Chereads / LINNET LA EXPLORADORA DE GRUMSIER / Chapter 9 - CAPITULO OCTAVO: MARTES, CINCO DÍAS ANTES DE LA LLEGADA DE LOS METEORITOS

Chapter 9 - CAPITULO OCTAVO: MARTES, CINCO DÍAS ANTES DE LA LLEGADA DE LOS METEORITOS

1

Durante la mañana del martes tuve un sueño muy extraño. Lastimosamente no podría contar otra vez lo que veía, porque sería algo imposible de hacer; pero de todos modos lo intentaré. Podía ver grandes urbes urbanas, como ciudades del futuro, de pronto escuchaba un sonido estridente. En mi sueño veía como las mismas maquinas, provenientes del universo 26, empezaban a detenerse, no solo eran las orugas, aves (algunas más grandes que la que vi, inclusive una o dos de un tamaño titánico) o el insecto, también habían maquinas que tenían aspectos curiosos y extraños, como si fuesen castillos móviles o escarabajos pequeños. Esas maquinas no parecían tener conciencia propia, veía a las personas, que caminaban por las calles de esa futurística ciudad, mirar hacia arriba. Yo también miré y pude divisar algo, parecido a una flecha de metal gigantesca, que se acercaba al suelo para luego caer en él. En ese momento oí la explosión, era atronadora, ensordecedora; pero por sobre todas las cosas: aterradora. Escuché cientos de gritos y lamentos. Era el fin del mundo, ¡no!, era el fin de ese mundo. Un fuego abrazador y anormal quemaba a las personas. Yo, en el sueño, gritaba de horror al ver semejante monstruosidad ¿Qué clase de futuro era ese en donde se podía construir armas de semejante destrucción? Intente correr; pero no pude. El calor abrazador me atrapaba, ¡me quemaba con la intensidad del mismísimo Sol! Podía ver, en ese Dantesco infierno, una nube en forma de hongo y con un rostro. Era una calavera, con ojos rojos, sonriente. Gritaba, con mucha fuerza, al ver esa imagen de pesadilla. La calavera reía como lo haría un desquiciado.

"¡John!", escuchaba una voz dulce y traté de aferrarme a ella, "¡despierta!". La calavera me veía, mientras seguía riendo "mi mundo será tu mundo" parecía decir. "¡John tienes que despertar!, ¡¿me oyes muchachito?!" la voz, era ella, era…

2

Me desperté, en el momento justo, cuando Linnet me daba una bofetada, que dejaría su mano marcada en mi mejilla durante todo el día. Mientras me sobaba, con la mano izquierda, mi costado de la cara recordé el sueño y me alteré, solo por unos instantes.

- Tranquilo, solo fue un sueño- me dijo Linnet, dándome un abrazo. Yo me encontraba tan asustado que no me percaté, sino hasta mucho después, de que estaba llorando

- ¡Fue tan real!- le dije con la voz entrecortada- veía a esas personas morir, bebes, niños, mujeres y hombres por igual, ¡era tan horrible!

- Ya, ya muchachito- me tranquilizaba Linnet acariciando mi cabeza- ya paso bravo guerrero

- ¿Qué mundo era ese?- pregunté aun asustado

- El planeta Tierra del Universo 26, el inicio de un mundo dominado por las maquinas- me respondió ella con un tono calmo; sin embargo su mirada era muy seria

- ¿Eso le espera a mi mun…?- intenté preguntar; pero el susto y la amargura eran demasiado fuertes para mi , por lo que volví a romper en llanto

- No- me respondió con una mirada protectora y aguerrida- porque estoy aquí para impedirlo, aunque me cueste la vida

- Pero ya estas muerta- sollocé a lo que ella riendo me respondió

- Es un decir querido- después tomo mi cabeza con su fuerte y protectora mano para colocarla en su regazo, completamente aterrado escondí mi rostro en la bella camisa blanca que cubría su fuerte hombro

Lloré durante unas horas más, mientras Linnet me abrazaba con todas sus fuerzas, como si me protegiera en ese momento de los malos sueños.

3

Después de que me recompusiera un poco bajé a desayunar. La Exploradora de Grumsier ya tenía el desayuno preparado para mí, eran huevos fritos con tocino, los comí gustosamente, acompañándolos con un café caliente y muy sabroso, ella se acerco a mí con sus ropas de Exploradora todavía puestas diciéndome.

