Me encuentro parado frente a lo que queda del cuerpo. Las barreras de luz desaparecen y una silueta desciende desde el edificio más cercano.
[Fue una buena pelea, realmente sabes hacerlo chico] dijo el hombre que se acercó hasta mi.
El fue quien usó sus técnicas para detener a la criatura y me dejó toda la pelea a mi. Ahora podía observarlo con claridad. Tenía unos pantalones café con unas botas de cuero y una chaqueta roja sin mangas con un gorro que le hacía juego. Definitivamente es mayor que yo, tendría unos 30 años probablemente. Tal vez me equivoque, no suelo tener buen juicio a la hora de calcular la edad de otra persona.
En todo caso, este señor no parece ser alguien que le dejaría el trabajo difícil a alguien más joven... bueno, las apariencias engañan.
[Gracias a usted por la ayuda] le respondí de la manera más cordial posible e intentando no sonar tan sarcástico.
[No hay de que chico. Pero mira que sorpresa, no pensé encontrar a otro usuario de luz como yo]
[¿Usuario de luz?]
¿Se referirá a nuestros poderes? Ahora que lo pienso no había considerado eso, es como decía en el mensaje de radio. El también puede usar algo especial, aunque es distinto a mis habilidades. El se acercó a mi y me mostró lo que tenía en su mano. Un pequeño cuchillo con una forma particular, tal como lo pensé me recuerda a un kunai, solo que es de un color celeste o cian, al igual que mi guante.
[Esto es lo que puedo materializar. Tu sin duda eres especial, ¡tienes dos armas para invocar!] me dijo con mucho entusiasmo mirando de cerca mi mano izquierda y mi espada en la derecha.
¿En serio es tan increíble que pueda tener 2? La espada es como la obvia opción, pero mi guante es... otra cosa.
Todavía no puedo comprenderlo en su totalidad. Es como ese poder del otro día que apareció repentinamente tras obtener esa piedrita.
Cierto, ese ataque. Ese donde concentré la luz en mi dedo índice y disparé una especie de haz de plasma. Intentaré hacerlo nuevamente. Me concentro en acumular la energía en mi palma. Rápidamente esta se reune y empieza a cubrir todo mi dedo. Levanto mi mano y apunto.
[¿Qué haces? ¿Qué es ese extraño resplandor?] se pregunta con sorpresa el sujeto.
[No parpadees o te lo perderás] respondo con una sonrisa.
Una vez se terminó de cargar completamente se disparó automáticamente el haz de plasma. Este pasó al lado de la cabeza del señor y atravesó la de la criatura que se acercaba disimuladamente para atacarnos. Por lo visto él no se percató de que estaba a punto de morir y no por mis manos necesariamente. Mi ataque atravesó justo la frente de la casi cercenada cabeza del dinosaurio y esta cayó rendida al piso. Me sorprende la buena puntería que tuve.
A los pocos segundos todo el cadáver de esta bestia empezó a desintegrarse. Carne, huesos, sangre, toda la posible evidencia de que ambos habíamos colaborado para derrotarlo desapareció. Solo los escombros, las grietas en los edificios y nuestros propios recuerdos son lo que quedan de este instante.
[... vaya susto que me diste. Pensé que ibas a matarme] dijo asustado.
[Creo que no sabías que cuando uno de estos muere se desintegra, ¿no? Estaba esperando el momento para terminar con él, lamento usarte de carnada. Ahora estamos a mano]
[No vuelvas a asustarme así por favor]
[Ok, lo siento. Bueno, regresando al tema anterior] dije para luego guardar mi espada y desfragmentar mi guante. Terminando retomé la conversación [¿Tú también obtuviste tus poderes en aquel momento? ¿En el día del Apocalipsis?]
El tomó su kunai y lo apuntó al cielo. Parecía contemplar su forma, su color, su existencia en general. Una leve sonrisa apareció en su rostro, mas sólo duró un mero instante.