Abrí mi boca para decir algo pero de pronto 2 manos pasaron por mis hombros y me dejé caer bruscamente en la cama.
Grité llena de pánico y traté de empujarlo, pero tenía mis muñecas y en un segundo mis manos estaban arriba de mi cabeza, sostenidas por las suyas.
"¿Qué vas a hacer?" susurré con el alma rota.
"Te llevaré a casa y de nuevo en tú cama."contestó
"¿Qué, en verdad?"
"Si, tendré que cortejarte Amelia Hayden y hacer que te enamores de mi." Reí un poco
"Jaja, claro. Buena suerte con eso."
" Estamos destinados a estar juntos, Mía" dijo bajando un poco la cabeza y rosando sus labios en mi cuello.
Hice un sonido involuntario mientras rosaba sus colmillos en mi piel.
'Sabes muy bien, Mía' 'Vete al infierno' grite mentalmente.
Él sentía mi pulso en su boca y yo estaba debajo de él. Mi cuerpo no se sentía mío, en cambio, se movía incómodamente bajo él, queriendo más contacto físico.
"...este parece ser el método más efectivo para calmarte al parecer." dijo contra mi cuello.
Mi mente se llenó con su tacto. "Desearía que durara más, pero tengo que llevarte a casa." dijo.
Y con eso el dolor volvió a explotar en mí mientras me mordía.
El sueño llegó a mi otra vez. Soltó mis muñecas y me llevó sus brazos.
Estampada contra su pecho, notando lo cálida que se sentía mi piel contra la suya.
"Te amo, Mía Hayden" susurró antes de finalmente caer en el sueño total.