La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 52
(Pov- Sinaí.)
—Ah... ¿Por qué es legal la compra de esclavos? Este mundo me da asco.
... Wow... Increíble.
Acepté ayudarlo porque necesitaba el dinero, pero... Él es increíble.
—Pueden torturarlo, me da igual, de todas maneras lo iba a matar. Les recomiendo que le metan cosas en el trasero.
Ángel dejó casi muerto a un comerciante de esclavos y liberó a los esclavos... Y los aventureros que lo acompañaban fueron asesinados... No tuvo piedad con nadie.
—Tomen, pueden comenzar una nueva vida con este dinero. Sé que fueron violadas y están traumadas, pero pueden comenzar una nueva vida... Pueden ser felices.
Les entregó todo su dinero.
—¡M-muchas gracias!
Una de las esclavas intentó abrazarlo, pero él se alejó de ella.
—No se encariñen conmigo. Tomen el dinero. Adiós.
... Genial.
—E-eres demasiado amable.
Ángel volteó a verme.
—No soy amable, solo odio a las personas que se aprovechan de otras... Vámonos.
—S-sí.
... Genial... Estar con él no será aburrido.
•
•
Ángel y sus compañeros cazaron un enorme oso para comer. Están en un bosque.
—¡La carne de oso sabría mejor con jugo de naranja!- Dijo Silvia enojada.
—¡No, con jugo de limón!- Dijo Rose enojada.
—¡Naranja!
—¡Limón!
Silvia y Rose están discutiendo mientras Ángel carga el oso... Y se cansó de escucharlas.
—¿Se pueden callar? Partiremos el oso en partes iguales y cada quien lo cocinará a su gusto. ¿Felices?
—¡Sí, Ángel!- Dijo Silvia sonrojada.
—¡Tienes razón!- Dijo Rose sonrojada.
Ángel suspira y voltea a ver a Zero, que camina a su lado en su forma humana.
—Zero, ¿sabes cocinar?
—Sí, amo.
—Perfecto, tú cocinarás mi parte.
—Está bien.
Sebastián se acerca a Ángel.
—Ángel, quisiera saber si... B-bueno... M-me preguntaba...
—No estoy interesado en los hombres. Lo siento, no puedo corresponder a tus sentimientos.
—¡¿Eh?! ¡No es eso!
—Entonces no actúes como una chica tímida y dime lo que quieres preguntarme.
—¿P-puedes entrenar conmigo? Quiero saber qué tan fuerte es Nisa.
Alvarado se acerca a Ángel.
—Yo también. Quiero saber qué tan fuertes son mis niñas.
—Supongo que podría, pero después de comer.
—Está bien.- Dicen los dos.
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Después de repartir la carne y de cocinarla, todos se sientan a comer en el suelo.
—Ángel, ¿es cierto que entrenarás con Alvarado y con Sebastián?- Dijo Rose.
—Sí.
—¡¿Puedo entrenar contigo también?!
—¡Yo también quiero!
—¡Y yo!
Ángel suspira y se levanta.
—Está bien, todos entrenarán conmigo.
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Ángel y los demás terminan de comer y Ángel se prepara para pelear. Ángel extiende su mano derecha.
—Zero.
—Sí, amo.
Zero se transforma en una espada y Ángel la toma con su mano.
—Como los necesito con vida, vamos a pelear hasta que yo lo diga, ¿entendido? No los quiero matar.
Todos dicen: "¡Sí!"
—Primero será Sebastián.
Sebastián se acerca a Ángel y saca su espada.
—¡Sal!
De la espada sale Nisa.
—¡Derrota a Ángel!
Nisa intenta golpearlo con su puño derecho, pero Ángel detiene el puño con su mano izquierda.
—Nada mal.
Toma con sus manos el brazo derecho de Nisa y empieza a dar vueltas.
—¡Sebastián, no siempre debes depender de Nisa!
La lanza contra un árbol y choca fuertemente.
—¡Nisa!- Dijo Sebastián preocupado.
—Admito que ella es muy fuerte, pero aún le falta algo... Tal vez deberías entrenar con ella. Necesitas aprender a pelear junto con ella y no que ella peleé por ti.
—¡Entendido!
—¡Alvarado!
Alvarado se acerca a Ángel.
—Tengo entendido que las niñas hacen que gastes mucha de tu energía mágica... ¿Desde que distancia necesitas estar de las niñas para que las puedas usar?
—Al menos a un kilómetro de distancia, más de esa distancia no puedo controlarlas.
—Ya veo... Usa el hechizo.
—¡Niñas despin!
Dos niñas salen del suelo.
—Haz que me ataquen.
—Sí. ¡Ataques sincronizados!
Las niñas intentan golpear a Ángel. Aunque la velocidad de los golpes de las niñas es muy increíble, él las esquiva fácilmente.
—La velocidad de sus golpes es increíble. Si yo no fuera un demonio, no fuera capaz de esquivarlos.
Ángel las toma de los brazos y las lanza hacia Alvarado.
—Nada mal, sus golpes son sorprendentes.
—Gracias.
—Haz que mejoren sus golpes un poco más y dales una espada.
—¿Espada?
—Cuando ellas dan vueltas, son muy veloces. Si les das una espada, el daño que provocarían sería mayor... Te daré un ejemplo.
Ángel se acerca a Logna.
—Cuando se abracen...
Ángel abraza a Logna y ella se sonroja.
—Abrázame para demostrar algo.
—S-sí.
Logna abraza a Ángel.
—Haz que las niñas extiendan su brazo derecho usando la espada. Logna, extiende tu brazo derecho.
Logna y Ángel extienden sus brazos.
—Mientras dan vueltas...
Logna y Ángel dan vueltas lentamente.
—Los enemigos que se acerquen a ellas recibirán mucho daño por las espadas.
—¡Tienes razón, no lo pensé antes!
Ángel se aleja de Logna.
—Gracias por tu ayuda, Logna.
—D-de nada.
—Bien, ¿quién sigue?
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(Escuela "Nueva vida".)
Crismei termina de mostrarle la escuela a Ángel.
—Es una escuela interesante.
—¡¡Crismei!!
Un anciano con una bata roja, alto, delgado, calvo y con un pequeño bigote azul, se acerca a ellos corriendo con un libro.
—¡¡Lo encontré, Crismei!!
—¡¿En serio?!
El anciano se para frente a ellos.
—¡Está en el país "Grendis"! ¡En la Capital del país, hay una tienda de pociones, en donde puedes encontrar la que estás buscando!
—¡Muchas gracias!
Crismei abraza a Ángel.
—¡Recuperarás tus recuerdos!
—¡¿En serio?!