─Buenas tardes, John
─Buenas tardes, Chicos ─les digo
─Buenas tardes, Luci ─dice John él chef, un buen y gran amigo, los chicos repiten lo mismo ─¡Hey! ¿Qué tal estuvo el Risotto? ─pregunta.
─Más tarde te cuento, regreso de rato. Adiós ─le digo, y él asiente, y salgo de la cocina.
Paso por los pasillos y veo a otros compañeros meseros ir y venir, los saludo, unos me responden el saludo otros no, ya que algunas de esas son meseras y no les caigo bien, ¿por qué? Ni yo lo se. Yo no me meto con nadie, aún así las saludo, llego al mostrador donde esta la caja y agarro mis cosas, es mi block de notas, un marcador, bolígrafo, y la charola donde coloco el ticket al entregar a los clientes. Saludo a la cajera, ella no respondió mi saludo solo hace un mal gesto, ella es una de esas personas que no les caigo bien, bueno como dice Lex, "Es la líder del clan" pero yo no les hago caso.
Guardo las cosas en mis bolsillos del mandil y me dirijo a mi área, es donde me toca a mi entender, son como 10 mesas a quien nos toca en cada área. El restaurante es grandísimo y somos varios meseros, más los reemplazos que te cubren cuando vas al baño o cuando se llena el restaurante, y cuando te toca un reemplazo compartes algunas de tus propinas, normalmente los reemplazos son meseros que doblan turno, hacen horas extras, llego a mi área saludo a mi reemplazo ella ya va de salida.
Veo a Lex a lo lejos, tiene mucho trabajo. Aún no me ha visto, aprovecho para ponerme a trabajar ya que esa chica siempre me entretiene contándome chismes de los demás compañeros, ya le he dicho que no me interesan.
Atiendo mis mesas son como seis las que están ocupadas, no es mucho el trabajo hoy, estoy limpiando una mesa que acaban desocupar unos clientes, cuando llega un compañero y me dice que me manda a llamar Flor.
Florencia es la gerente del restaurante, ella es una Sra. como de unos cincuenta años más o menos, lleva casi toda su vida trabajando para los Howard en sus restaurantes, así se apellida mi jefa y dueña de este y muchos otros más restaurantes, Leticia Howard ella es la dueña, pero su hija Lindsay es la que lo administra y se encarga de la mayor parte de este y de otro restaurante pero el otro es un poco mas chico. Son muy buenas jefas, conmigo siempre se han portado bien.
Me dirijo hacia el mostrador de la cajera, ahí se encuentra Flor hablando con Daisy, la cajera. Llego y saludo con un "Buenas tardes" Flor voltea y me ve.
─Buen día, Luci ─me dice sonriendo, mientras Daisy hace un gesto de asco como siempre.
─¿Me llamaste? ─le preguntó.
─Si, ven conmigo a la oficina, Lindsay quiere hablar contigo de algo importante ─no dice nada más y yo me quedo sorprendida y alarmada, (¿me irá a correr?) me pregunto en mi mente.
Antes de darme vuelta veo a Daisy sonreír de oreja a oreja, ella ha de saber algo.
No le tomó más importancia y sigo a Flor que camina hacia la oficina de Lindsay. Cuando llegamos toca la puerta y escuchamos un " adelante" y pasamos, saludo con un " Buen día" y ella me responde igual, después me invita a sentar y comienza a hablar.
─Luci, te he mandado a llamar porque ocupo de tu ayuda, urgentemente ─me dice mientras acomoda una medio torre de documentos, después de voltear a verme.
─¿Mi... Ayuda? —le pregunto confundida ─No entiendo.
─Si, mira te explico. Lo que pasa es que últimamente las cuentas no me dan bien, por más que reviso estos documentos y las cifras no dan con lo acordado, siento que falta dinero, o yo estoy haciendo mal los cálculos, o no se. Y como mi madre me dijo que tu estás estudiando economía y empresas, me imagino que has de saber administrar y sacar cálculos altos, ya que mi madre y yo no confiamos en nadie más. Y ya que creo que nuestro contador nos está robando, pero ocupo tener pruebas, y para eso necesito que me salgan bien los cálculos, ¿estarías dispuesta ayudarme? ─me pregunta mientras me ve.
