Chereads / De la mafia, al sexo opuesto. / Chapter 10 - Capítulo 9: Enferma.

Chapter 10 - Capítulo 9: Enferma.

2 semanas después...

Febrero se acerca, han pasado dos semanas y Johanna siente sensaciones extrañas, la escuela y su vida han transcurrido, se ha intentado adaptar aunque todo se esté moviendo rápido.

—¿No me digas que otra ves te sientes mal?—pregunta Nataly, algo molesta.

—Perdón... no puedo evitarlo—se sienta en una banca que está cerca.

—Le diré a nuestra madre, te llevará al doctor y te dirá que tienes... llevas dos semanas con mareos y dolores de cabeza, no quiero que te desmayes aquí... necesito ver que ropa compraré y contigo no puedo, te dije que te quedarás en casa—se sienta a lado de ella y deja una bolsa con ropa a lado.

—¿Qué tienes?—se acerca Damián y toca su frente. —Tienes un poco de temperatura, será mejor que vayamos a casa—voltea a ver a Nataly.

—Está bien, vámonos...—Nataly asiente.

—No, no... yo me iré con tu hermana, tú puedes quedarte si quieres, se que vas a comprar más y se que durarás muchas horas...—agrega riendo.

Johanna suspira y asiente. —Las chicas siempre solemos tardar mucho en las compras—voltea a ver a Nataly con una sonrisa burlesca.

—Creo que sí, debes llevarla ya a casa—Nataly le da unas palmadas en la espalda de Johanna mientras mira a Damián.

Damián sonríe y Johanna se levanta. —No te vayas a meter en problemas...—dice ella antes de irse.

Nataly ríe y toma sus bolsas y entra a una tienda de nuevo.

Ring ring...(llamada entrante)

Nataly: Hola, amor...

Nicky: Hola bebé...

Nicky: ¿Dónde estas? Se escucha mucho ruido... parece una fiesta por la música que escucho jaja...

Nataly: Jaja, estoy en una tienda de ropa, vine a probar unas cosas y ver qué compro, ¿y tú dónde estás?

Nicky: Me hubieras dicho... te acompañaba. Yo estoy en casa sin hacer nada, atendiendo negocios... pero nada importante

Nataly: Es que venía con Johanna y Damián, pero se fueron ya que ella se sintió mal, de nuevo.

Nicky: ¿En que plaza estás? ¿Plaza bonita?

Nataly: Si, aquí estoy... aunque tardaré un rato aquí... para que si vienes sepas a lo que te atienes...

Nicky: Sabes que... tengo algo que hacer ahorita y es ver un partido de fútbol jaja, sabes que las compras y eso me aburre, ¿quieres que pase por ti más tarde?

Nataly: Jajaja me lo imaginaba, pero sí, te llamo cuando salga de aquí.

Cuelga la llamada y continúa mirando algunas blusas y jeans, el chico de la tienda se acerca para ver si ocupa algo más.

—Tenemos mas tallas en bodega, cualquier duda, aquí estaré—se acerca con una sonrisa.

—Muchas gracias, muchacho. Estoy mirando pero creo que me probaré unos jeans...—toma unos jeans y se dirige al probador.

Nadie más está en la tienda, algo extraño. Nataly se dirige a los probadores y cierra la puerta, los jeans le quedan pequeños así que se prepara para salir cuando el chico desde fuera del probador pregunta si todo está bien.

Después de meditarlo por unos segundos, Nataly accede y le pide que le pase unos jeans de una talla diferente. En seguida el chico los trae y por debajo de la puerta los desliza.

—Gracias...—dice Nataly. —Creo que esto no fue una buena idea después de todo, es raro pedirle al chico que me pase los jeans—dice en voz baja mientras escucha como el chico se retira de nuevo a la salida de los probadores.

Después de unos minutos sale y se encuentra al chico acomodando unas prendas.

—¿Usted no suele usar mucho ese tipo de suéteres? O ropa femenina, ya que noté que tenía algunos problemas para probarse algunas prendas o blusas—dice mientras se dirige a la caja.

~¿A ti que carajos te importa?~

—Es que ando algo distraída... y pues no me fijo bien en lo que hago, me llevaré estas blusas y estos dos jeans—responde mientras coloca la ropa en la caja para que el chico cobre.

