1
Me desperté con las bellas luces del sol matutino y el sonido de los huevos cocinándose junto con su bello aroma. Me dispuse a levantarme de mi cama cuando, de la nada, apareció Linnet con los mismos huevos fritos ya cocinados en un plato junto con una taza de café.
- No señor- me ordenó alegremente- hoy no te levantaras sino hasta que te sientas mejor
- Pero ya me siento mejor Linnet- protesté casi de forma infantil
- Ayer recibiste un golpe bastante fuerte muchachito, no es un acto digno de una mujer damallerosa dejar que un hombre frágil corra más riesgos innecesarios, en especial si hay una asesina sanguinaria allí afuera- me contestó ella como si me estuviese regañando
- Un momento Linnet- intenté decir valientemente- ¿Por qué dices que Feminys es una mujer? Este tipo de comportamiento no es típico en las mujeres de este mundo y de este siglo
- Siempre hay excepciones, ahora no discutas mas conmigo jovencito y come tu desayuno- me ordenó con un tono similar a la de una madre sobreprotectora
Antes de que pudiera agregar algo Linnet cortó, con un cuchillo y tenedor, un pedazo de yema del huevo frito, para después ponerme el tenedor con la comida en la boca.
2
Debía haber transcurrido una buena parte de la mañana. Mientras intentaba descansar, Linnet se quedó al lado mío en todo momento. Ella, a la vez, examinaba minuciosamente el pañuelo de la última víctima del asesino o mejor dicho la asesina Feminys. En algunas ocasiones tocaba mi frente, para ver mi temperatura asegurándose de que no estuviese enfermo. También traía, de no sé donde, una bolsa de hielo para ponerla en donde me habían golpeado. En muy pocas palabras Linnet cuido de mí, como si fuese alguien muy frágil, algo parecido a como muchos caballeros tratan a sus damas en la sociedad Inglesa moderna.
Debían ser las diez de la mañana cuando oí la voz de mi querido amigo Timmy Steel llamándome desde afuera:
- ¡John! – me gritaba- ¡¿te encuentras allí?!
Linnet me observó por un momento sin decirme nada; pero diciendo a la vez que no deseaba ningún tipo de intromisión.
- Le diré que se vaya- dijo con una voz bastante autoritaria
- ¡Linnet espera!- intenté decirle; pero ella ya se había puesto su vestido verde y bajaba las escaleras.
Intentando incorporarme me bajé de mi cama y traté de correr hacia la ventana, que tenia al lado. Me di cuenta en ese momento que Linnet tenía razón al decirme que debía mantenerme en cama, mi cuerpo se encontraba muy resentido por la pelea de ayer y me costaba mucho mantenerme en pie. Aun así pude llegar hacia la ventana y abrirla en el momento en que oía a Tim hablando con Linnet.
- Buenos días madame- le decía Tim con sus finos modales- ¿se encuentra por aquí John? Quiero hablar con el
- Lo siento señor Steel- le respondía con un tono de voz muy severo y para mi sorpresa con un acento Británico demasiado marcado – pero mi primo no se encuentra en este momento, si tiene algún mensaje puede decírmelo y luego se lo daré en persona
Sin pensarlo dos veces les grité:
- ¡Linnet espera!, ¡aquí estoy!, ¡hola Timmy que gusto verte nuevamente!, ¡puedes pasar!
No necesito decir con que "entusiasmo" me observó Linnet en ese momento; pero era mi amigo ¿por qué no podía recibirlo en mi propia casa?
3
Apenas podía caminar; pero me las arregle para bajar las escaleras, por lo menos los primeros peldaños antes de que Linnet se acercara a mí, para ayudarme a bajar el resto.
Mi amigo me observaba con una sonrisa en el rostro y se acercó a mí después de que bajase el último peldaño. Me tomó del brazo derecho, mientras que Linnet me sujetaba el izquierdo, ambos me arrastraron hasta una silla en donde me pude sentar tranquilamente.
- ¡Cielos buen amigo mío!- me dijo con alegría Tim jadeando y suspirando de agotamiento- parece que tuviste un día agitado ¿qué fue lo que te sucedió?
