La cita con el doctor mostró respuestas sobre lo ocurrido con Johanna. Estrés y ansiedad.
—No creo que nuestro cambio de cuerpos tenga algo que ver... dudo mucho eso, de igual forma saldremos a caminar por las tardes, eso te ayudará—dice Nataly después de apagar su teléfono y preparar para dormir.
—Dudo que sea eso, pero llevaré una dieta más saludable, aunque no se cual era mi dieta antes de yo estuviera en este cuerpo—se acomoda para dormir.
—Está bien, hay que dormir, mañana debemos ir a la escuela. Buenas noches, descansa—entra a la cama y se cubre con la sábana.
—Buenas noches, Nataly...
Al día siguiente...
—Apúrate, se nos hará tarde...—dice Nataly.
—Lo se, voy a tomar mi ropa—Johanna y entra a vestirse.
Johanna después de cambiarse baja a la sala y prepara un sándwich.
Nataly comienza a cambiarse y después de unos minutos baja:
Ambas toman sus mochilas y salen de la casa, rumbo a la escuela.
Media hora más tarde...
Damián está en la entrada esperando la llegada de sus amigas—Que bueno que viniste—corre hacia ella. —Me alegro que estes mejor, creí que otra vez no vendrías—la abraza.
—Estoy mejor, creo que después de todo este tiempo debía ir al doctor, me dijo que tengo Ansiedad y Estrés, algo que no yo sabía, pero bueno...—le dice al oído mientras ambos están abrazados.
—Entonces, será mejor que estes tranquila—responde él.
—Tranquilo, tranquilo, no va poder respirar si sigues abrazándola así—ríe Nataly.
Mientras camina hacia los salones se encuentran con Karen que está con sus amigas, después de unos minutos los alcanza.
—¡Hola!—se anuncia. —Ayer me dijo Damián que te acompaño a casa porque te sentías mal... ¿como te sientes?—mira a Johanna.
—Veo que los chismes aquí se esparcen rápido—ríe al escuchar que Damián fue quien contó.
—¿No te mordiste la lengua? Si tú eres experta en ello, siempre nos enteramos de muchos chismes por ti...—Karen le da un leve empujón en su pecho.
Ríe. —Ya estoy mejor, ansiedad y estrés, aunque en sí es más que nada Ansiedad, según el doctor, debido a mis síntomas—agrega.
—¿Ansiedad?¿Tú? Es difícil de creer—se sorprende.
—Lo se, solo son leves síntomas, no creo que sea ansiedad, llevo pocas semanas aquí y no se sí había sentido algo así...—Johanna se calla luego de escuchar lo que dijo.
—No entendí...—inquiere Karen, pensativa.
—Ni yo...—agrega Damián, frunciendo el ceño.
Nataly y Johanna intercalan miradas. —Olvídenlo, me equivoqué—responde Johanna.
Karen y Damián se quedan estáticos, analizando lo que dijo Johanna.
—Vamos, entremos al salón...—hace una señal con la mano para que las sigan.
Nataly suspira y Johanna cambia el tema de plática.
Horas más tarde...
—Chicas, habíamos quedado que nos reuniríamos en casa, para ver Riverdale... vamos, se que quieren...—Damián le da un codazo a Nataly.
—Auch... te regresaré un golpe para que llores—ríe mientras se soba un poco su brazo.
—Lo siento, a veces no mido mi fuerza, Nataly, quizás siete hubiera golpeado más fuerte hubieras terminado en los arbustos—dice sarcásticamente y después la abraza.
—Entonces, ¿veremos Riverdale en su casa o que?—se mete en medio de Nataly y Johanna y extiende sus brazos para abrazarlas.
—No lo sé, hoy no, quiero descansar, tal vez mañana o el miércoles, si no, puede ser el viernes...—responde Johanna.
—Alguien dijo Riverdale... bueno, se que lo dijeron, ahí estaré—agrega Karen con una sonrisa.
—Claro, te íbamos a invitar...—dice Damián con una sonrisa.
—Si claro, en el grupo de Messenger donde estamos no avisan nada, en fin. Será mejor el viernes... en casa de ustedes, Pichardo...—guiña el ojo y aprieta un poco la mejilla de Johanna.
