De alguna forma logré llegar sano y salvo de regreso a mi ciudad. A pocos metros de la entrada habían patrullas que registraban a cualquier persona que ingresara o saliera, por lo que dudé si sería una buena idea que me vieran manejando solo e intentar explicar la situación de los demás que murieron a manos de esa extraña criatura. Decidí estacionarme por ahí en las afueras y continuar a pie buscando entre los árboles una manera de entrar sin ser visto. Por suerte no me descubrieron y logré regresar eventualmente a mi casa.
Me desplomé en la cama y cerré los ojos. Sólo un par de segundos bastaron para quedarme dormido, estaba tan exhausto y adolorido por esa pelea que era inevitable. Dormí y dormí olvidándome de la realidad y sumergiéndome en mis sueños.
Desperté repentinamente sintiendo un alivio de todos los males que me llevaron a perder la conciencia. Extrañamente ya no sentía más dolor ni cansancio, como si todo se hubiera desvanecido durante mi sueño. Viendo la hora calculo que aproximadamente ha pasado medio día desde que llegué.
Bueno, ahora con calma creo que hay algo que debo revisar. Me siento sobre la cama para observar mi mano izquierda. Claro, tengo que confirmar si lo de ayer fue real o no, intentaré materializar ese guante otra vez.
Pero, ¿cómo lo hago? Me cuestiono mientras observo mi palma e intento recrear lo que hice ayer sin conseguir nada. Quizás si recuerdo mi estado emocional o mis sentimientos de desesperación y pánico. Comencé a pasearme por mi casa impaciente, aun sin ningún progreso. Me detuve sin querer frente a mi espejo y le quedé mirando.
Mi ropa sigue siendo la misma de siempre, apropiada para un hombre de 24 años... ¿no? Mi negro cabello a crecido al punto de que comienza a llegar hasta mis ojos. Mi mirada... hay algo que me hace perderme dentro de mi mente.
¿Qué son estos pensamientos que me agobian? ¿Este sentimiento que me aprieta el pecho?
[Yo...]
Siento que he olvidado algo importante. ¿Cómo es que he llegado hasta...?
[¡Ahhhh! ¡Corran por sus vidas!]
[¡Nooo! ¡Aléjate, mantente atrás!]
[Por favor, ¡no por favor!]
Escucho una gran cantidad de gritos provenientes desde la calle que me regresan a la realidad. Me asomo por la ventana y veo a la gente corriendo despavoridas. Salgo de mi casa a revisar la situación.