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Chapter 67 - 67: El ansia de un devorador.

Comer puede considerarse una actividad extraña. En general alimentarse puede serlo. Una maravilla química y orgánica con el objetivo de obtener nutrientes que posteriormente serán energía, partes de nuevas células o servirán para otros propósitos como el potasio y el sodio en nuestros cuerpos. Pero por unos instantes mi cabeza pensó. Cómo es que aquella representación de una gula tan grande capaz de devorar un universo hecho para ello se alimenta. ¿Transforma todo en nutrientes? ¿La magia puede ser tomada por el cuerpo al comer? La magia se transformará en su unidad más simple que es el maná o va a continuar como algo inseparable.

El sabor de las llamas en mi garganta, bajando poco a poco y lentamente en lo que no era ni fracciones de un segundo. Terminando con su existencia en un proceso bastante rápido me hacía ver hacia mis compañeros. Rostros confundidos, algo asustados y una profesora totalmente sorprendida era lo poco que llegué a distinguir en esos instantes que la adrenalina me hacía sentir como un boxeador el cual todo un segundo se hacía unos minutos. Y después silencio.

P: "Gabriel, tenía que... Hacer un contra hechizo... ¿Se encuentra bien? Un birote de fuego aunque de primer nivel es bastante... ¿Qué le sucede?"

La profesora estaba confundida. Tenía un alumno totalmente paralizado y que además había consumido un hechizo con su boca.

Mi rostro pálido fue hacia aquello que nadie más parecía poder ver. Rem. Presentado en una forma que me causó nuevamente asco por mis recuerdos de ese tiempo dónde el vacío era lo único que existía para mí. ¿Acaso todavía estaba allí? ¿Salir fue únicamente una alucinación por parte de mi subconsciente que no quería aceptar mi destino?

Cuando algo pequeño habla suele sonar chillón, cuando algo grande habla suena más torpe y lento. Pero mis oídos no estaban preparados para que eso hable. Miles de sonidos, millones, como si cada asquerosa parte de una mente colmena quisiera hablar por primera vez, el simple hecho de que eso fuese consciente ya me generaba rechazo.

R: "Se siente bien."

Y esas fueron sus únicas palabras, tuve que ser contenido. Si bien no era más fuerte que los campeones, si podía presentar un problema importante cuando todo mi cuerpo estaba en un estado de supervivencia absoluto. Un aura invasiva, de una presa defendiendo se de un depredador atacaba como un conejo acorralado. Viola y Charles por mostrar su superioridad intentaron hacerse cargo solos. Les costaba un poco, un aura agresiva es difícil de contener, y aunque Charles intentó sacar su arma para desmayarme fue detenido por las gemelas.

El instante de mi vuelta a la realidad vino con una punzada en mi pecho tal que Alexandra vino para sostenerme. Mi ojo temblaba, mi banco, tarea, carpeta, mochila y libros eran historia antigua. La profesora iba a decir algo. Cuando suaves golpes se una mano tranquila llamaron.

P: "S-sí, pase."

La directora entró con un paso calmado, buscando a su mejor y preferido alumno con la mirada. Pero terminó encontrándose a un chico asustado, temblando y que parecía que estaba a punto de vomitar. Me señaló, y en verdad me sentí débil y hambriento... Por suerte tenía algo de mi desayuno preparado para comer mientras iba hacia la directora. Aunque en la puerta habían dos personas. No solo la directora, si no alguien encapuchado estaba allí, y con cierta curiosidad pregunté con la boca llena.

"¿Quién es?"

Modales aparte, la persona se inclinó enfrente mío, casi poniéndose de rodillas y mostrando bien sus manos, su rostro era cubierto por un velo negro. Mi confusión era muy grande, pero antes de poder expresar mis dudas con palabras llegué a escuchar.

J: "Le debemos demasiado, campeón. Lamento recién ahora poder acercarme a usted pero... Las noticias sobre las nuevas tierras llegaron hace poco. Tierras fértiles de elfos, podremos tener buenas cosechas. Le agradecemos mucho en el nombre de su hogar."

Mi confusión era enorme, aunque la directora soltó una suave risa por como reaccionaba esa chica. un poco burlona pero era necesario.

D: "Ella es la reina de los desastres. Quienes actualmente hospedan a su madre y bueno... Me pidió presentarse frente a frente."

No lo dije en primeras, pero la reina no era alguien común, su contextura era considerablemente grande, no solo yo me veía pequeño, si no la directora. Utilizando telas para cubrir todo su cuerpo me sentía extraño, nunca pensé que iba a conocerlos.

"No hay nada que... Sabes, de nada. Le pido que se quede unos días. Quiero hablar con usted. Muy seriamente."

J: "Muy bien, que su hambre pueda ser saciada, y que Rem os de descanso."

La sensación de un escalofrío no es algo olvidable, no es poca. Todo mi cuerpo electrizado y tenso, la directora me miró extrañada, y antes de dejarme volver a clases pedí permiso para comprar comida... Mi hambre parecía no tener saciedad.