- Ayer me acerqué al cadáver de la institutriz muerta, pude recopilar algo de información

- ¿El doctor Wallace sabe algo al respecto?- pregunté con autentica curiosidad

- No, solo que el asesino podría ser alguien con una agilidad y reflejos demasiado buenos, cree que podría tratarse de un cirujano- me respondió ella con un cierto pesar

- ¿Por qué le miraste de esa manera ayer?- pregunté nuevamente, mientras comía un pedazo de pan tostado

- El esconde otro tipo de secretos; pero para nuestra fortuna son secretos que no nos incumben de momento, solo espero que cuando despierte yo me encuentre cerca- me respondió a la vez que su mirada nuevamente se volvía tenebrosa e inquietante

- ¿Cuándo despierte quien Linnet?- pregunté aterrado ante lo que ella pudiese estar pensando

- No importa- me dijo haciendo un gesto con su mano de que no era nada y sonreía de una forma demasiado tierna cerrando sus ojos en señal de alegría- ahora ¿no te interesa saber que descubrí de la ultima victima de Feminys?

- Quizás después del desayuno Linnet- le contesté, con un tono de voz que daba a entender mi desagrado sobre el tema

- De acuerdo, los hombres son de estomago muy débil ¿sabías?- se quejo Linnet cruzándose de brazos en señal de molestia

Podía tener razón; pero después de esa terrible pesadilla y ese misterioso comentario de Linnet, creo que no podía importarme menos lo que la Exploradora de Grumsier pensase de mí en ese momento.

4

Una vez que terminé mi desayuno, Linnet pudo sentirse con la completa libertad de hablar.

- La ultima victima al parecer conocía a su asesino- me dijo con un tono serio, mientras cerraba sus ojos y se apoyaba sobre la pared, con los brazos cruzados

- ¡¿Ella sabia quien era Feminys?!- pregunté, completamente asombrado

- Si, le conocía muy bien, inclusive la victima nunca hubiese pensado que era el asesino- me respondió ella, con ese tono serio

- ¡Perfecto Linnet!, ¡podemos resolver el caso y vencer al androdode de una vez por todas!- exclamé en señal de euforia por estar cerca de atrapar a ese monstruo

- Estoy pensando mucho en ese asunto John, tal vez tengas razón respecto a que Feminys no sea el infiltrado que buscamos, lo que hace llama demasiado la atención, posiblemente sea otra persona; pero debo averiguarlo- me contestó Linnet con un tono reflexivo

- No importa si es o no el infiltrado Linnet, ¡lo que está haciendo es horrible y tiene que acabar!- exclamé con autentica determinación sintiendo, en ese momento, la justicia en mis venas

- Estoy de acuerdo, por esa razón pienso en ir a donde encontraron el cadáver de su nueva víctima los otros días- me contó Linnet abriendo los ojos y alejándose de la pared dispuesta a irse nuevamente

- ¡Eso fue en los barrios bajos Linnet!, no sé si podrías ir allí, pueden haber ladrones o asesinos demasiado fuertes para una dama- protesté, olvidando con quien hablaba en ese momento

Linnet me observo con una severidad, que me hizo recordar de donde provenía y cuan feroz podría ser si se la provocaba. Aun así no iba a ceder, por lo que decidí cambiar de estrategia.

- Escucha Linnet, si vas por allí terminaras llamando la atención, ninguna de las mujeres de buen vestir o damas de buen prestigio irían allí por voluntad propia- le conté, conservando, como podía, la calma ante su mirada asesina

- ¿Dices que soy una dama prestigiosa con un buen gusto por los vestidos?- preguntó con una voz ronca, que me hizo dudar de su femineidad; pero después de un segundo de duda pude decir

- Si, lo eres, tu apariencia es la de una mujer de finos modales y noble estampa, llamaras la atención y alertaras al infiltrado- le respondí mientras me cruzaba de brazos y cerraba los ojos para realzar la seriedad de mis palabras

- ¿Quieres ir tú?- me preguntó Linnet con una ira bastante visible ante lo que estaba diciéndole

- Solo dime lo que tengo que hacer y sabré como actuar- le aseguré con autentica determinación

Ella cerró los ojos mientras se ponía la palma de su mano en la cabeza, empezó a gruñir y después se tranquilizo diciéndome seriamente

- Te diré lo que harás; pero si lo estropeas ¡te prometo que llevaras ese vestido que elegí por el resto de tu vida!

- ¡No te fallare Linnet!- exclamé con una sonrisa de alegría por mi triunfo sobre la Exploradora de Grumsier

- Bien, no quiero que ella escape- gruñó nuevamente Linnet

Ese pequeño comentario me desconcertó por un momento

- ¿Ella?- pregunté con el mismo desconcierto- ¿no querrás decir él?

- No querido caballerito mío- me respondió con una sonrisa- dije ella porque Feminys no es un asesino, es una asesina y es una mujer

5

Aunque no lo sabía en ese momento, el Águila, que había seguido el día anterior, se encontraba haciendo una exploración de terreno y algo me dice que en ese momento estaba en contacto con el infiltrado. Posiblemente si habíamos llamado la atención en algo; pero no sabríamos en qué sino hasta varios días después.