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Chapter 138 - 69.2: Estamos condenados...

Nota del autor:

He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala. Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.

https://www.patr eon.com/finlegost

Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:

https://www.insta gram.com/finlergost

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La batalla es cruenta y desesperada.

Los magos pudieron hundir a más de la mitad de la flota.

Creando grandes olas con magia de viento y agua, o simplemente disparándoles grandes masas de roca en llama con magia de fuego y tierra.

Pero, a pesar de eso, más o menos 300 embarcaciones lograron llegar a la costa. Con lo que los invasores siguen superandonos 3 a 1.

Y ahora todos los magos cayeron en coma mágico por el consumo excesivo de mana.

Encima, por si fuera poco, el que nos superen en números, los orcos tienen unos palos que generan un ruido atronador, de los que salen disparadas pequeñas bolitas de acero a gran velocidad.

Y, aunque parece que tardan en recargar los dispositivos, las bolitas hacen mucho más daño que una flecha. Casi el mismo daño que mis balas perforantes de mana.

Por lo que tenemos que aprovechar a acortar distancia y matarlos cuando están recargando.

Pero por suerte no son tantos los que usan esos extraños palos, y el resto de los invasores utilizan armas convencionales.

Otra buena noticia es que ellos tampoco tienen magos.

Sería bastante catastrófico si además tuviéramos que enfrentar ataques mágicos a gran escala.

Media hora después de que empezará la lucha, nos alejamos contra nuestra voluntad de Lilian y Sebastián.

Ella luchaba con su arco, a la vez que amplificaba sus capacidades con magia sagrada. Mientras que Azur, Sebastián, y yo la cubríamos.

La formación era muy buena...

Pero las oleadas de enemigos son tales que, aunque solo perdimos de vista a Lilian y Sebastián por unos segundos, ya no los pudimos encontrar.

Espero que estén bien...

Mientras buscaba a Lilian, vi a muchas personas distinguirse especialmente en los combates.

La reina luchando con amplios golpes de mandoble que aniquilaban a varios enemigos de un solo golpe mientras que, por alguna razón, gritaba 'espinacas' cada vez que golpeaba.

Al lado de la reina había un humano de cabello castaño. Equipado con armadura de cuero y ropas de la iglesia, que utilizaba una espada ropera y luchaba incansablemente al lado de un lobo dorado.

Y una muchacha pelirroja de baja estatura que se movía ágilmente alrededor de la reina, cubriéndole la espalda y despachando a los enemigos que se acercaran a su majestad con rápidos cortes de una siniestra daga de color oscuro.

También vi a Tomás Protego que, al lado de Octavo, luchaba torpemente con su espada con una mano, mientras que la otra mano la tenía presionando su sien. Me resultó gracioso ver su forma de luchar, hasta que vi como un grupo de 6 orcos que se les acercaban caían de rodillas y comenzaban a suicidarse. Entonces entendí que en su forma de combatir había más de lo que se percibía a simple vista.

Seguramente tiene alguna clase de singularidad o magia especial, pero no tengo tiempo de comprobarlo, ya que voy moviéndome de combate en combate y es todo muy frenético.

Y, aunque intente mantener mi posición para comprobar mi suposición, al instante en que los perdí de vista ya no los volví a ver.

¡Malditos orcos! Son demasiados...

...

Cuando ya estaba por resignarme a dejar de buscar a Lilian para enfocarme en los combates, por fin veo una cara conocida.

Ozy. El cual está luchando con su botafumeiro y su extraña mascara, que imita el pico de un pájaro, contra varios orcos. Mientras que una nube tormentosa lo sigue a corta distancia a medida que mi amigo se mueve.

De la nube caen relámpagos constantemente, que parecen dirigirse a voluntad del elfo.

Al inspeccionarlo veo que, donde antes decía alquimista en el área de su clase, ahora dice 'Clérigo de la tormenta'.

"Wow, Ozy, si eres tan fuerte" digo acercándome con Azur para luchar al lado del elfo "¿nunca has pensado en ir al laberinto? Con esta fuerza podrías hacer mucho más dinero matando cosas que con tu tienda"

"Matar a la gente es fácil, chaval, lo difícil es salvarla" dice mientras caen unos relámpagos en su incienciario, y los canaliza con el instrumento para fulminar a tres enemigos "y para eso es mejor mi tienda....además, es importante hacer lo que a uno le gusta"

Mientras hablamos, Azur para el ataque de un orco que venía a por mi espalda a la vez me envía la imagen del orco y un sentimiento de irritación a través del vínculo.

"Pero hay vidas que no merecen ser salvadas, hay veces que es mejor terminar con la vida de ciertas personas..." digo pensando en el hombre que tenía la singularidad 'Metamorfo' y en Debi, mientras le doy un tajo a un orco que corre en mi dirección con un hacha gigantesca, cortándolo limpiamente desde el hombro hasta el abdomen.

Cuando lo hago, yo también le envío la imagen a Azur a través del vínculo, para que vea que si me estoy concentrando en el combate.

Mi nueva espada es increíble.

Corta a la mayoría de mis enemigos con el mínimo esfuerzo de mi mano, y solo aquellos equipados con algo del nivel del mithril u oricalco ofrecen resistencia.

