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Chapter 99 - 99: 10, 20 o 300.

Mis ojos cerrados al inicio se abrieron un poco después de lanzarme. Siempre le tuve miedo a las alturas, y justamente ahora es que estaba teniendo aquella sensación, decidí abrir mis ojos y estirar mis extremidades.

Tomé aire y suspiré para retirar las nubes del cielo mostrando así la luna que tanto calor me dió y después me fijé en la gran estructura voladora que estaba encima mía. Todo ésto sucedía en mucho menos que un segundo, hasta me sorprendió a mi mismo cuan fácil se me hizo separar las nubes. Casi por instinto miré mi brazo izquierdo, toqué suavemente mi labio y... Nada. Qué podía llegar a sucederme.

Escuché por instantes la voz del vacío en mi interior, casi que llamándome a no morir. Pero todavía necesitaba ver qué era lo que estaba sucediendo con el resto de campeones. No iba a morir tan fácil. Aunque viendo hacia abajo podía ver... Bueno, la tierra.

Apunté hacia el suelo con mi palma. Un viento que haría envidiar a un vendaval salió para empujarme hacia arriba y cancelar un poco mi caída. Claro que fue un poco, todavía sentí aquel dolor del impacto y todos mis huesos crujir.

El dolor se hizo más y más leve mientras que me levantaba para así mirar a mis alrededores. Caí en un cerro algo bajo, habían árboles a mis lados y mi caminata empezó cuando me aseguré de que mis armas estaban como debían... No en mi posesión. Lo único que mantuve fueron mis lentes y mi collar. Un paso tras otro y tras otro. La vida se sentía más lenta y el hambre empezaba a acechar, aunque ninguna bestia o humanoide parecía que iba a venir contra mi en la penumbra. Mi respiración empezó a hacerse más pesada. Mis extremidades se inmovilizaron y cerré mis ojos.

Hice mi cabeza hacia atrás mientras que una lanza pasaba enfrente mío. Un paso a mi izquierda y un trueno llegaba a ese lado.

Empezó un baile dónde cada uno de los pasos, momentos de quietud e incluso mis respiraciones se volvían perfectas cómo en una secuencia de una película. Un rugido fuerte vino desde mi izquierda y mientras que tomaba la hoja de una espada con mis dedos movía mi torso hacia la izquierda y agarraba la mano de una serpiente.

Aproveché el movimiento de la última para así lanzarla hacia la portadora de la espada, pero ellas también habían mejorado, el arma más grande empezó a hacer más presión, y flechas disparadas casi como balas de un arma automática venían en mi dirección, intenté levantar tierra para defenderme, pero su velocidad fue la suficiente como para encajar un par en mis piernas y espalda.

Sentí magia en mi espalda, un círculo mágico usando mi defensa y empezando a formar púas de tierra. Era momento de ponerme un poco serio.

Con mi brazo derecho logré golpear a la Leona, con un par de palabras e incluso sin ver logré desactivar la magia que venía para apuñalarme por la espalda y al abrir mis ojos pude ver cómo llevaba un emblema similar al de una nube morada, sus ojos se veían perdidos pero estaba tan concentrada como podía estarlo. Era obvio que estaba siendo controlada, pero incluso la maga de las cuatro. Eso era más preocupante.

Hasta el hecho de que me hubieran encontrado aquí me preocupaba menos.

Siguiendo con el combate, usaba mis movimientos rápidos para hacer pequeñas partes de símbolos, mientras que buscaba hacer hechizos que no fuesen tan notorios. Principalmente nada de magia de fuego o lo que hiciera sonido. Por ello mismo pensé y pensé. Entre agacharme, esquivar, moverme entre golpes y devolverlos a base de puño limpio. Mis nudillos dolían.

No quería matarlas, por lo que cuando me acerqué a un árbol usé magia de vida para hacerlo crecer exponencialmente, también magia de muerte para evitar su crecimiento hacia mí. Funcionó tanto con la asesina como con la guerrera. fue como dejar un objeto encadenado a un árbol y que este crezca envolviendolo. Salí lo más rápido que pude del hueco que se formó alrededor mío y una vez fuera usé una ráfaga de viento en todas direcciones que al instante que golpeó algo volvió a mí. Había un bulto extraño bastante lejos. Unas pequeñas agujas de tierra compacta se formaron en mis manos y fueron lanzadas.

"Intercambio de lugar"

Aparecí enfrente de la arquera, mis ojos se encontraron con los suyos, y un golpe digno de una ejecución mayor le fue dado para noquearla.

Mi mirada se hizo hacia arriba. Un fénix de fuego empezó a quemar el árbol con las otras. Una pelea así iba a ser mucho más molesta de lo que tenía pensado.