Oscuro. Miraba mí vida sucediendo nuevamente. Despertar, clases, volver, jugar, dormir y repetir. Nunca te destacas, nunca eres el primero ni el último. Despertar, clases, volver, jugar, repetir. Es triste tener insomnio. La soledad se siente mucho más cuando estás atrapado en una rutina imposible de cambiar. Porque siempre es lo mismo. Despertar, clases, volver, jugar y por fin dormir. Aunque algunas veces existen errores que cambian aquel ciclo que es la rutina.
Despertar, clases... 'ella'... volver, jugar, dormir y repetir. En los sueños se refleja todo. La vida que uno quisiera tener, sus aspiraciones, lo bueno o lo extraño de vivir. Y algunas veces esos sueños son tan tan fuertes que logran entrar en la realidad. Y ahora la rutina tuvo un pequeño cambio. Muchos dicen que los cambios son buenos, no lo creo. Esos cambios hacen que todo se desvanezca. Aunque cuando algo se añade sí hay un cambio bueno. Porque con el tiempo eso se pierde.
Y nuevamente se vuelve a repetir el ciclo. 'Ella' se aleja, consigue a alguien más y esos momentos de insomnio que atormentan se vuelven una pesadilla. Y de pesadillas es de dónde uno se alimenta. Especialmente cuando te debes volver una.
PUNTO DE VISTA DE GABRIEL:
Y creí que el final sería oscuridad, total penumbra, aún más que al cerrar los ojos. Cómo esas noches de insomnio. Pero todo lo contrario, estaba acompañado, figuras, muchas. Sentía sus habilidades y poderes que me hacían temblar. Mí corazón únicamente latía con velocidad y me apresuré a tomar mí espada. No era blanca ni negra. Era gris, como el de ceniza mezclado con nieve.
Sentí miles de sombras y luces pasar por mí, hablando en distintos idiomas y pude entender solamente dos palabras.
"Valor"
"Muerte"
Todo mí cuerpo temblaba, no era un temblar normal o natural, era por como me atravesaban. Y por esa razón estaba en ese lugar. Ahora era como una galería de arte, cabezas, armas y nombres. Todos nombres de caídos y avanzar solo cambiaba estos. Aunque también tenían varios títulos. 'Sociopata', 'Narcicista', 'Cobarde'. Mayormente eran adjetivos, y aunque nunca parecía avanzar llegué a un final. '---' Era yo. No tenía un título como tal, no porque no estuviera escrito. Si no porque estaba manchado con sangre. Llegué a escuchar una risa tras de mí
Y volví a la arena. Charles y yo frente a frente, él tomándome de la ropa y dando golpes uno tras otro, Golpes parecidos a los que daría un boxeador de primera, también codazos y con un agarre que me mantenía como un saco de boxeo inamovible.
Mis ojos estaban cubiertos por algo de mí sangre, y cuando llegué a hacer un pequeño círculo mágico en mí mano salió despedido una lanza de piedra que nos separó.
Mis brazos se sentían rotos. Y por el aspecto de mí contrincante él no tenía ni un golpe, solo había perdido su despertar divino. Me quitaba poco a poco con mis manos temblorosas la sangre de mis ojos, mis pulmones se sentían con líquido pero no necesitaba respirar. La consciencia era un estado que tenía a medias. Y cuando él volvió a acercarse para darme el golpe de gracia...
Cayó. Del cansancio, de la fatiga muscular y mágica. Y en ese instante yo estaba vivo, con mis piernas temblando por mantenerse y con una sonrisa.
Después todo fue oscuridad, y sentí unas manos sosteniendo mí cuerpo que se desmoronó. Y con esa tontería. Había ganado a la mayoría de los campeones. Y slayer no se encontraba en ningún lado.
Lo siguiente que sucedió fue que me llevaron a la enfermería. Daños múltiples y ser curado por la campeona de la vida. Además de ciertas personas que nadie reconocía.
'Campeon abandonado' Un título que me pusieron y que mí madre empezó a usar para disfrutar de su vida. Cuando mis ojos se abrieron era un espectáculo para todos. Alexandra estaba allí. Haciendo de enfermera y limpiando mí cuerpo con un paño, nuestras miradas se cruzaron y volví a cerrar mis ojos.
A: "T-te ví! hey! no te hagas el dormido maldito loco salvaje!"
Escuchar insultar a alguien en ruso es algo increíble. Especialmente cuando mezcla dos idiomas. Me había cachado, y por eso me levanté un poco, mis brazos estaban inservibles pero mí sonrisa por estar vivo era tal como la de la orco. Amigos era una linda palabra... Nunca pensé ser amigo de ella.