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Chapter 32 - CAPÍTULO 31- La héroe Meimik.

CAPÍTULO 31- La héroe Meimik.

Estoy rodeado por legendarios guerreros sombra. Monstruos hechos de un material negro y viscoso, difícil de eliminar. Legendarios monstruos de clase SSS. Monstruos que solo un Dios podría matar. Solo se necesita uno de ellos para provocar el fin del mundo. Ellos están encerrados en una Mazmorra de clase S, en el último piso. Ya me enfrenté a ellos junto con mis compañeros héroes en el pasado. Era nuestra prueba final para saber si estábamos listos para enfrentar al Rey Demonio. Apenas logramos derrotarlos, pero no los eliminamos, aunque eso no importa.

—Es imposible para mí derrotarlos... O eso se supone. Por favor, ataquen con todo.

Puedo morir, lo sé, pero debo confirmar mis malditas sospechas.

—Ahora.

Los 20 guerreros sombra intentaron atacarme. Sus ataques físicos son increíblemente poderosos. Un solo golpe mataría a un dragón de clase S.

Cerré los ojos y sentí la presencia de los guerreros por sus movimientos.

Comencé a esquivar sus ataques con demasiada facilidad.

Mis puños fueron rodeados por fuego y comencé a golpearlos cada vez que esquivaba los ataques.

Puedo sentir que los estoy destruyendo uno por uno... Esto.. esto es...

—Por favor...

Abrí los ojos y vi el material negro derretido en el suelo.

—Esto no tiene ningún sentido.

Sí, soy fuerte, pero esto... Esto no es normal.

—¿Quién absorbió el poder de los guerreros sombra?

Eran mucho más débiles y lentos comparados a sus versiones del pasado... ¿O yo me volví mucho más fuerte?

No... Eso es imposible.

—Definitivamente se volvieron más débiles... ¿Por qué?

Ya lo dije antes, pero lo diré otra vez. Esto no tiene ningún sentido. ¿Por qué perdieron tanto poder?

—Ah... Como sea, mejor regreso a casa.

No siento nada raro en la Mazmorra, aquí no encontraré las respuestas a mis preguntas.

Regresé a casa e hice el desayuno. Anoche, después de cenar, hice mis ejercicios nocturnos y entrenamiento. Mientras entrenaba, descubrí que los monstruos de la Mazmorra se habían vuelto más débiles. ¿Por qué? ¿Qué está pasando?

Sinceramente, me da igual. Mientras no me afecte, no haré nada. Tengo la teoría de que simplemente la Mazmorra está muriendo.

Hice un desayuno fabuloso. Una comida elegante. ¡Una comida increíble!

—Cereal con leche... Ah, necesito aprender a cocinar.

Yuik entró al comedor y se acercó a mí. Oh, qué linda se ve despeinada... Creo que pienso eso cada vez que la veo en la mañana.

—Lo siento, Yuik, el gran cocinero Dreimo no tuvo inspiración, así que hice la vieja receta familiar que pasó de generación en generación. Cereal con leche... Aunque solo le puse la leche al cereal... ¡Pero lo hice con elegancia!

Yuik asintió y se sentó... Al lado de mí. Wow, esto es nuevo. Supongo que ya nos convertimos en mejores amigos y me tiene más confianza.

—¿Te duele la cabeza?

—N-no.

—Me alegro. Los adolescentes realmente saben divertirse. Yo pasé mi adolescencia entrenando y matando nobles presumidos. Y las únicas fiestas que asistía, eran aburridas y todos me querían lamer los zapatos. Dejé de ir a esas fiestas por lo aburridas que eran y solo asistía algunas veces para golpear al Rey cuando me enteraba que quería obligar a casarse a sus hijos con alguna princesa de otro país. Ah, tuve que prohibir los matrimonios arreglados y políticos. ¡Eso es una gran falta de respeto a mi ma...! Ma... Lo siento, olvida eso último.

Maldita sea.

Creo que perdí el control por unos segundos, debo cambiar de tema.

—Por cierto, Yuik, ¿sabes cuándo es tu cumpleaños? Me gustaría celebrarlo. El mío es el 10 de enero.

—F-febrero... 14.