Yo me quedo sorprendida por su petición, no creí que para algo así me llamaran, ya hasta me había asustado. Entiendo su desconfianza por algunos problemitas que habido aquí mismo, y se que a mi me tienen mucha confianza ya que llevan trabajando aquí por tres años y nunca han tenido quejas mías, y la Sra. Lety sabe que estudió en una buena Universidad, sabe de mis buenas calificaciones ya que una vez nos escuchó platicando de eso a Lex y a mí, aparte de que Flor le contó otras cosas más positivas. Flor es de las pocas personas que me conoce muy bien.
─Claro que sí, yo te ayudo, solo que... —hago pausa, ¿como le digo que no puedo quedarme muy tarde? por mis hermanos. Ella me interrumpe antes de que diga otra cosa.
─ Si, no te preocupes se te pagara una parte mas, a parte de tu sueldo y claro no te esclavizare, te lo prometo —se pone la mano en el pecho en forma de promesa.
─No me refería a eso, yo lo que quería preguntar es que ¿si puedo salir a la misma hora? ya que no puedo llegar muy tarde a mi casa.
─ No te preocupes por eso, solo será un momento unas 2 o 3 horas y las usaremos en el horario de trabajo, mientras alguien te reemplaza —me dice.
─Esta bien, ¿cuando quieres que comencemos?
─Si quieres y puedes, ahorita mismo, entre más rápido lo hagamos pronto resolveremos esto, igual si no acabamos hoy, podemos seguirle mañana y pasado mañana hasta que terminemos con todo ─señala la medio torre de documentos.
Nos ponemos a trabajar y el tiempo se va volando, llega la hora de mi descanso y Lindsay me dice que vaya y lo tomé, que ahí me estará esperando ya que acabe mis 20 minutos sagrados. Voy a la cocina y me acerco a John, él chef. Es un hombre como de entre 38 o 40 años, se me ha olvidado preguntarle su edad, es alto, no mucho, ya que le llegó como a la barbilla, su cabello es castaño entre canoso y sus ojos son castaño claros, su piel es algo bronceada, es un buen tipo, un buen amigo, él y Flor son de mis amistades adultas. Han preguntado que como puedo tener amigos muy grandes si son aburridos, y yo les respondo a mis compañeros que en la amistad y en el amor no importa la edad, mientras te sientas cómodo con esas personas. Siempre he pensado de esa forma, además me gusta mas platicar y convivir con personas mas adultas que con jóvenes de mi edad, que solo hablan de fiestas, borracheras, chicos o chicas y de todas esas cosas. Con John platicó de comidas, recetas que él me comparte, de vinos, y todo lo relacionado a eso.
─¿Ahora si me vas a decir que tal estuvo el Risotto? ─me pregunta cuando me acerco a él.
─¡De maravilla!, como todo lo que haces. Eres el mejor ─le digo sonriendo.
─De tanto que me lo dices me lo voy a creer. ¿Y a tus hermanitos les gusto la tarta de chocolate que les mande?
─Estaban más que contentos. Sabes que todo lo que haces a ellos les encanta, chefcito ─le digo en burla, así le dice mi Amy, no lo conoce en persona, pero yo les platico a ellos, de él, y gracias a él mis hermanos tienen postres casi seguido y cenas deliciosas.
─Bueno, te creo, hoy te guarde spaghetti a la boloñesa, para que los lleves. Y para que comas ahorita te guarde medallones y para Lexi, ─él siempre hace eso, él es el causante de que yo ya haya probado de casi todo tipo de platillos.
─Gracias, John —me acerca el platillo, (que rico huele) y se que a de estar delicioso como siempre.
Veo a Lex, entrar y se acerca y me abraza.
─Hola, hola ─dice y se sienta a mi lado —Mmm eso tiene buena pinta, ¿y el mío? John, sé que Luci es tu mesera favorita por eso le sirves primero, pero yo también muero de hambre ─hace movimientos exagerados de drama.
─Ella llegó más primero que tu, y recuerda que solo tienen 20 minutos, no puede estar esperando ─dice John.
─¡Ni me lo digas! el tiempo se va volando mientras descanso, y mientras trabajo se va lento como tortuga ─contesta Lex mientras come de su plato que John le entregó ─¡Hey! ¿Porque hasta ahorita te voy viendo, donde te habías metido? —me pregunta.
─Yo... Estaba ocupada, trabajando con Lindsay ─le respondo mientras sigo comiendo.
─¿Qué, en serio? ¿con Lindsay?, ¿que hacías con ella? ─comienza con su interrogatorio casi atragantándose con su comida, John se voltea y me ve.
