Caminata lenta, usar un bastón y estar bien arreglado son cosas que únicamente dos tipos de personas harían. Un anciano y una persona molida a golpes, mi caso era el segundo.
Las miradas, temor, admiración, orgullo y encanto. Miradas que recibía mi compañera Alexandra mientras que íbamos ambos a clases, ya que ella se había ofrecido a ayudarme nos habíamos vuelto un poco más cercanos y amigables entre nosotros. Aunque mi poco autoestima y experiencia me indicaban que esto era únicamente una forma cordial de ayudarme como un amigo, de todos modos hacia lo posible porque esa sonrisa de unos labios verdes que estaban un poco pintados no me derrita el corazón.
"¿Tienes un nuevo corte de pelo?"
Digamos que las distintas razas tienen cortes algo 'estandar', las elfos usan cabelleras lacias, las enanos usan trenzas y las orcos por su gran tendencia a ser de clases cuerpo a cuerpo usan cabello corto. En el caso de mi verde amiga ella se había rapado uno de los costados y parecía que nadie se lo hizo notar hasta el momento.
A: "Sí! es más fresco y quiero empezar algo así como una moda."
"¿Moda?"
A: "C-cierto, eres de aquí... Es... Difícil explicar qué es una moda, pero es algo popular entre las personas."
"Usar... ¿Ropa es una moda?"
A: "No! Eso... Ah~ muchas veces odio que seas un chico salvaje."
Sonreí mostrando mis colmillos que se notaba bastante afilados por cierta magia de alteración corporal. Una rama de la magia de vida y la razón de por qué los elfos son tan bien parecidos. La caminata era algo rápida porque mis piernas eran más cortas que las suyas y ella marcaba el ritmo. De todos modos al llegar pude ver a mis compañeros verme un poco molestos.
La tensión aumentó en el ambiente cuando empezaron a levantarse y yo me encontraba listo para sacar mi arma. Pero los aplausos detuvieron el ambiente. Hasta Charles aplaudió un poco, pero de mala manera, y yo iba tranquilamente hacia mi asiento para poder por fin descansar. Cerrar mis ojos y escuchar que había que presentar unos 100 ejercicios de cálculo mágico...
"¿¡100 ejercicios de cálculo mágico!?"
Cálculo mágico, era algo similar a física para el entendimiento de los mortales, aunque incluso así, podía tratarse de una mezcla que a cualquier alumno podría molestarlo. Matemáticas, física y química, todo en uno utilizando unidades que eran extrañas y algo toscas junto a fórmulas que se hacían levemente eternas. Tenía que construir los círculos, poner las fórmulas, cantidades de maná, dirección, fuerza, resistencias. Era muy complejo para una persona que se tomó un descanso de una semana y que estaba en una clase que avanza a paso rápido. Hubiera deseado mucho que exista algún creador de libros algo carismático que enseñe en unos 5 minutos a resolver todo esto... Extrañé a todos esos tipos con acento marcado que ayudaban a la resolución de problemas y una lágrima salió de mi mejilla.
Lo imposible de hacer todo eso en tan poco tiempo y el dolor de mis manos hizo que antes del primer ejercicio ya me hubiera rendido, solo haciendo que mi cabeza caiga en el banco. Aunque había algo notable... Los ejercicios de mis compañeros eran más fáciles, MUCHO más fáciles. Cómo pasar de aritmética a operaciones básicas. Y la sonrisa de la profesora lo decía todo.
P: "Ah? perdón, suelo poner los ejercicios dependiendo de la clase de mis alumnos... Hace tanto que no veo un mago, pero técnicamente tú inteligencia es lo que mejora tus estadísticas."
Y teóricamente... Así lo era. Aun así era una persona demasiado vaga para querer que eso fuese de tal manera.
Estar haciendo ejercicios de cálculo mágico toda la hora, con un libro el cual usaba como profesor porque la profesora tenía que avanzar más lentamente para mis compañeros. la mayoría parecía estar disfrutando esto. Eso mismo me molestaba, pero intentaba no prestarle atención, lo único bueno y malo es que a diferencia de la matemática, podía hacer los ejemplos. Un hechizo de fuego con un círculo menos del necesario? claro, genera una falta de poder y evita que se genere. Usar dos elementos opuestos con fuerzas distintas? Uno iba a arrastrar al otro.
El tiempo pasaba, iba por el ejercicio veinte y sentí una presión en mí. Levantando la mirada hacia el pizarrón me encontré con un birote de fuego siendo lanzado hacia mí. Normalmente haría algo con agua para detenerlo, pero mi boca se abrió, atrapando la magia en estado de plasma y consumiendo la misma... Algo en mí tuvo un escalofrío porque el sabor de la magia fue... Agradable.