—¡Genial! Así lo hemos hecho desde el año pasado, reunirnos para ver alguna película o serie que se vaya a estrenar—dice Damián mientras aparta y se dirige al auto donde lo espera su padre. Se despide y se retira.
—Ustedes nada más digan y nosotras obedecemos—grita Nataly antes que Damián suba al auto.
Se despiden de Karen y ellas piden el Uber para ir a casa. Después de unos minutos el uber llega y ellas abordan.
—Hacer comentarios así no es bueno, en la mañana ellos se quedaron pensando en lo que dijiste, jamás sospecharían algo así, pero no hay que olvidar y hablar como si nada del tema...—sugiere Nataly mientras acomoda su mochila.
—Lo sé, lo sé. Tratare que no vuelva a pasar... me quede pensando en algo, y es que Jacob hará su fiesta este viernes, creo, o no recuerdo si era en sábado...—toma su teléfono y comienza a revisar.
—Ya quedaste con los chicos para el viernes, en caso de que sea el sábado en la noche, yo también quiero ir...—agrega Nataly.
—¿Qué? Irás a cuidarme que no me ligue a Jacob o que no me de un ataque de ansiedad, no tengo ansiedad, es más que nada estrés provocado por lo vivido recientemente, yo lo sé...—dice segura de sí misma.
—No sabía que estabas graduada en medicina...—sonríe. —Tal vez el doctor se equivocó, da igual. Sigue la dieta saludable y hay que hacer ejercicio, métete al gym si quieres, o las caminatas que haremos, eso ayudará...
—Espera, tendré una llamada con mi amorsh—ríe mientras saca su teléfono y ve mensajes de Nicky.
Johanna gira los ojos y confirma que la fiesta será el sábado.
Después de unos minutos llegan a casa. Bajan del auto y caminan hacia su casa, Nataly cuelga la llamada y le pide a su novio que le llame más tarde.
—La fiesta será el sábado, si quieres ir y llevar a tu mafioso—ríe.
—Cállate, Johanna...—le lanza una mirada fulminante.
—Tranquila, no está mamá ni papa—gira la manija y abre la puerta.
Nataly se dirige a la cocina y Johanna sube a su habitación.
—Mamá dejó un recado...—dice mientras se acerca al refrigerador.
—Léelo, yo subiré a cambiarme, me acostaré, estoy cansada—grita desde las escaleras.
Recado:
Niñas, llegaremos a las 8 a casa, su tía me aviso que pasaría a dejar a Cristhian en la tarde, antes que ustedes llegaran. No se porten de mala manera con el. Encarguen algo de comer y nos vemos después.
—Genial... ¡Johanna!—grita antes de escuchar a Johanna lanzar algo.
—Creo que no hará falta decir nada—deja la hoja en la mesa y sube rápidamente.
—¿Y este que?—pregunta Johanna.
—¿Hola? ¿No me recuerdas? Soy Cristhian—ríe. —Su primo favorito, se que me extrañaron...—sonríe.
—Este es Christian... ¿nuestro primo?—mira a Johanna.
—No me importa, que se mueva. Me voy a cambiar y me acostaré...—responde Johanna.
—¿Por qué actúan como si no me conocieran? Siempre nos hemos llevado mal, pero ahora actúan extraño...—dice el mientras baja de la cama y las ve a ambas de pies a cabeza.
—No esperábamos que vinieras tan pronto, por eso. ¿Por qué estabas en nuestro cuarto?—inquiere Nataly.
—Me gusta mucho esta habitación, además que la TV que tienen aquí es muy alta definición... por eso, ah y porque utilice el cargador de su teléfono, específicamente el tuyo, Johanna... gracias—desconecta su teléfono y lo lanza sobre la cama.
—Ay no... creo que ahí se va mi paz mental...—se deja caer sobre su cama.
—Tenemos que ir a caminar, levántate Johanna—la comienza a mover.
—¿Y con El Niño aquí? Dudo que el nos quiera acompañar, y además, no quiero llevarlo. Mejor encarga comida, estoy pensando en meterme al gym que está cerca de aquí, es la mejor opción...—dice mientras vuelve a levantar y baja.
