CAPÍTULO 8- ¿Zombies verdes?
Qué sueño... Tengo mucho sueño... Esto es malo.
—Kiasan, no puedo controlar mi cuerpo... No puedo mantenerme despierto... Pase lo que pase, no dudes en hacer lo que te dije. Yo no te atacaré porque eres un zombie, pero tal vez intente atacar a Mary y Sato.
—S-sí.
Abrí la cajuela de un auto y me metí.
Será incómodo, pero es lo mejor... Espero que mi yo zombie no sepa abrirlo.
La cerré y me quedé dormido inmediatamente.
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Unos minutos después, se comenzaron a escuchar pequeños golpes en la cajuela.
—Zei ya se convirtió por completo.- Pensó Kiasan.
Su voz interna, a diferencia de su voz normal, parece la de una chica adolescente, lo que confirma su verdadera edad.
Tomó la espada con fuerza y se acercó a la cajuela.
—Debo estar alerta.- Pensó.
Risas comenzaron a escucharse.
De los árboles que había al lado de la carretera, comenzaron a salir pequeños animales raros.
Tenían el tamaño de un niño, eran verdes y tenían orejas puntiagudas. Sus apariencias eran horribles y apestaban.
Kiasan se dio cuenta de eso y se preocupó. Esos no eran zombies, eran otra cosa... Duendes.
—¿Q-qué... son?
Una enorme cantidad de zombies comenzaron a salir del bosque y Kiasan despertó inmediatamente a Mary.
—¡Z-zombies!
Mary se despertó y tomó su arma.
Salió y comenzó a disparar.
Kiasan se acercó a los zombies, pero uno de esos duendes intentó atacarla con una navaja.
Kiasan logró esquivar el ataque y se alejó.
—¿No son zombies?- Pensó.
Los Duendes la atraparon y la tomaron de los brazos y piernas.
—¡Kiasan!
Los Duendes atraparon a Mary también y comenzaron a destruir su ropa.
—¡No!
Los zombies intentaron atacarla, pero fue protegida por los Duendes.
Con gruñidos y gritos agudos, los Duendes lograron que los Zombies se alejen.
—¿Q-qué son estas cosas?
Los zombies intentaron romper la ventana para atacar a Sato.
—¡D-dejen al niño!
Uno de los Duendes le destruyó la ropa a Kiasan.
—¡¡N-no!! ¡¡Por favor, no!!
Ella comenzó a temblar de miedo y a llorar.
—¿P-por qué esto me recuerda algo...? ¡No quiero sentir esto!- Pensó asustada
Los Duendes comenzaron a tocar los pechos de Kiasan y destruyeron su ropa interior.
—N-no... N-no lo hagan... A-alguien... ¡¡Por favor, que alguien nos ayude!!- Gritó Kiasan.
Zei destruyó la cajuela y salió.
Con un grito furioso, atrajo la atención de los Duendes. Si hubiera tardado 5 segundos más en salir, Mary habría sido violada, pero lo evitó porque salió a tiempo.
Zei se acercó a los duendes... Perdió el control de su cuerpo.
Los Duendes intentaron hacer lo mismo que hicieron antes y comenzaron a gritarle a Zei.
Zei no les hizo caso y tomó a uno de ellos del cuello.
—Comida...
Le mordió el brazo y le arrancó una gran parte de su brazo.
Los demás Duendes dejaron a las chicas e intentaron atacar a Zei.
Él comenzó a golpearlos con sus propios puños, mientras que los zombies lograban destruir la ventana.
Intentaron comerse a Sato, pero Kiasan comenzó a matarlos con la espada.
Mary se levantó del suelo y tomó otra arma.
Comenzó a dispararles a los zombies, lo que despertó a Sato.
—¡¿Mamá?!
—¡Cierra los ojos, Sato!
Zei estaba destruyendo las cabezas de los Duendes que seguían respirando, hasta matarlos a todos.
—¡¡Uwaaaah!!
Observó a Mary e intentó atacarla.
Kiasan, que había terminado de matar a los zombies, se paró frente a Mary y extendió los brazos.
—¡¡Detente, por favor!!
