Me deje llevar por Lili y Elías a su casa, sentía que toda mi paz colapsaba, estaba preocupada por mi hermana, Kindi, los chicos, incluso de Lili quien decía que si yo iba ella iba; ya había perdido a muchas personas, jamás le podría decir a Lili que la consideraba más que una amiga, sabía que eso sería ponerla en peligro, perdí a grandes amigas y a mi mejor amiga quien era mi madre.
Me sentía en la oscuridad a un punto que yo misma me decía: lo mataré, pero me lo llevaré conmigo al infierno, me llevaré a cuantos pueda conmigo.
Me alce y me di un largo baño, mientras calmaba mi cuerpo analizaba con cabeza fría, desde cada punto estratégico, desde donde podía estar Kindi hasta si Esteban estaba con el, sabía que Esteban jugaba sucio, pero algunas veces accedía en ir a dicho edificio y ver el espectáculo.
Mientras tomaba el baño meditaba y calmaba mi cuerpo como si aún estuviera en depresión y no a punto de sacar a un demonio que hace muchos años enjaule, como si hubiera accedido a no ir me disculpe con Lili y Elías por querer actuar por impulso.
Lili me abrazo y me dijo que lograba entenderlo, pero actuar con cabeza caliente no era la idea, la mía no estaba caliente, estaba de un frío que quemaba, y dicho frío pensaba usarlo con ellos mientras los mataba, mientras comía la cena con ellos mentalmente pedía perdón a mi profesor y su sagrada enseñanza, había decido usar las técnicas prohibidas para destruir a Esteban.
Luego de terminar mi cena fui a la recámara y al ver mi celular parpadear por la luz decidí encenderlo y ver que pasaba, había un mensaje de alguien que ni número tenía, me incomode un poco pero accedí en leer
Mensaje de desconocido: muy buenas noches Sra. Andrea, tal vez es algo tarde mi mensaje, pero si sabe ocultar su número de teléfono, me tarde más por piratear el celular de Kindi, por favor no se valla a enojar, sus hermosos ojos azules son más bellos cuando están claros y no oscuros como el mar. Acá os dejo una invitación… de usted dependerá si acepta o no.
Leer dicho mensaje en plena oscuridad me hizo alertar, significaba que ya desde hace horas o días estaba siendo espiada, eso significaba que Lili y Elías estaban en problemas si accedía en quedarme más tiempo en casa de ella, vi el mensaje de la invitación y pulse en aceptar, supe que de esa manera el o ella sabría que iría a dicha trampa.
Decidí hacer un plan para poder irme con calma, primero debía dormir a Lili y luego dejar des orientado a Elías, como si todo cayera por si sólo Lili me aviso que iría a la biblioteca de su casa, busque una silla cerca y la tranque con la puerta, aunque hubiera ventanas me daría unos minutos de ventaja, cuando quise buscar a Elías lo vi dormido en el sofá, la idea era verificar si estaba dormido pero de un juego de piernas me logró inmovilizar y mientras me miraba fijamente decía
Elías: ¿Tan idiota me vez?, intuía por tu forma de actuar que algo ocurría y ahora lo confirme, además, no eres la única que tiene asuntos pendientes con Esteban.
Andrea: ¿Qué quieres decirme con esto?, no me dejaras ir.
Por primera vez pude ver como los ojos de Elías se tornaban oscuros, supe que tocaba una vena delicada si seguía con el tema, entendí que el fingía que sólo sabía pelea callejera, pero al ver ese juego de pies entendí que el a un no me mostraba su verdadero yo; accedimos en ir pero cada quien por su lado y sólo nos hablaríamos por un radio difícil de burlar.