice por toda respuesta el orco con los pantalones orinados, y por más que intento que diga algo con sentido durante unos minutos, no logro hacer que me diga nada.
'Haa... Se me acaba el tiempo. Tengo que irme rápido si no quiero que el alboroto que armé aquí termine involucrandome en una lucha contra todo el pueblo.'
Así que, como compensación por haber sido atacado, insultado, y amenazado sin ninguna razón, meto en mi inventario todo el alcohol que había en unos estantes detrás de la barra, ya que es lo más cercano que tenía a la vista.
Y tras asegurarme de que todos estén bien amordazados, salgo de la posada dirigiéndome hacia la salida del pueblo a paso vivo, bastante irritado y mirando con mala cara a todo aquel con el que cruzo la mirada, pero tratando de no levantar sospechas sobre lo que pasó.
Sin embargo, cuando ya estaba por salir del pueblo...