—Se le verá bien, no siempre vienen chicas hermosas aquí, por un momento sentí que la tienda era una pasarela con una modelo en ella—sonríe y comienza a cobrar.

Nataly se sonroja.

~No me jodas, me está ligando... no niego que está guapo, pero es muy atrevido de su parte...~

—Gracias...—se sonroja. —Eres muy atrevido y seguro, o será porque nada más somos dos personas en la tienda...—lanza una mirada coqueta.

—Tengo un don... son $102 dólares... más la propina, $130—sonríe.

Nataly ríe. —¿Lo dices por haberme ayudado con la ropa? Tienes razón, mereces propina por ello—le paga la cantidad solicitada y a él le entrega 20 dólares.

—Solo bromeaba, no tengo permitido aceptar dinero así—ríe. —Además, fue un favor, no hay problema—cobra y después le entrega el cambio.

—¿Puedo saber tu nombre?—recibe el cambio y se prepara para tomas las bolsas con ropa.

—Me llamo Kevin... pero me dicen Kev, algunos son tan flojos que no quieren pronunciar dos letras más...—baila los ojos.

—Mucho gusto, Kevin. Soy Nataly, nos vemos luego...—sonríe. —Ash...—antes de retirarse se le cae una bolsa.

Kevin sale de la caja y levanta la bolsa, lentamente se la entrega con una sonrisa.

—Eres una chica extraña y muy linda... ¡te puedo dar mi Instagram!—le dice antes que ella se retire del lugar.

Voltea a verlo—Créeme, no soy una chica común que encontrarías en cualquier lugar—sonríe.

Kevin corre hacia la puerta para abrirla.

—Mejor te paso el mío, es NatalyPich01—sonríe y se prepara para salir.

El chico rápidamente saca su teléfono y la sigue de inmediato, antes que ella se retire la detiene y le roba un beso.

—Oye—toma aire. —Tengo novio, espérate un poco, si puedes seguirme en Instagram, y me caíste bien, pero no confundas las cosas, chico—lo empuja un poco.

—Creí haber entendido la señal... lo siento, Nataly...—el chico hace una mueca de tristeza y regresa a la tienda lentamente.

—Ay no...—se acerca caminando con todas las bolsas. —Oye...—le susurra. El voltea y ella le da un beso en la mejilla. —Eres buen chico, pero tengo novio—sonríe y se despide.

Kevin sonríe y solo la ve como se retira con bolsas en ambas manos.

~Que bueno que Johanna no esta aquí... de lo contrario ya me estaría jodiendo~

50 minutos después...

Camina y sale de la plaza, se sienta en una banca su toma su teléfono para llamar a su novio. Le llama y le dice que estará ahí en 15 minutos. Cuelga y ve que un chico viene hacia ella, se nota decidido y la mira fijamente.

~¿Otro?~

El chico se acerca a la banca.

—Buenas tardes, chica. Dejé mi comida aquí, y la aplastaste con tus bolsas—dice mientras levanta una de las bolsas y saca su comida, estaba en caja de plástico pero quedó un poco aplastada.

—Ay no... de verdad lo siento... no me fije, soy muy despistada...—ve el rostro del chico al abrir la pequeña caja y ver su comida aplastada.

—Toma...—le entrega 20 dólares. —Es que llevo prisa y no lo mire... en serio que pena...—dice mientras ve al chico que no media ninguna expresión.

—Está bien.. no te preocupes. Y sobre el dinero, no lo aceptaré, esta bien así...—se retira.

—Tómalo, por favor... por las molestias, es que de verdad no mire nada—ríe.

El chico toma el dinero después de la insistencia, agradece y se retira. Minutos después de las vergüenzas que sucedieron, llega Nicky y se estaciona cerca de la banca, ayuda a subir las bolsas y de inmediato se retiran de la plaza. Le pide a Nicky que pasen por unas nieves y el acepta.

—Veo que compraste mucha ropa... demasiada, como siempre... aunque creo que antes tardaba mucho más en las compras, hoy fue algo más rápido y ligero...—ríe.

Nataly ríe. —Am sí... no siempre tardo mucho eligiendo, pero en fin...