Kiasan estaba esforzándose demasiado para hablar alto y sin tartamudear.
Zei intentó atacarla, pero se dio cuenta de que ella estaba llorando.
Su rostro seguía siendo serio, pero estaba llorando.
Zei detuvo su puño frente al rostro de Kiasan.
—P-por... P-por... P-por favor.
Zei se dio un gran golpe en la cara y cayó al suelo inconsciente.
—¿Se golpeó solo?
—... L-lo h-hizo... p-para... p-protegernos.
Y así, sin saberlo, Zei evitó una violación y la muerte de un niño.
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Salí de la cajuela y estiré los brazos.
Los rayos del sol están fuertes. Hace demasiado calor.
Cerré la cajuela y me di cuenta de que estaba en un auto diferente.
—¿Eh?
Un delicioso olor entró a mi nariz... ¿Huevos?
Me acerqué al origen de ese olor.
Están cocinando al lado de la carretera... ¿Una fogata? ¿Cómo la encendieron? Yo no sé hacer eso... ¿Kiasan sabía?
Da igual.
Los sartenes y lo demás lo trajo Mary con ella. Fue muy conveniente.
—Buenos días. Huele delicioso.
Ambas voltearon a verme y Mary me abrazó.
Bueno... ¿Cómo puedo decir esto? Los pechos de Mary son grandes, y sentirlos en mí provoca que me excite.
Una mujer mayor, con pechos grandes y lindo trasero, me está abrazando... ¿Hoy es mi día de suerte?
—¡Gracias!
... ¿Eh?
—¿Por qué me agradeces?
Mi cabeza comenzó a dolerme... ¡Uwaaaah! ¡Ese maldito dolor de mierda! ¡¿Por qué no puede...?! Oh... Los recuerdos regresaron.
—¡¡¿Eh?!!
Me alejé de ella y observé los cadáveres de esos pequeños zombies verdes.
—¡¿Otra mutación?! ¡¿Y esta vez son zombies violadores?! ¡¿Qué mierda?! ¡Y aparte de violadores, pedófilos! ¡¿Intentaron violar a Kiasan?! ¡¡Malditos!!
Comencé a patear el cadáver de uno de ellos.
—¡Malditos enfermos! ¡¿Por qué no comen carne humana como los zombies normales?!
—E-esos... n-no son... z-zombies.
—¿No lo son...? Es cierto... En mis recuerdos, creo que te vi matar a los zombies sin problemas... Pero estas cosas verdes te atacaron... ¿Qué son?
Usaban armas... Mi ropa es prueba de eso. Está rota... Usaban navajas... ¿Qué son esas cosas?
—... Kiasan, Mary... ¿Fueron...?
—No.- Dijeron ambas.
Suspiré aliviado. Las rescaté a tiempo.
—Me alegro... Al menos logré mantener el control y golpearme a mí mismo... Kiasan, usas muy bien la espada. ¿No es pesada? Yo la siento ligera, pero creo que pesa.
—N-no... Y-yo... fuerte... H-habilidad... n-nueva.
—¿Despertaste una habilidad? Vaya... ¡Genial!
Bueno... Evité las violaciones de mis amigas y logré que una milf me abrace. Este día está avanzando bien.
—Lo mejor será seguir avanzando. En unas horas llegaremos... Espero que la información sea verdadera.
—Primero debes bañarte. Hay un río cerca.
—¿Apesto?
—... Te comiste a esas cosas verdes. Tienes la boca sucia.
—¡Lo siento!
Me alejé corriendo y me dirigí al río.
—¡Actué como un loco y me comí a esas cosas! ¡Me va a dar diarrea! ¡Qué...!
Me detuve y me acaricié el estómago... Espera... Desde que me convertí en zombie, no he sentido la necesidad de ir al baño... ¿Por qué?
[Respuesta: Los desperdicios se transforman en energía mágica.]
... Lo supuse.
Sí... Ya lo sabía.
Un cíclope y esas cosas verdes.
... Duendes violadores.
... Ya veo.
Si, sí.
Es muy lógico.
Sí... Muy realista.
...
...
—¡¡¿Qué demonios está pasando en este lugar?!!