Se veía a la distancia, de paredes amarillas con tejados rojos, una iglesia con campanario y varias personas yendo de un lado a otro preocupándose por sus propios problemas. Scortux, desde la distancia, veía como aquellos seres orgánicos inferiores serian una buena práctica de puntería para cuando tuviesen que enfrentar a Zyorg junto a sus Guardianes Del Metal. Con una sonrisa en su boca, mostrando sus colmillos de metal, Scortux dijo
- Ataquen la aldea, no dejen nada en pie
- Si señor- le respondieron sus Acerums a la vez que, con sus propulsores, se dirigían a dicho lugar
Cerca de Scortux estaban Tantalox queen junto a su esposo Xenón.
- Scortux, querido, no deberías desgastar tus municiones en una raza tan primitiva- le habló Tantalox Queen con un tono casi sensual- los demás han decidido dar caza a los demás Guardianes ¿Por qué no hacemos lo mismo?
- ¿Viste lo ocurrido con Cuga?- le contestó Scortux- personalmente, deseo estar preparado en caso de tener que enfrentar a esos desgraciados, además, algo me dice que ellos aparecerán si atacamos esta mísera aldea
- ¡Maravilloso!- exclamó Tantalox Queen con un gemido de placer- ¡tu si tienes una gran programación de batalla amigo Scortux! algo que desgraciadamente mi esposo no tiene, ¡míralo!, ¡está preocupado por esos primates!, que patético
Los pobladores, al oír las turbinas de los propulsores que tenían las tropas de Scortux, miraron hacia arriba para ver como unos robots de acero de unos tres metros les apuntaban con una especie de arma, al poco tiempo, el muro de una casa estallo en pedazos. Varios escombros cayeron al suelo y golpearon a una pareja quienes cayeron inconscientes en ese momento. El ataque se repitió haciendo que parte de la villa de Vigenterg comenzara a ser destruida de igual forma. Las personas corrían dando gritos de horror. Un joven cura comenzó a tocar la campana, en señal de alarma, a la vez que otro salió al encuentro con un crucifijo en una mano y la biblia en otra. Los Acerum rieron al ver aquello, con sus láseres, apuntaron al cura que intentaba ahuyentarlos con su crucifijo. Los pobladores, que estaban cerca, vieron, con horror, como aquel pobre hombre, de cabello negro y una gran calva en toda su cabeza, se derritió delante de ellos. Su carne se derritió dejando expuesto sus huesos a la vez que largaba unos gritos aterradores. Scortux, riendo, apuntó desde la distancia, con su cola de escorpión, a donde estaba el campanario mientras los demás continuaban su feroz ataque sobre la aldea.
Una joven madre protegía a su bebé, se encontraba en plena calle y su vestido verde le hacía imposible el poder moverse con la rapidez necesaria. Cuando aquella muchacha, de cabello rubio con un pañuelo blanco en la cabeza y ojos azules, vio a uno de los Acerum dio un grito y, con sus brazos, protegió a su bebe. Sintió el fuego abrazador de la luz roja que ese monstruo emitía sobre su cuerpo y descubrió que este podía pasar sobre ella para llegar a su bebé también.
Xenón vio aquello y, con horror, volteó su mirada. Tantalox al percatarse de aquello largó a reír diciendo
- ¡Solo mira esto Scortux! ¡realmente no tiene una programación de combate apta para ningún tipo de batalla!
- No es necesario matar a las crías humanas- gimió Xenón con pesar- po… podemos usarlas para nuestros fines
- ¡Por favor Xenón!, ¡si esos primates son mas inútiles que los Cobrizos y eso ya es decir demasiado!- gruñó Tantalox molesta al ver la cobardía de su esposo
- No me distraigan, que estoy apuntando a mi objetivo- les pidió Scortux amablemente. En su visor se mostraba un círculo, el cual encontraba en verde a medida que intentaba posicionarse sobre su objetivo, cuando se posó sobre el campanario, dicho circulo, este se volvió rojo y Scortux dijo- ¡en la mira!
Su aguijón salió de su cola, como si de un proyectil se tratase, y este se dirigió a donde estaba el campanario. Cuando llego a su objetivo, que era la campana, estalló en pedazos, destruyendo no solo esa parte del edificio sino todo el edificio, creando una bola de fuego que abrazó a algunos ciudadanos mayores que no podían moverse más rápido que los jóvenes.
La explosión fue tan grande que incluso se sintió en Huttengtor. Scortux largo a reír al ver como sus tropas habían logrado una matanza eficaz al cien por ciento, sin embargo los Guardianes Del Metal no tardaron en llegar para arruinar sus planes.