—Y cambiando de tema, ¿qué es lo que le ocurre a tu hermana? Desde la vez que fui estuvo rara, de repente. ¿Esta enferma o algo?—manifiesta duda.

—No lo sé... lleva ya dos semanas así. Pero irá al doctor y veremos qué le ocurre—sonríe y después mira a través de la ventana del auto.

40 minutos después...

—¡Nos vemos, luego!—abre la puerta de la casa mientras con su mano hace un gesto de despedida.

—Bye, espero que tu hermana esté mejor—responde Nicky antes de subir a su auto e irse.

—¡Hola! Ya llegué...—deja las bolsas en la sala y se dirige a la cocina por algo de beber.

—¿Hasta ahorita llegas? Tu hermana muriendo y tú andas modelándole a media plaza... ¿que le pasó?—dice su madre mientras se sienta en la silla que está situada en la barra.

—Ya sabes cómo es ella, además, Damián la acompaño hasta aquí, deberías llevarla al doctor, y que te digan específicamente que tiene...—coloca el vaso en el fregadero y se sienta frente a su madre.

—No es la regla, ya duro mucho... es algo más...—dice su madre, pensando en la situación y anomalías de Johanna.

Nataly suspira y se retira a ver a su hermana.

Sube las escaleras, pensando en posibles respuestas a lo que sucede, lentamente abre la puerta y ve que todo el cuarto está en total oscuridad, se sienta a lado de ella, tiene un paño mojado en la frente.

—Creí que no te sentías tan mal—coloca su mano en la frente de ella.

—Parece que estoy muriendo, y lo sabes. Pero no se porque...—dice en voz baja.

—Sabes algo, esto tiene que ver con nuestra transición, lo sé y puedo sentirlo. Algo me dice que jamás podremos volver...—dice mientras entrelaza su mano con Nataly.

—Vamos Johanna... ambas sabemos que no volveremos. No porque no podamos, en el fondo estamos mejor aquí, lo sabes, si volvemos no sabemos que nos depare aquella realidad... somos felices aquí, hay que aceptarlo y hacer nuestras vidas aquí, jamás nadie lo sabrá...—responde Nataly.

Johanna se inclina un poco y se intenta sentar en la cabecera.

Ríe. —Que curioso que no querías estar aquí... y ahora no te quieres ir...—suspira.

—Me acostumbre a estar aquí...

—Lo se, yo también. Una parte de mi me dice que nos quedemos aquí y olvidemos todo... pero no lo sé. Aunque si volvemos, tal vez estaremos muertos a los ojos de todos—responde Johanna.

—Puede ser, pero mi pregunta más grande es: ¿Dónde están las verdaderas Johanna y Nataly?—inquiere Johanna.

—No lo sé, aunque tengo una teoría loca, ¿tal vez ellas se fusionaron con las chicas de nuestra realidad?—dice Nataly.

—Siempre dices tontadas, pero esta vez si te excediste...

Nataly se levantan, enciende un poco la luz haciendo que Johanna se tape un poco los ojos. Nataly se coloca frente a ella.

—Mírame, y mírate a ti... nada es imposible—con sus manos señal su cuerpo.

—Tienes razón, la tienes. Ahora apaga la luz que me lastima...—se voltea al otro lado de la cama, en un intento por evitar la luz.

Nataly apaga la luz y se vuelve a sentar con Johanna.

—Espero que tu teoría sea cierta, y esta bien, de todos modos no tengo opción... viviremos nuestra vida aquí, pero cuando llegue el día en que el portal se abra quiero estar allí. Solo quiero ver que pasará... y en dado caso que algo fracase aquí, cruzaremos...—dice mientras toma el paño húmedo.

Nataly la toma de la mano. —Lo haremos juntas, viviremos nuestra vida aquí, esto fue una oportunidad, Johanna. Hay que aprovecharla y quedarnos aquí, si algo no sale bien, nos iremos...—agrega en uno entusiasmada.

Johanna la ve por unos segundos, escucha sus palabras y ve sus facciones, notando lo mucho que ha cambiado. —Está bien, Nataly. Juntas...

¡Gracias por leer!

Próximo capítulo: Capítulo 10: Primo insoportable.

¡Hasta luego!