"Hola, Garnuk, soy..." empieza a decir Gell, dando un paso al frente, sin prestar la más mínima atención al gran grupo de soldados que tenemos enfrente, pero es interrumpido por Garnuk.
"Ya sé quien eres. Eres una deshonra para tu raza. Y el bandido que ha estado dando problemas en esta ciudad desde hace años. ¡Quítate la máscara! Estás ante el gobernante de esta ciudad, mocoso. No voy a hablar con ningún pandillero disfrazado."
"Muy bien" dice Gell calmadamente, y se quita la máscara ante la orden de su padre.
Garnuk se queda sin palabras por un momento, y su cara pasa de la sorpresa a la ira en tan solo unos instantes "D-debería haberte matado en el momento en que naciste. Todos estos años... Cómo puedes hacerle algo así a tu padre, maldita sabandija traicionera. ¿Qué tan bajo puedes caer?"
"Nuestra opinión sobre lo que es caer bajo son muy diferentes, padre. Pero no hemos venido aquí hoy por eso. Hemos venido aquí a desafiarte, sin derramar sangre en el camino, como dicta la tradición" dice Gell, sin alterar su tono de voz, pese a las duras palabras de su padre.
Ante las palabras del joven Archimago, Garnuk se ríe a carcajadas con una risa histérica "Estás muy equivocado si crees que voy a tener un duelo por el liderazgo con una escoria que utiliza la magia. Hablas de tradiciones, muchacho, pero la tradición dicta que tiene que ser un combate de fuerza ¿o solo seguirás la tradición en las partes que te convienen? No me extrañaría, dado la clase de alimaña que resultaste ser... No puedo entender como un hijo mío terminó siendo lo que tengo frente a mis ojos ¡me das asco!"
"¿Ya terminaste de hablar?" pregunta Gell con el mismo tono calmado "Te equivocas, padre. Yo no voy a desafiarte. Se que la tradición no contempla la victoria por magia, y por eso he traído a alguien para que luche por mi"
"No estarás hablando de la persona que te acompaña ¿verdad?" dice Garnuk riendo con una expresión de incredulidad "¿De verdad crees que un simple avian al que le han cortado las alas, o cualquier otro miembro de las razas inferiores podría vencerme? Ohh, hijo, tu locura es mucho más grande de lo que creía inicialmente"
"De nuevo, padre, creo que te equivocas, y en más de una cosa además. No hay razas inferiores, y este chico no es un avian al que le han cortado las alas. Es un humano. Creo que sabes lo que eso significa" dice Gell, sin dejar de mirar a su padre directamente a los ojos en ningún momento.
Ante las palabras de Gell, el líder orco entrecierra los ojos al mirarme, y empieza a hablar con tono pensativo "ya... Ya veo. Bien jugado, mocoso. Entonces supongo que lo que está pasando a las puertas de mi ciudad no es debido a la aparición de un simple grupo de esclavos rebeldes, como me habían informado... Aunque entiendo la confusión. Eso explica el número de los enemigos... Hmm, muy bien, acepto el reto. Pero si gano tendrás que entregarte voluntariamente. Pese a esa mente retorcida tuya, eres mi hijo. Y estoy seguro que a tu madre no le habría gustado ver como mueres a mis manos"
"Esa no es la tradición" dice Gell, que parece por primera vez sorprenderse por las palabras de su padre "No tenemos por qué ofrecer nada a cambio"
"La tradición solo cuenta si es otro orco el que emite el desafío, muchacho. Te estoy haciendo un favor al aceptar el reto." dice con voz cada vez más calmada "espero que cuando masacre a tu compañero te liberes de esos delirios tuyos y aceptes que los orcos somos la raza destinada a gobernar sobre el resto... O sino, siempre queda la otra alternativa. Aunque estoy seguro que ni tú ni tu amigo serán capaces de sobrevivir a 60 balas disparadas al mismo tiempo. Y, si por algún milagro logran mantenerse con vida, todavía tendrían que enfrentar a 60 de los mejores guerrero de esta ciudad junto a su líder"
"Hmt, la tradición solo es así porque es impensable para la mayoría de los orcos el ser superado por alguien de otra raza. Pero esta bien, acepto la condición..." dice Gell, que parece por primera vez estar un poco irritado por las palabras de su padre. Y, volteando a mirarme, continúa hablando "Este es Xelean, campeón de los humanos. Siguiendo la tradición retamos al jefe de la ciudad a un combate 1 contra 1 por el liderazgo de la misma"
Cuando Gell termina de hablar, me hace señas para que avance al frente, mientras él se aleja un poco.