Y mi nueva armadura no se queda atrás.

Ya veo lo que quería decir Deirdre sobre que Charity es la mejor herrera de su continente.

"Un anciano dijo una vez que muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. Pero, ya que no puedes devolver la vida, es mejor que no te apresures a dispensar la muerte. Pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos." dice Ozy lanzando varios relámpagos más en sucesión desde su botafumeiro.

Mientras hablamos, un orco le hace un corte de feo aspecto a una de las zarpas de Azur.

No es la primera vez que resultamos heridos durante la batalla, pero por lo menos a el puedo repararle el cuerpo con mi mana.

Azur ha estado en forma de draco desde que comenzó el combate.

Ya que, aunque no puede usar magia de fuego en esa forma, es mucho más eficiente para luchar en tierra por su cuello más corto y grueso, y la ausencia de alas.

Sin embargo, a pesar de esta estrategia, su cuerpo va recibiendo heridas de las batallas de tanto en tanto.

"¿Y crees que era sabio ese anciano?" pregunto con una sonrisa, ignorando lo mejor que puedo el dolor que me llega a través del vínculo, mientras paro varios proyectiles con el protector de mi brazo y me acerco a curar a mi compañero.

El proceso de reparación solo dura unos segundos, ya que el daño no es tan grave, como lo seria si directamente le faltara un miembro al cuerpo del draco.

Ya casi no me queda mana... Y eso que estoy reservándola para curar a Azur.

Con ese pensamiento saco una poción de mana y tras suspirar, mientras pienso en lo mucho que me va a doler la cabeza en poco tiempo si seguimos a este ritmo, me la bebo reponiendo mis reservas.

"bueeno, sabio era en efecto, pero tenía la extraña tendencia de impedirle el paso a la gente" dice mientras vuelven a caer más relámpagos en su botafumeiro desde la nube tormentosa que parece seguirlo.

"¿que..." empiezo a preguntar, pero dejo de hablar al ver que vienen cuatro orcos corriendo hacia mi desde cuatro direcciones diferentes "creo que mejor deberíamos enfocarnos en el combate" digo cuando termino de vencer, con la ayuda de Azur, a los orcos. Ya que siento la irritación de mi compañero porque no me estoy concentrando al 100% en lo que sucede a mi alrededor.

"sip, creo que es bastante razonable. Ohh, creo que mi amigo necesita mi ayuda" dice Ozy, y lo veo salir corriendo en dirección hacia su amigo, Volgar, que está rodeado por una docena de orcos. Al llegar donde su amigo, cae un rayo en su botafumeiro que libera una onda expansiva, expulsando a los orcos a su alrededor."

Mientras lo veo alejarse, estoy combatiendo contra tres orcos en frente mio, dos con hachas y uno con una maza.

Cuando termino con mis tres oponentes, de repente, siento dos pinchazos en la parte baja de la espalda y, mirando hacia atrás, veo a un orco bajito con dos dagas.

El muy maldito está intentando clavar sus armas hasta la empuñadura, pero mi armadura se lo impide, y solo la mitad de su arma a penetrado en mi carne.

Cuando hago el amago de intentar quitármelo, escucho un gruñido y veo que Azur, furioso, salta y decapita al orco de un mordisco.

La herida me ha quitado un 20% de salud...

Suspirando nuevamente, saco una poción de salud de mi inventario y la bebo.

Todavía tengo mi habilidad Superviviente, pero prefiero guardarla para otra situación.

A fin de cuentas, no sé cuánto más queda de batalla...

***

Llevamos horas combatiendo constantemente.

Azur y yo estamos muy agotados y, aunque parece que la batalla se estaba inclinando ligeramente a nuestro favor, ahora la ventaja se está volviendo nuevamente en nuestra contra.

No sé cuánto tiempo más podremos seguir así...

La fusión espiritual, que tantas veces nos ha ayudado en momentos críticos, no nos sirve de nada esta vez. Ya que el problema no es que sean muy fuertes, sino que son muchos.

Y, si usara la habilidad, tendríamos un combatiente menos cuando terminen sus 18 minutos de duración. Ya que la habilidad utiliza el cuerpo de Azur como coste de activación. Y, como no tendría tiempo de re invocarlo, generaría una desventaja a largo plazo.

Nuestros enemigos también muestran señales de cansancio. Pero, al ser tantos, no están tan afectados como nosotros.

Además, al ver que nuestras fuerzas y energías menguan, se están envalentonado cada vez más.

Lo que los lleva a hacer ataques suicidas que tienen la intención de hacer mucho daño de golpe.

La forma de estos ataques es que se lanzan corriendo hacia nuestras tropas ignorando las heridas y, al llegar, explotan. Causando muchísimo daño a un gran número de soldados con el sacrificio de unos pocos de los suyos.

Algo que, mientras que a ellos no les afectan tanto por su gran número, a nosotros nos generan muchas dificultades. Ya que, para nosotros, cada soldado cuenta.

Necesitamos urgentemente algo que le dé un golpe devastador a la moral de nuestros enemigos, de lo contrario estamos condenados...

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