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Chapter 4 - Capítulo 4: Luz de la oscuridad.

 

– ¡Quítate los pantalones!–

Ella ni siquiera escuchó sus palabras, se quedó atónita en el piso. Su capacidad para comprender cualquier cosa se había roto.

El hombre se estaba impacientando, la agarró por el cabello y le dijo al oído con molestia.

–Si no lo haces por las buenas, buscaré a tu hermana, y no seré amable con ella–

Bridge finalmente explotó. – ¡No puedes hacer esto! Lo vas a pagar, ya verás. En cuanto vuelva la normalidad tú...–

–Jajaja– Las carcajadas de aquel sujeto detuvieron sus palabras. La cara del tipo apareció a pocos centímetros de la suya espantándola.

Su rostro mostraba una sórdida sonrisa de locura, y sus ojos, tenía las pupilas tan dilatadas que la iris casi no se veía. – ¿Crees que a alguien le importará una zorra como tú? ¿Has visto los muertos en las calles? ¡Despierta, imbécil! ¡El mundo se jodio y todos vamos a morir! ¡Estoy harto! ¡Harto de mierdas pretenciosas como tú! ¿Te crees mejor que yo? ¿Crees que mereces vivir? ¡Pues te diré una cosa! ¡Te violaré una y otra vez, y luego buscaré a tu hermana y se lo haré frente a ti!–

–¡¡NO!!– Bridge grito con todas sus fuerzas mientras negaba con la cabeza.

Extasiado, el la miró con una horrenda sonrisa y dijo con voz distorsionada. –Y no solo eso, si no haces lo que te digo. Al final la mataré, y me la comeré, me la comeré frente a ti–

– ¡No, basta. Lo haré, lo haré!– Solo después de escuchar sus palabras, ella reacciono, aunque temblorosa, empezó a desabrocharse el cinturón.

– ¡Más rápido! ¡Maldita sea!–

Ni bien se había desabrochado los pantalones, la empujo por detrás hacia el mostrador, donde se los bajo el mismo.

–Oye, este es el trasero más hermoso que eh visto en mi vida– Hablo de nuevo, con una voz más humana. 

Cuando ella sintió sus manos tocando su trasero, y viajando hacia el centro de su ser, empezó a llorar con más ganas.

El hombre se rio a carcajadas cuando puso su mano en el pantalón y empezó a desabrocharle mientras decía.

–Tú y yo lo vamos a...–

Pero antes de que pudiera terminar de hablar, una bala atravesó su cabeza desde atrás. Ni siquiera se dio cuenta cuando murió.

– ¡Qué demonios!–

– ¡Hey, qué pasa!–

El hombre que abusaba de Allison se sorprendió y grito. Mientras que el que estaba atrás se había asomado.

Pero antes de que pudieran intentar cualquier cosa, ambos recibieron una bala en la cabeza, y terminaron en el piso.

Cuando eso pasó, Bridge se subió desesperadamente los pantalones, lo único que quería era que todo se acabará.

Allison por otra parte, se quedó como estaba, parecía qué estaba en chocó, y la verdad, nadie la culparía.

– ¿Que sucede?–

–Oh dios, está muerto–

– ¿Los Mataron?–

Después de oír los repetidos disparos, el grupo que anteriormente estaba atrás, salió tras oír los disparos.

Abby fue la primera persona en moverse, cuando salió, ni siquiera miro los cadáveres en el suelo cuando se enterró en el abrazo de Bridge mientras lloraba amargamente. 

–Estoy bien, ya todo pasó, vamos a estar bien–

Bridge trato de calmar a su hermana, pero ni siquiera podía calmarse ella misma. Lo que sucedió hoy es algo que los marcará por el resto de su vida.

En especial a Allison, después de que los demás salieran, Camil el abrazo con fuerza, pero ella solo empezó a temblar con una cara en blanco.

–Si ya terminaron, creo que deberían salir de aquí. Los disparos atraerán a más de ellos, así que debemos movernos–

Solo al escuchar su voz, los demás le prestaron atención. La persona que los salvó era un joven de unos 20 años, de cabello castaño y ojos claros, cuando n chaqueta de cuero.

Cooper tomo un arma del piso y lo miro con desconfianza y dijo.

– ¿Quién eres?–

El chico solo lo miró antes de decir. 

–Me llamo Ethan–

 

. . . . . . . . . . . . . . . . . . .

 

Todo estaba oscuro, Klaus no podía ver nada, no podía escuchar nada, y tampoco podía moverse, solo podía pensar.

– ¿Estoy muerto?–

Y entonces, en medio de la oscuridad, una luz oscura emergió. Era increíblemente surreal, y brillaba con tanta fuerza, que hizo palidecer toda la oscuridad a su alrededor.

Después de observarla durante un tiempo, Klaus comenzó a sentirse atraído por esa luz, e inconscientemente levantó su mano, y la estiró hacia la luz oscura.

De pronto, un dolor penetrante atravesó su cuerpo. Tan fuerte que lo hizo abrir los ojos y gritar de dolor. Lo primero que vio fue un vagabundo que se aferraba con sus dientes a su costado.

Inconscientemente busco la pistola, pero no estaba a la vista. Mientras tanto, el vagabundo mordió más profundamente. 

Al sentir que los dientes empezaban a profundizar más, Klaus dejo de buscar la pistola, y en su lugar cogió una gran piedra y la azotó contra la cabeza del vagabundo.

El golpe fue tan fuerte, que la cabeza del vagabundo se rompió como una sandía. Klaus quedó atónito por un momento al ver algo así.

Pero no era el momento de quedarse atónito. Varios de esos anormales se le acercaban corriendo como bestias.

Sin tiempo para pensar, Klaus comenzó a correr por su vida una vez más. Pero aún no se había recuperado del golpe en la cabeza. Y el dolor en el abdomen era demasiado agudo.

Pero aun así siguió corriendo, cruzó varias calles antes de detenerse. Los anormales aún lo perseguían, él ya sabía que no podía perderlos.

Miro a su alrededor en busca de algo con lo que defenderse, pero no encontró nada. Al final, tuvo que conformarse con un pedazo de vidrio roto que consiguió de un auto.

Ya no había tiempo para prepararse, los dos anormales que lo perseguían lo habían alcanzado.

Sin darles tiempo a que atacarán primero, Klaus se abalanza contra uno de ellos con el cristal en la mano, atravesándole el ojo hasta la muerte.

El que estaba más atrás, se lanzó sobre él, echándolo al suelo, un momento después, empieza a golpear su cara a puñetazos.

Pero Klaus se voltea ferozmente, terminando encima, entonces empieza a golpearlo con toda su fuerza.

Lo golpeó tan fuerte y por tanto tiempo que el rostro del monstruo se desfiguró, pero él siguió golpeando.

No porque no había muerto aún, sino por qué sintió una especie de energía, una energía fría pero refrescante que llenaba cada poro de su cuerpo.

Solo había una palabra para describir este sentimiento...

¡Poder!