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En ese lugar Jimin atendía a las personas, evitando tener contacto de más con los hombres que buscaban a chicos jóvenes como él para comprarlos y llevarlos para que sean sus esclavos, haciendo cosas tan asquerosas que ni siquiera él se podía imaginar.
Durante el tiempo que lleva trabajando en ese lugar ya había habido distintos incidentes donde los hombres se propasaban con él, diciendo cosas asquerosas que solo trataba de ignorar.
El tiempo comenzó a pasar el primer pago de Jimin desde que está solo y por su cuenta en el mundo. Fue afortunado de haber conseguido el empleo a pesar de que no tenía edad suficiente para trabajar, después de haber contado su situación, el dueño del lugar lo contrato.
—Joven Jimin, Aquí está su primer pagó.
Dijo Yoongi manteniendo su distancia entregando personalmente un sobre con el dinero de su primer sueldo ya que no contaba con tarjeta de crédito por ser menor de edad.
—Gracias.
Susurró Jimin con una alegre sonrisa en sus labios. Yoongi se dio la vuelta para caminar observando que todo estuviera bien ordenado para cerrar el lugar.
—Ya pueden irse, es hora de cerrar el lugar.
Todos se despidieron y salieron del lugar, Jimin tomo un taxi y pidió que lo dejarán en el supermercado cerca de su casa para poder comprar comida y cosas básicas para la casa. Al salir del supermercado tomo otro taxi y fue a la casa de sus difuntos padres donde por fin logró tener una cena decente.
Al terminar de cenar feliz camino por la solitaria casa, todo les recordaba a sus padres, cada rincón, casa objeto le traía recuerdos de sus padres con vida.