Los hombres se habían divertido con el cuerpo de aquel chico virgen como quisieron, Jimin estaba en un shook, callado, mirando al frente sin decir nada sintiéndose terrible, destrozado y miserable ¿Por qué a él?
El día siguiente llegó, Jimin tenía esperanza de que lo dejaran libre, pero no fue así, su miedo volvió cuando uno de eso hombres llegó a la habitación.
—Hola pequeño... Qué bueno que despertaste, es hora de divertirnos, estamos solos, y serás solo mío.
Hyunjin se acercó al cuerpo desnudo de Jimin y comenzó a besarlo con descaro, acariciando su pene, para poder lograr una erección en él.
—Basta..
La voz de Jimin estaba siendo retenida por los labios del asqueroso hombre que seguía besándolo.
—Shhh... Se que lo vas a disfrutar.
Hyunjin metió uno de sus dedos a la boca de Jimin y luego lo llevo a su culo, que aún seguía con sangre y el semen de los tres.
—¡NO!
El grito de dolor de Jimin se escuchó por todo el lugar, comenzando a llorar de nuevo.
—Se que lo disfrutas... Vamos pide más.
Hyunjin comenzó a mover su dedo con fuerza, después metió otro y lo movió, haciéndolo llorar cada vez más.
—por favor, piedad....
Suplicaba Jimin aquel hombre dejaba besos por todo su cuello mientras sus dedos se movían velozmente.
—Por favor, ya déjame...
Hyunjin mordiendo su labio metió más sus dedos al fondo, Jimin se retorcía de dolor y gritaba de desesperación.
—Cállate bonito, va a gustarte.
Dijo dándole vuelta, alzando un poco su culo, Jimin aterrado trato de removerse.
—solo me calientas cuando me dices que no quieres más.
Hyunjin saco su pene y se enterró sin compasión dentro del ano de Jimin quien se retuerce y grita de dolor.