"Yo soy Garnuk, jefe de esta ciudad, y siguiendo la tradición ancestral de nuestra raza aceptó el reto por el liderazgo" dice, poniéndose de pie, tomando su hacha y escudo, y haciendo una seña a sus guardias para que se alejen.
Los guardias de Garnuk no parecen muy felices con lo que está sucediendo pero no emiten ni la menor queja. Supongo que respetan mucho a Garnuk.
"¿Sabes hablar, chico?" me pregunta el orco cuando estamos frente a frente.
"Si" digo a la vez que desenvaino mi espada y me pongo en guardia.
"Si tu estas aquí, y entre las personas que están asediando mi ciudad hay más humanos" dice Garnuk, mirándome fijamente "¿Es correcto pensar que los orcos que habíamos mandado a tu continente fueron derrotados?"
"Es correcto, si" digo escuetamente. Y mi respuesta levanta un murmullo de preocupación entre los guardias orcos.
"Ya veo... Es una pena, eran buenos ciudadanos del imperio" dice con una expresión ensombrecida, mientras alza su escudo para ponerse en guardia "entonces, ya no queda más que hablar. Ven a por mi, humanito, quiero ver de lo que es capaz el campeón de tu gente."
Tan pronto como él orco termina de hablar, corro hacia él y simuló un tajo desde arriba, que desvio a medio camino para cambiarlo por un ataque dirigido a su costado. Pero el jefe de la ciudad no cae en la finta y, en lugar de alzar su escudo para proteger su cabeza, lo utiliza para bloquear mi ataque. Tan pronto como mi espada golpea el escudo, este empieza a brillar tenuemente.
"Ese fue un buen golpe" dice el orco en tono burlón desde detrás de su escudo "deja que te lo devuelva"
Intento retroceder previendo alguna clase de contraataque, pero él me sigue y me empuja con su escudo, que comienza a emitir una fuerza invisible repulsora. La energía me golpea y me envía varios metros hacia atrás. Ante mis ojos, una buena porción de mi barra de salud disminuye por el golpe, a la vez que el escudo del orco deja de brillar.
"Su escudo puede almacenar la energía de los impactos que recibe para devolverla más tarde"
Escucho decir a la voz de Gell a un costado. Siento el impulso de responderle 'habría estado bien saberlo de antemano', pero me siento algo mareado por el golpe, y ante mí viene corriendo una masa inmensa de musculo color verde que salta e intenta atacarme desde arriba con su hacha.
Como todavía no sé qué tan fuerte es realmente, prefiero no bloquear el ataque y esquivar hacia atrás.
Al ver esto, Garnuk me lanza el hacha directamente hacia mi cabeza, y tengo que agacharme rápidamente para evitarla. Pero el orco aprovecha para darme otro golpe con el escudo, seguido de un puñetazo. Ambos dirigidos a mi cara.
Los impactos empeoran la sensación de mareo por momentos y me impulsan hacia un costado, cosa que aprovechó para rodar sobre mí mismo y alejarme del orco.
Garnuk aprovecha la distancia para ir a recuperar su hacha, y yo miro mi barra de salud para comprobar con una sonrisa que sus dos golpes combinados no han conseguido quitarme ni la mitad de la salud que me quito el primer golpe de su escudo.
Eso quiere decir que no es realmente tan fuerte, y que puedo intentar desviar o bloquear los ataques de su hacha... Solo tengo que tener cuidado con ese escudo. Esta vez voy a esperar a que el decida atacar.
Pero el orco no se mueve de la posición donde cogió el hacha, y me mira con el ceño fruncido "¿Qué pasa, chico, eso es todo lo que tienes? ¿O es que mis golpes te han aflojado algún tornillo y por eso tienes esa sonrisa estúpida en la cara"
"Es solo que estoy feliz de que no seas tan fuerte como la reina de mi raza. Eso de verdad habría sido un problema" digo para provocarlo, mientras quitó una poción de salud de mi inventario y comienzo a beberla.
"No seas arrogante, mocoso. Todavía no has visto nada. Ningún miembro de las razas inferiores es más fuerte que yo" dice irritado y corre hacia mi nuevamente.
Al verlo, todavía sonriendo, me preparo para desviar o bloquear lo que sea que intente hacer, y aprovechar la oportunidad para intentar contraatacar sin darle tiempo a usar su escudo.
Pero entonces siento un tremendo impacto en todo mi cuerpo, extendiéndose desde mi pecho, y caigo de rodillas a la vez que siento un terrible dolor que me oscurece la visión....