—Wow... Es un lindo día para nacer. La Diosa del amor te... No, lo siento, a veces digo tonterías. ¡Vamos a celebrarlo a lo grande! Aunque todavía falta mucho.

Mi madre me enseñó demasiado acerca del amor. Cuando se trata de ese tema, no puedo evitar sentirme triste o nervioso... Y a veces furioso. Los matrimonios arreglados no tienen amor. Odio eso. Una relación romántica sin amor no tiene sentido.

Respeto mucho las ideologías de mi madre. Una pareja es de dos personas, no tres, no cuatro, mucho menos cinco, solo dos. Y esa pareja debe amarse y ser fiel. Por eso odio el harem, por no respetar la ideología de la antigua Diosa del amor... Me dieron ganas de vomitar.

—Debo lavarme la cara.

Entré al baño y comencé a vomitar.

Maldita sea... Debo dejar de recordar a mi madre. Lo que le hice no tiene nombre ni perdón. Me prometí dejar atrás el pasado, y eso haré.

Me lavé la boca y la cara. Bien... Me siento bien.

Regresé con Yuik y me senté al lado de ella.

—Vamos a comer, debemos ir al trabajo.

Yuik asintió y comenzamos a comer.

(Pov- Meimik.)

Con un largo suspiro, me di cuenta de que mi vida se fue a la mierda por completo. Perdí a mi mejor amigo y mi primer amor, y ahora mis propias amigas me abandonaron.

Ya... Ya no sé qué hacer.

Por ahora, intentaré seguir adelante, pero mi búsqueda no termina. No me rendiré hasta encontrarlo. ¡Encontraré a Dreimo aunque me cueste la vida!

Él me salvó más de una vez y me ayudó a seguir adelante, no puedo abandonarlo. Él me dio su confianza y yo le fallé. Cometí un gran error, pero quiero arreglarlo... Quiero que me deje arreglarlo... Quiero volver a verlo.

—¡¡Kya!! ¡¡Jefa, no quiero ir!!

—¡Dreimo, no te estoy preguntando, es una orden!

¿Eh? ¿D-Dreimo?

No... Es solo... un bibliotecario.

—¡No me meta ese tentáculo a la boca...! ¡Hmmmh!

Un hombre está siendo sometido por una mujer. ¡D-debo ayudarlo!

—¡Oye, ¿por qué haces eso?! ¡¿Estás intentando secuestrarlo?!

—No es tu asunto, mocosa.

No puedo permitir eso. ¡Dreimo estaría decepcionado de mí si lo permito!

—¡No lo permi...!

—Está bien, chica. Esto pasa siempre. Jefa, acepto. Ah, esto será un dolor de cabeza.

Esa mujer lo soltó y sonrió.

—Gracias por aceptar amablemente, Dreimo.

—Sí, claro. ¡Qué flojera! Pero me llevaré a Yuik conmigo.

—No, necesito su ayuda aquí. Yo la cuidaré como tú la cuidas, no te preocupes.

—Ah, está bien. Yuik, me iré por una semana, pero mi jefa te cuidará. No te preocupes, todo estará bien, hermana.

La chica a su lado asintió... No... Algo raro está pasando.

—Me iré inmediatamente. ¡Espero que me dé unas vacaciones pagadas después de esto!

Ese hombre se alejó caminando... Ese chico... Este sentimiento... Me recuerda tanto... al verdadero Dreimo.

Tal vez...

Comencé a correr y lo alcancé.

—O-oye.

Ese hombre volteó a verme.

—Ah, hola, señorita. Muchas gracias por intentar ayudarme. Estoy bien, eso pasa siempre. ¡Siempre me profana mi sagrado cuerpo con sus tentáculos!

—Tú te llamas Dreimo, ¿no?

—Sí. Tuve la suerte de nacer con el mismo nombre que el héroe Dreimo. Es todo un honor.

—... ¿A dónde vas?

—Debo ir a la ciudad Bluk a recoger unos libros muy importantes. ¡Pero me da flojera! Esa ciudad está muy lejos. Ah... Bueno, si quiero mantener mi trabajo, debo ir.

—¿Y no vas a solicitar la protección de algunos aventureros?