─Sí, me pidió un favor y la estoy ayudando ─contestó.
─Con razón, cuando fui a caja, Daisy estaba hablando con algunas de las otras de su nido de víboras, sobre que te había llamado hablar Lindsay para despedirte, decían mientras se reían, ¡yo no le tome importancia ya que son solo chismes que hacen ellas ─frunce el ceño ─¡Pero me van a oír esas víboras!
─Déjalo, no te metas en problemas, por favor. Déjalas que hablen todo lo que quieran, como quiera no se desharán muy fácil de mi, como ellas pensaban.
─Si cierto, tienes razón. Eso les dará más coraje y yo me reiré en sus caras ─dice Lex contenta.
Seguimos platicando mientras comíamos, termine mi comida fui a lavar el plato y los cubiertos que utilice, le agradecí la comida y felicite a John por excelente platillo, después me despedí de él. Antes de que me fuera me dijo que regresara a la hora de salida, para entregarme la cena que les envía a mis hermanos.
Regreso a la oficina de Lindsay y seguimos con lo que estábamos antes, pasa las horas y terminamos, aún me quedan un par de horas y le digo que regresare a mi trabajo, y ella me detiene al preguntarme algo.
─Luci, ¿crees que puedas venir el sábado también?, sería solo trabajar en esto, ya que nos va a llevar varios días en resolver todo ─señala los documentos.
─Lo siento, no puedo, este sábado es mi último día de mi otro trabajo, solo puedo después de las seis y a esa hora ya no estas aquí ─respondo.
─No sabía que tenías otro trabajo, que trabajadora eres Luci, ─me dice ─Te puedo esperar y irme mas tarde, pero no te quiero presionar, quizás tengas más cosas que hacer después de salir de tu otro trabajo.
─No, no hay problema, en cuanto termine mi trabajo con los Cooks me echó a correr rumbo acá.
─¿Los Cooks? —me pregunta ─¿De qué trabajas con ellos?.
─Si los Cooks, cuido de su abuela, soy su enfermera, bueno dejaré de serlo después del sábado ─le digo.
─Que bien, no me refiero a que te quedes sin tu otro trabajo, sino porque me vengo enterando que eres enfermera, no lo sabía, ─esta sorprendida ─¿No te gustaría seguir trabajando de eso?, pero cuidando a otra persona ─me pregunta.
─¿Cómo dices? ─yo también me sorprendí, ¿me está ofreciendo otro trabajo?
─Si, mira conozco a alguien que anda buscando alguien de confianza y con experiencia para que cuiden de su hijo, ¿no te gustaría? ─suena bien, y aunque quería descansar por un tiempo, se que no debo, necesito mas el dinero que el descanso. ─Mira aun no me respondas, deja le comento esto a mi primo, es él que anda buscando, y cuando me tenga alguna respuesta te lo hago saber. ─asiento con la cabeza.
Nos ponemos de acuerdo para que yo venga el sábado a seguir ayudándole, y después regreso a mi trabajo.
Llega la noche y checo mi salida, antes de irme me dirijo con John y me entrega la comida en un recipiente, Lex, está esperando en la salida. Llegó hacia ella y nos encaminamos hacia su auto, así me lleva todas las noches de regreso a mi casa.
Llegamos y me despido de ella con un beso en la mejilla. Entro a casa y me dirijo a la habitación de Ray, veo a Mateo acostado hacia los pies de, Amy está acostada abrazando a mi angelito, por un lado. Mis niños siempre que llego me los encuentro así, siempre unidos, cuidándose entre ellos, los acomodo en la cama siguiente. Les gusta dormir en la misma habitación.
Me voy a mi habitación y me doy un baño rápido ya que tengo que estudiar un poco, porque aún seguirán los exámenes toda esta semana que viene. Salgo de bañarme, claro lo principal le pongo seguro a mi puerta como a la de mis hermanos al salir. Traigo llaves de todo.
Saco mis libros de mi vieja mochila y cae una hoja doblada, la abro y veo que es el formulario para la inscripción de la beca que me comentó Jennifer. ¿Qué hago?, ¿la lleno o no?, ¿tomó esa beca?
No se que hacer, no me gusta abusar, aunque se que necesito el dinero.
Bueno la llenare. Ya mañana decido si se la llevó a Jennifer o no.
La lleno y la guardó de nuevo en mi mochila, después me pongo a estudiar hasta donde mis ojos aguanten.