—¡No!
Grito, Hyunjin comenzaba a destrozarlo mientras mordía y dejaba marcas notorias en su espalda, lo mordía y lo hacía sangrar.
Hyunjin se movía cada vez más rápido, dando fuertes embestidas, viendo como su ano sangraba.
—Mhg~
Le dio una fuerte nalgada, seguida de más y más fuertes, dejando sus nalgas marcadas con sus manos.
Paso alrededor de una hora hasta que aquel hombre terminó y dejó a Jimin de nuevo solo.
Jimin buscaba la forma de escapar, pero era inútil, estaba muy débil para idear un plan de escape, así que solo se resignaba a morir en ese lugar
Los días pasaron, y las violaciones no se detuvieron, a veces era uno, o los tres juntos que lo follaban hasta el cansancio.
Llegó el día viernes, y aquellos infelices vistieron a Jimin y lo llevaron a un bar.
—Veamos cuánto nos dan por ti putita.
Jisung lo llevaba en sus piernas, follando su culo, y dándole fuertes nalgadas, mientras Jimin lloraba en silencio.
—Extrañaré tu culito.
Jisung acabó dentro de él y saco su pene, dejando el culo de Jimin abierto. Lo vistió de nuevo, y espero a que llegaran al lugar.
Jimin reconoció el lugar, era el bar donde trabajaba. Jimin no estaba en sus cinco sentidos, se sentía mal, débil, asustado e indefenso.
Jamás creyó que terminaría siendo vendido a algún pervertido, pero ¿Qué podía esperar si hasta fue violado infinidad de veces por cinco días seguidos entre tres hombres?
Lo bajaron obligándolo a caminar, se notaba tan mal, las mirada morbosas estaban sobre el mientras que solo trataba de evitar verlos.
—¡Míralos, puta! ¿¡Con quién vas a irte el día de hoy!?