—Es un desperdicio de dinero, siempre viajo sin protección y me las arreglo para sobrevivir.

—... Iré contigo.

—¿Eh?

—Yo me dirijo a esa ciudad también. Iré contigo.

—C-claro... S-será agradable tener compañía.

Este chico me recuerda demasiado... Demasiado al héroe Dreimo. Incluso su olor corporal es el mismo. ¡Él es Dreimo, lo sé! Pero primero debo confirmar mis sospechas.

(Pov- Dreimo.)

¡Ahhhhhhh! ¡Jefa, la odio! ¡Justo hoy, el día que planeaba visitar México para celebrar el día de muertos, una celebración famosa en ese país, usted me envía a recoger un libro hasta la frontera del país!

Y para aumentar mis problemas, ¡Meimik está a mi lado! Ella está usando magia de transformación para parecer una chica común y corriente de cabello negro, ¡pero es Meimik, una de las héroes!

Seguramente sospecha de mí. ¡Debo estar preparado para lo que sea!

—Listo. Vamos.

Meimik subió al carruaje y yo me subí para manejar al caballo... Ah, no acostumbro a hacer esto.

El caballo empezó a caminar.

—¿Y cuál es su nombre, señorita?

—Me llamo Meik.

... ¡¿No puedes ser un poco más obvia?! Como sea.

—Llegaremos en una semana. Espero que se sienta cómoda.

Tsk. Este sería un viaje de un día, ¡pero se volvió un viaje de 7 días! Extrañaré a Yuik.

(Pov- Meimik.)

—¡Y después de evitar que mi hermana cayera del caballo, tropecé y caí sobre excremento de caballo! Fue uno de los momentos más humillantes de mi vida.

No pude evitar reír. Su manera de contar historias es más divertida que como lo hacía el héroe Dreimo, pero eso solo lo vuelve más sospechoso. Está actuando muy diferente al héroe Dreimo. Sé que lo hace a propósito.

Era de noche e hicimos una fogata para cocinar y calentar nuestros cuerpos. No me sorprendió, pero fingí sorpresa cuando me di cuenta de que este Dreimo es muy fuerte, a diferencia de su apariencia de bibliotecario. Un grupo de bandidos intentó atacarnos, pero Dreimo los derrotó sin mi ayuda. Yo fingí que era una mujer indefensa y miedosa, y cuando uno de esos bandidos intentó tocarme los pechos, Dreimo lo golpeó en la cara y derrotó a los bandidos. El héroe Dreimo odia a los bandidos y siempre los mata cuando los ve. Este Dreimo no los mató, pero sentí su sed de sangre cuando comenzó a pelear. Él quería matarlos, pero no lo hizo para no parecer más sospechoso. Entregamos a los bandidos en un pequeño pueblo para que ellos los entreguen a las autoridades.

Dreimo quería fingir ser débil, pero no pudo seguir fingiendo porque, después de todo, él odia a los pervertidos y violadores. Él es el héroe Dreimo, pero le seguiré la corriente por un tiempo. Él tendrá sus motivos para seguir fingiendo.

—Entonces, Dreimo, ¿cómo te volviste tan fuerte? ¿Qué tipo de entrenamiento tuviste?

—... Mis abuelos... Yo fui entrenado por mis abuelos para ser un asesino... Mi familia pertenecía a una organización de asesinos. Fui entrenado para ser un asesino, pero yo no quería serlo... Me da asco la idea de matar, pero fui entrenado para eso. Cuando peleo, mi instinto asesino se activa y mi mente se desconecta de la realidad... Yo no quería ser un asesino... No quería quitarle la vida a alguien... Por eso renuncié a esa vida y me convertí en un bibliotecario. Yo nunca le he quitado la vida a una persona, y no quiero hacerlo... Por favor, no le cuentes a nadie sobre mi pasado. No quiero perder mi trabajo.

—No te preocupes, ¡y no eres un asesino, eres un héroe! M-me salvaste, te debo la vida.

—Muchas gracias.

Esa historia tiene sentido, pero ya no tiene caso que intente ocultar su identidad. Tú eres el héroe Dreimo, Dreimo. Al final de nuestro viaje no tendrás otra opción que confirmar lo obvio.