Verlo determinado y sin dar su brazo a torcer me dio más ánimos y en parte pude calmar mis demonios, el trato era ir los 2 y avisarles a los chicos, eso me incomodaba pero accedí, no podía negar que necesitaba que alguien nos cuidara las espaldas.
La mansión Fertuchini era nuestro punto de encuentro, lógicamente llegar allí y ver que era más custodiado que el castillo de la bella durmiente era asombroso, la oscuridad de las nubes tapando la luna era algo increíble, sentía que hasta un poder misterioso me ayudaba con cumplir mi venganza, al apenas bajar el muro con sumo cuidado empecé mi cacería, los que no conocía los desmayaba y las caras familiares los mataba con una técnica prohibida, claramente mi descuido fue evidente y cuando abrí el gran portón fue que caí en cuenta, los mejores hombres estaban en espiral y el todo el centro como una ave enjaulados estaba Kindi, atado de pies y manos, no necesite forzar la vista para verlo más desmayado de consiente.
Mi rabia la deje libre y abrí por completo esa puerta prohibida y deje que mi yo del pasado que muchos años obligue a estar en la oscuridad por primera vez volviera a ver la luz, quite mi gorra y me quite algunas ropas que me incomodaban, mi cabello lo amarre de otra manera y muy ajustada.
Ver a Guillermo quien reía y decía: Uy que miedo, que alguien llame a la policía, una loca con cara de demonio me quiere partir el….
Christina: deja la estupidez, quieres dejar de actuar como si fueras la damisela en peligro.
Andrea: -grita- MALDITO.
Guillermo: vez, acabas de despertar el demonio.
Christina: cállate -mirando a Guillermo y luego guiando su vista a Andrea- primero que nada deja la tontería, además ya estás en jaque Andrea, ríndete.
Andrea: ¿A qué te refieres con que estoy en jaque?, no será que piensas que mi Rey es Kindi ¿o Si?
Guillermo se alzó y llevo sus manos a su boca como si hubiera confesado un secreto y luego de manera burlona decía que yo jamás tendría un Rey, ningún hombre aguantaría una Reina tan temperamental, y volvió a recordar mi apodo de años "La Reina de la muerte" alegando que sólo los muertos serían capaces de volverse un Rey.
Christina se asombró y río a carcajadas mientras se mofaba al decir que ni los muertos serían capaces de ser mis prometidos, los 3 nos conocíamos desde hace años y su bullying hacía mi eran pasados de lo normal, aunque viera por donde lo viera ningún tipo de burla hacía otra persona era normal, siempre me decían que los ignorara y que con el tiempo todo se olvidaría, pero ¿Qué es peor que preguntar y oir algo que no quieres oir?
En el pasado mientras estudiamos juntos me atreví a preguntarles si les había hecho algo malo, que esos juegos no me gustaban y que si me odiaban, saber que lo único malo que había hecho era estudiar con ellos, que mi único delito fue según ellos era ser fea y que me odiaban porque sólo por ser fea.
Claramente vieras por donde lo vieras era algo ilógico pero el mundo actual era así de cruel, saber que sólo era porque si me dolió, si era realmente bonita o fea nunca me había importado ya que no me deje afectar por ello, a mi me importa más el interior que el físico.
Ver como se metían con Kindi y insultarlo de mil manera era algo que no permitía, pero cuando ataque uno de sus soldados una descarga eléctrica fue directo a la jaula de Kindi y oírle gritar de esa manera me hizo congelar.
Guillermo: ay lo siento, olvidé mencionar que el ave negra está en una trampa mortal, por cada hombre que mates la descarga eléctrica irá aumentando a un nivel muy peligroso.
Andrea: están enfermos los dos, como pueden hacer algo tan ruin, cobarde e inhumano.
Christina: ¿No te lo dije antes?, crees que somos tan tontos como para enfrentarnos a ti así como así -risa fuerte-
Cuando creí que habían terminado su peloteo y sus risas, un rostro de secundaria del cual nunca quise volver a ver sale de la oscuridad con un Elías un poco desmayado, mientras me ve y se burla porque parezco una muñeca de cristal y baja las escaleras, luego se acerca a un distancia prudencial y me lanza el cuerpo de Ellas quien se quejaba de dolor y lo maldecía.
Renato: A los años que no te veía, creí que realmente estabas muerta, a ver si adivino, hiciste un pacto con la muerte.
Andrea: -cargando a Elías- de hecho si, me los llevaré conmigo al mismo inframundo y no los dejaré escapar de allí.
Renato: -risa- eres tan tonta, debiste quedarte escondida debajo de las alcantarillas con las ratas, ya que ese es tu hogar ¿No es así?
Elías: -bajando de mis brazos- cállate… maldito, crees que ella caera en tu trampa... tu eres mucho más horrible que ella, ustedes tres… son de lo peor.
Oir eso de la boca de Ellas me había hecho reaccionar, sonreí un poco al ver como su fuerza de voluntad era mayor, es cierto que por un momento había flaqueado y creído que este sería un jaque mate, pero al oir del mismo Elías quien mientras tomaba aire gritaba que el sería capaz de ser mi Rey; mi cara fue de asombró a confianza.