Ya había pasado una hora desde que el infierno se desató. En este momento ya no era posible ver el cielo azul como antes, solo un mar de cenizas interminable que se alzaba sobre sus cabezas.
Klaus ya no era tan ignorante como antes, aunque aún le cuesta creer lo que su padre le había dicho, no tenía una mejor opción. Las cosas que había visto no pudieron haber Sido hechas por los hombres.
Luego de entregarle la espada, su padre solo le dijo que no era suficiente tenerla, que debía hacerse más fuerte. Lo suficiente como para enfrentarse a un trono.
Pero eso no es todo, también le pidió que cuidara de Alexa hasta que pudiera defenderse sola. A lo largo de su vida se había topado con muchas personas extrañas, gente que pensaba de tal manera que subvertia su razonamiento sobre los humanos, y la mayoría los conoció atravez de Ezra.
Que la presentará en un momento como este, y que le pidiera que la cuidara ya era suficiente para que sintiera curiosidad. Ahora que habían salido de casa, Klaus no pudo evitar preguntar.
–¿Sabes lo que quiso decir Ezra cuando habló de ti al final?–
–No lo sé–
Esta chica, desde que se conocieron, no lo había vuelto a mirar, como si no existiera. Su vestimenta era aún más extraña, andando descalza, llevaba un corto vestido negro que delineaba su figura. Junto con su mirada fría, la hacia parecer fuera de este mundo.
Mientras Klaus perdía el tren de pensamientos original, Alexa termino por percatarse de la mirada de Klaus sobre ella, Alexa frunció el seño y se volteó para mirarlo mientras decía.
–¿Que pasa?–
El se aturdió por un momento antes de responder con seriedad.
–No creo que te convenga salir con ese vestido a la calle, En algún momento tendremos que correr–
–oh–
Ella dió una respuesta corta, como si no fuera algo importante. Ella no no sabia que era una de las cosas que enojaba a Klaus, si no fuera por el hecho de que su padre le había pedido que la protegiera, ya habría abandonado este peso muerto.
¡AAHG!
Fue entonces cuando se escucho un grito desde la distancia, Alexa y Klaus se detuvieron instintivamente y empezaron a observar alrededor.
Entonces los vieron...
Eran como ese monstruo que Klaus se había jugado la vida para matar. Pero las cosas ya no eran iguales, Klaus ya no era un simple humano limitado por sus pocas capacidades. Esta clase de monstruo ya no suponía un problema.
Hasta que vio lo que seguía a los poseídos...
Era un monstruo... no... era un demonio...
Una criatura de más de dos metros de alto con forma humanoide, pero con cara de animal. Tenia una enorme musculatura, y una armadura con forma de huesos, y en su cabeza había un par de cuernos enormes.
Y esa no era la peor parte, lo que de verdad los asustó fue que ese monstruo podía volar, y que se acercaba rápidamente a ellos.
Al ver todo esto, Klaus se dió la vuelta para correr, pero cuando miro hacia atrás, vio que Alexa corría a unos metros detrás de él con una cara pálida. al final decidió parar y esperarla, cuando ella paso junto a él, Klaus la tomo por delante y le dijo.
–Súbete a mi espalda–
Alexa dudo por un momento, pero terminó subiéndose. Entonces Klaus hecho a correr con todas sus fuerzas para poder escapar. Corrió tan rápido que cubrió veinte metros con una chica a cuestas en pocos segundos.
Cuando empezó a correr, Klaus logró hacer algo de distancia con el grupo de poseídos. Pero el demonio aún volaba sobre su cabeza.
En ese momento, Klaus tomo una decisión.
Aumento su velocidad y comenzó a correr entre los edificios. Se metía por los callejones y seguía corriendo.
¡¡GROOOAAAAARH!!
Al escuchar el rugido lleno de ira del monstruo, Klaus supo que no sirvió de mucho. El demonio se estaba acercando más y más, pronto no habría más opción qué pelear.
Cuando la idea de pelear se le metió en la cabeza, Klaus bajo a Alexa de su espalda. Mirando su pálido rostro que seguía con la misma expresión, de triste frialdad que siempre, Klaus le dijo despectivamente.
–Huye–
–¿Eh?–
–Que huyas, voy a pelear con esa cosa–
–Te van a matar–
–Eso no te incumbe–
Alexa lo miro con decisión y le dijo.
–Vamos a hacerlo juntos–
Klaus volteó su mirada al frente y dijo con frialdad. –Como quieras–
¡Grooar!
En ese instante, fue cuando el demonio los había alcanzado, ya no había vuelta atrás, solo uno saldría con vida de aquí. Sabiendo eso, Klaus desenvainó la espada que su padre le había dado.
Era una espada de doble filo, con un mango en forma de cruz, y una hoja plateada con grabados sobre ella. media metro y medio de largo y dos dedos y medio de ancho, era perfecta en todo sentido.