—Ash... encargare pizza. Mientras ve a "conocer" a nuestro primo—saca su teléfono mientras ve que Johanna baja las escaleras.
—Encargaremos pizza, así que eso comeremos eso—se sienta a lado de Christian.
—Bien, espero que el viaje de mi madre no me demore mucho, no quiero quedarme mucho tiempo con ustedes, todas las veces que he estado aquí siempre me tratan mal...—dice el mientras enciende la TV.
—Tal vez por tu actitud, nosotras no somos madres de nadie, te cuidaremos nada más. Y otra cosa, antes de entrar a nuestro cuarto, toca la puerta. No avientes nuestras cosas, eso molesta, y haznos caso, ya que nosotras seremos quienes más tiempo estemos aquí... sigue eso y nos llevaremos bien—le sacude un poco el cabello.
—Está bien, lo haré...—sonríe. —Mi tía no me dijo nada sobre si ustedes me llevaran a la escuela—pregunta.
—Ni nosotras sabemos, pero si es necesario té llevaremos...—se levanta y se dirige a la cocina.
Sale de la cocina. —Por cierto, ¿en que año estás?—inquiere.
—¿Ya lo olvidaste? Tengo 11 años y estoy en 5to grado...—la mira extrañado.
—Que bien que ya seamos una familia normal... Cristhian, en 20 minutos traerán pizza—Nataly baja las escaleras y se sienta en la sala.
—Por cierto, no eres tan castroso como el año pasado... hiciste bien en cambiar—agrega Johanna.
Johanna se sienta y revisa las notificaciones de su teléfono. Encuentra un mensaje de un desconocido en la bandeja, está a punto de abrirlo cuando alguien toca el tiemble de la casa.
—Es muy rápido para la pizza haya llegado...—Nataly guarda su teléfono y se levanta a ver quien es.
—Ah, es tu novio...—gira sobre sus talones y ve a Johanna.
—¿Su novio? —Christian ríe.
—¡Cállate! ¿Qué fue lo que te dije hace rato?—se levanta del sofá y lanza el cojín sobre Christian.
Nataly ríe, se aparta de la puerta y Johanna saluda a Jacob.
—No puedo pasarte a casa, Jacob. Mis padres me tienen prohibido eso, así que...
—No te preocupes, solo venía a decirte que la fiesta será el sábado, espero puedas ir, al igual que tu hermana. Serán bienvenidas...—dice con una sonrisa. —Pasaba por aquí y quería decirte en persona, una prima vive cerca de aquí así que tu casa me queda a unos minutos de la suya—agrega.
—Perfecto, en la semana te confirmaré... muchas gracias por tomarnos en cuenta, Jacob. Muy lind... lindo de tu parte—sonríe y el se retira.
Johanna cierra la puerta. —Le iba decir que podíamos charla afuera, pero no me dio ni tiempo de terminar de hablar, el punto es que estamos invitadas a su fiesta...—le dice a Nataly.
—Pero... no sabemos si mamá estará en casa el sábado...—responde Nataly.
—¿Eso que tiene que ver?
—No podemos dejar a Christian solo... y llevarlo, no creo—voltea a ver a su primo.
—Lo llevamos y sirve que conoce alguna que otra chica mayor a él, tal vez le conseguimos una sugar mommy...—responde sarcásticamente. —No había pensando en eso, pero esperemos que mamá esté aquí el sábado, así podremos ir—agrega mientras va a la cocina a preparar platos para cuando llegue la pizza.
Después de unos minutos llegan las pizzas, cada uno toma una rebanada y reproducen una película en Netflix. Johanna siente su teléfono vibrar demasiado, como si se muchos mensajes se tratasen. Toma su teléfono y ve los mensajes. Es Ángel.
Ángel
[El remitente no está en tu lista de contactos]
Ángel: Hola, Johanna.
Estoy afuera de tu casa, te traje una sorpresa...
¿Puedes salir?
...
Rápidamente salta del sofá y abre un poco la cortina. En efecto, está afuera—No, puede ser...
...
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