- Tuve una pequeña pelea Tim, eso fue todo- le contesté con una sonrisa de cansancio
- ¿Que lo trae por aquí señor Steel?- le preguntó Linnet con mucha amabilidad y frialdad
- Por favor Linnet, puedes llamarme Tim- le dijo con una sonrisa amable mi amigo- ¿o acaso olvidaste que nos conocimos en mi casa cuando John te presento?
- Por supuesto que no Tim; pero tú mismo dijiste que los buenos modales nunca deberían ser dejados de lado- le respondió Linnet con una sonrisa triunfal- solo he querido ser amable, lamento mucho la frialdad
- No te preocupes Linnet, sé que debes tener mucho aun por aprender, en cuanto la razón por la que vine pues…- le dijo Tim, en ese momento yo pude notar un claro enojo en la mirada de Linnet, al parecer no le causaba gracia que mi amigo se pasase de listo con ella.
Mi amigo vestía un traje muy informal, pantalones de vestir color marrón claro con rayas negras, un chaleco negro y una camisa blanca junto con un saco verde, llevaba un sombrero negro de copa.
Puso su mano en el bolsillo del saco verde y luego retiró del mismo un papel enrollado que tenía un sello rojo. Me lo dio con una sonrisa, se lo recibí y me dispuse a abrirlo; pero no tenía ningún cuchillo a mano.
- Ten- me dijo linnet, entregándome un corta plumas del cajón de mi escritorio
- Gracias- le respondí con cierta dulzura
- ¡Wow!- exclamó mi amigo totalmente asombrado- ¡tenga cuidado señorita Rumble!, ¡esas cosas son muy peligrosas, podrías dañarte!
- No te preocupes Tim, se cuidarme sola- le respondió Linnet mirándole con un brillo triunfal en sus ojos, al parecer le gustaba mostrar su superioridad delante de los que se querían burlar de ella.
Abrí el sello y me propuse a leer lo que decía a continuación:
4
Querido amigo John
Te invito cordialmente a mi fiesta de verano que se dará el día viernes 11 de Julio de 1889 a las 20:00 horas en mi lujosa mansión, habrá comida, bebidas y varias actividades sociales que podrá disfrutar como la música de la orquesta de Londres que tocara música clásica y algunos vals, puede llevar un acompañante, le espero con ansias para que podamos hablar y convivir un rato
Desde ya mi más grato saludo
TIMOTEO STEEL
5
Quede muy asombrado al leer esa nota, no esperaba semejante alegría en esa semana. Mi amigo no solía dar fiestas de tal magnitud, el que quisiera dar una fiesta de gala me alegró la misma mañana.
- ¿Iras?- me preguntó algo nervioso
- ¡Por supuesto que iré amigo!- le respondí con una sonrisa mientras le estrechaba la mano con completa felicidad
- Entonces te estaré esperando el Viernes a la hora señalada- me dijo él sonriente
- No te fallare- le prometí , mientras sentía como si tuviese fuegos artificiales estallando dentro de mi interior
Sé que a estas alturas había olvidado a las maquinas del universo 26 y al infiltrado que tenían en la ciudad.
Tim se sacó el sombrero y se dispuso a retirarse
- Me tengo que ir querido amigo, te estaré esperando el Viernes a las ocho, Linnet espero verte a ti también ese día, es una fiesta de gala muchachos por favor no lo olviden- me saludó con una sonrisa y una mirada muy vivaz - nos vemos
Después se retiro. Linnet cerró la puerta y volvió a cambiarse de ropa. Ahora, con su traje de Exploradora, me observaba muy enojada mientras cruzaba los brazos.
- Muy bien muchachito- me dijo con cierto enfado- si crees que puedes hacer mejor que yo las cosas entonces ¿dime que sabes de la asesina Feminys?
- No sé absolutamente nada Linnet, porque no me has dicho de quien se trata- le contesté molesto
- Pues yo sí creo saberlo; pero no puedo estar segura todavía hasta estar cerca de su próxima víctima- me dijo ella con un tono tétrico
- ¡¿Sabes quién es su próxima víctima?!- exclamé asombrado
- Si y creo que sé en donde y cuando se dará el ataque- dijo con una mirada sombría- mañana a las ocho de la noche