CAPÍTULO 24- Humillación.
—¡Hahahaha! ¡Eres patético!
—¡¿Eh?! ¡¿Te crees muy poderoso solo porque me rompiste la cara y los huesos de los brazos?!
—¡Sí!
—... Tal vez seas más poderoso que yo, pero yo cuento con un poder único y especial... ¡El poder de la amistad! ¡No puedo dejar sola a Kiasan!
Salté y le di una patada en la cara... Poder de la amistad, me fallaste.
—Eres patético.
No le hice nada.
—T-tal vez el poder de la amistad no es tan poderoso... ¡Pero el poder del guion me salvará! En cualquier momento vendrá la Elfa plana y me salvará... Sí... En cualquier momento...
Un tentáculo me tomó de las piernas.
—E-Elfa plana, es tu momento de brillar.
Comenzó a golpearme fuertemente contra el suelo.
—¡Hahahaha! ¡Eres divertido!
—¡No te creas la gran cosa simplemente porque me estás humillando!
Mordí su tentáculo y me liberé.
—¡Aún puedo...!
Saltó sobre mi cuerpo y me aplastó.
—¡Eres muy resistente, chico!
—A-aún puedo...
Comenzó a saltar y mis huesos se rompían más.
—¡Ya muere!
—¡Déjalo!
—¡Zei!
Un poderoso viento provocó que ambos saliéramos volando.
—¿M-magia de viento?
Choqué con un árbol y caí al suelo.
Me duele todo el cuerpo... Ah... Me alegra ser un zombie. Si fuera un humano, me dolería más.
—¡¿Estás bien, Zei?!
Es la anciana... Ah, olvidé que es poderosa... Bueno, tiene magia sagrada. Esa cosa debería de ser poderosa.
—Gracias, anciana.
—Puedes llamarme Snei... ¿Cómo te sientes?
—Ah, no te preocupes, solo tengo los huesos rotos y probablemente mi corazón explotó... Pero dejando de lado el daño físico, estoy bien.
Me acarició la cabeza y mi cuerpo comenzó a brillar.
—¡Curación!
M-mis huesos... S-siento que el dolor está desapareciendo... La magia sagrada es increíble.
—I-increíble, tu cuerpo tiene un factor curativo muy poderoso... ¿Qué eres?
—Puedes llamarme un fenómeno o monstruo, como quieras, linda.
—Z-Zei...
—¡Kiasan, Mary, Hori! Me alegro que sigan vivas.
Me levanté y estiré los brazos.
—¡Estoy listo para un segundo round! ¡Esta vez yo lo humillaré a él!
Un tentáculo me tomó de la pierna y comenzó a golpearme contra el suelo.
—¡¿Qué dijiste, idiota?!
Él me levantó y me miró furioso.
—¿Acaso dije que te humillaré? L-lo que quise decir es... ¡¿Eso es un zombie gigante?!
Apunté con mi dedo algo detrás de él y volteó la mirada.
Ahora... Toda mi magia... Magia de fuego... ¡Esfera de fuego!
Una enorme esfera de fuego salió de mi mano e impactó con su cabeza.
Explotó, junto con la cabeza de ese zombie.
—... ¿Funcionó?
[Puntos obtenidos: 500.]
[Puntos actuales: 985.]
Ah... ¡Gané!
—¡L-lo logré!
[Magia de fuego mejorada.]
[Magia de fuego nivel 4.]
L-lo hice... ¡Lo hice!
[Energía mágica agotada.]
Mierda.
—¡Escapen, me convertiré en zombie!
Mi visión comenzó a nublarse... Mierda, espero no comer tanto esta vez. Me dan asco los zombies... Aunque son deliciosos.
•
•
No... No me toques ahí, Hori... Despacio... Ah...
—¡Despierta!
Alguien me dio una patada en la cara.
—¡¿Qué?! ¡Lo siento, no quería meterla tan...! ¿Eh?
... Bueno... Esto es raro.
—... ¿Qué estoy haciendo aquí?
Mi cuerpo está amarrado en un árbol, y la Elfa plana y sus compañeras están paradas frente a mí.
—Ah... Llegas un poco tarde, Elfa plana.
Puso la punta de su espada en mi cuello.
—¿Tú hiciste esto?
—No, fue la anciana. Ella tenía zombies aquí porque creía que tenían una maldición e intentó quitárselas... Y como pueden ver, falló.
—... Dice la verdad, Celes. Déjalo.
—Tsk. Quería matarlo.
—También es un placer volver a verte, plana.
—Escuchamos sobre este lugar y queríamos conseguir la ayuda de la anciana... Pero supongo que está...
—La anciana sigue viva... Supongo... Esperen, por favor... ¡¡Kiasan!! ¡¡Ven!!
La Elfa plana me tapó la boca.
—¡Idiota, ¿por qué gritas?!
—Es más rápido. Y con ustedes aquí, los zombies con tentáculos no serán problemáticos.
—¿Con tentáculos?
Levanté la mirada... Ah... Quisiera volar también.
La anciana aterrizó frente a nosotros.
—Me alegra que sigan con vida, Rem.
—Ha pasado tiempo, Snei.
—Perdón por arruinar el momento conmovedor, pero, ¿podrían quitarme esto?
La Elfa plana cortó la cuerda con su espada.
—Ahora vete. Tenemos asuntos privados que discutir.
—Sí, sí, ignoren al fenómeno. Oye, Snei, ¿en dónde está Kiasan?
—Está con los sobrevivientes, en el centro de la aldea.
—Gracias.
Me alejé corriendo... Ah... Apenas logré vencerlo... Pero un par de Elfas son capaces de derrotarlo en menos de un segundo... Aún me queda un largo camino por delante.