El demonio no le dió a Klaus tiempo suficiente para pensar, saco una lanza, y lo acusó con ella, Klaus tampoco se distrajo.
Cuando estuvieron a cinco metros el uno del otro, Klaus corrió con toda sus fuerzas antes de atacar.
Una sonrisa espeluznante apareció en el rostro del demonio, cuando cambio su ataque de una barrida a una puñalada. Klaus ya no podía detenerse y no tenía manera de esquivar.
Pero aún así apretó los dientes, y con una mano, tomo la lanza y desvío la trayectoria del ataque para golpearlo en el pecho derecho, mientras que uso la otra para apuñalarlo con la espada en el cuello.
El demonio era astuto y uso su mano para protegerse de la puñalada. Aunque pudo proteger su cuello, una de sus alas termino siendo mutilada.
¡GROOOAAAAARH!
Klaus termino hechandoce hacía atrás por varios metros, el golpe de antes lo había aturdido un poco. Pero el monstruo no le iba a dar tiempo a prepararse.
Pisó el suelo con fuerza y se abalanzó contra el, Klaus hizo lo mismo, y entonces sus armas chocaron.
¡Clank!
El golpe fue tan fuerte que Klaus fue expulsado un metro hacia atrás, mientras que el monstruo retrocedió un paso. Pero eso no los detuvo y volvieron a chocar, y siguieron luchando entre ellos.
¡Clank! ¡Clank! ¡Clank!
Solo habían intercambiado golpes 5 veces, pero Klaus ya se había dado cuenta de que el demonio era más fuerte que el. Las manos ya empezaban a sangrárle por la fuerza que ejercía, y estaba exhausto.
Pero el demonio no le iba a dar tiempo para que se parara a pensar. Rápidamente se abalanzó sobré el y apuñaló hacia su cabeza una y otra vez. Klaus lo esquivaba una y otra ves hacia atrás, hasta que no tuvo donde retirarse.
El plan del demonio era acorralárlo contra la pared para rematar, y Klaus calló tontamente en la trampa. Sin escapatoria, no pudo esquivar una puñalada a su corazón.
¡¡Hugh!!
Sorprendido, el monstruo se dio cuenta de que su ataque solo lo había estampado contra la pared. La lanza que había sido forjada en el infierno, no había logrado atravesar siquiera la ropa del enemigo.
Una sonrisa aparece en el rostro de Klaus cuando tomo la lanza con una mano, y la corta por la mitad con la espada.
El demonio parecía aturdido al ver su lanza destruida, pero Klaus no se detuvo. Tomo impulso de atrás, y apuñaló hacia el demonio con toda su fuerza.
¡Groaargh!
El dolor de ser atravesado en el abdomen despertó al demonio de su aturdimiento. Con un grito de ira, lanzo un puñetazo a la cara de Klaus, enviándolo a rodar hasta chocar con la pared.
Luego, saco la espada de su vientre y camino hacia Klaus, quien todavía estaba aturdido. pero justo cuando estaba frente a él, recibió un golpe.
¡PAM!
El monstruo no reacciono al principio, pero luego se dió la vuelta y miro a Alexa a lo ojos. Los ojos del monstruo eran de un negro abismal, siendo su iris de un color blanco opaco.
Alexa se dió cuenta de que acababa de hacer algo estúpido. pero ya no había forma de retirarse, el demonio levantó la espada para matarla.
¡Atravesar!
Fue entonces cuando una lanza atraviesa el corazón del demonio y lo pone de rodillas. Sin perder tiempo, Klaus tomo la espada de manos del demonio y le corta la cabeza.
"Esa sensación de nuevo" Luego de matar al demonio, esa cómoda frialdad abriga el cuerpo de Klaus nuevamente. Pero esta vez es más fuerte que nunca, en cantidad y calidad.
Siente como si cada parte de su cuerpo empezara a cambiar, un cambio que lo convertiría en algo diferente. Pero la cantidad de energía no era suficiente, necesitaba matar más.
¡Aaahh!
De repente, Los poseídos que habían perdido, junto con otro lote ellos fueron apareciendo en la distancia, parecía que el ruido los había atraído aquí.
La cara ya pálida de Alexa mostró miedo por primera vez, pero Klaus no le prestaba atención a lo que sucedía. estaba demasiado concentrado en la larga capucha que llevaba puesta.
Su padre le había dicho que le sería útil cuando aprendiera a usarla. Hoy había descubierto que era impermeable a los golpes. Sentía curiosidad sobre que otros secretos guardaba.
Una idea apareció en su cabeza cuando se cubrió la cabeza con ella. Entonces una sensación que no había sentido antes empezó a cubrirlo.
Klaus sentía que la oscuridad lo abrigaba...