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Chapter 54 - El Diario

Esa misma noche, Alhelí fue hasta el cuarto que antes había sido de su madre, sostenía en sus manos el diario de ella, se sentó en la cama y lo abrió.

Cada página tenía escrito una fecha diferente, el diario abarcaba 5 años, desde la primera hoja hasta la última, muchos escritos de ella eran poesías de amor y todas eran firmadas con una elegante "S", dedicadas a Víctor.

La última noche que escribió, según la fecha era.

"31/Diciembre/1999.

"Esta noche vuelve Víctor, lo he esperado durante 3 semanas, se que no está contento con este embarazo, pero este bebé no es solo de él, es también mío. Se que soy lo suficientemente fuerte para tenerlo sin ningún problema, al menos se que no me rendiré.

Me pregunto como será, espero que se parezca más a su padre que a mi, él es mucho más bello que yo... Jejeje, ojalá tenga sus ojos, y sus labios, y cabello, en fin todo de él, ah.. menos su carácter, no quiero que sea arrogante y testarudo como él, jeje jeje. Sigo pensando que es un varón, aunque para ser sincera prefiero una niña, si es niña le pondré Alhelí, como mi flor favorita, y si es niño le pondré.... Mmm... Víctor, si, el pequeño Víctor...."

El texto concluía ahí, al parecer la madre de Alhelí, Sabrina se vio interrumpida en ese momento.

Busco unas páginas más atrás y encontró otro texto interesante, le llamo la atención el nombre de "Tom".

"13/Septiembre/1999.

Esta mañana nuevamente encontré un ramo de flores de Alhelí en mi habitación, Tom siempre me halaga y sorprende con estos dulces gestos, y como siempre me trajo el desayuno a la cama, le agradecí las flores que aromatizaban mi cuarto, pero lo vi extraño, estaba muy tímido, no entendí porque hasta que se fue y mire la charola de comida que dejo cerca de mis pies, había un sobre junto a mi plato. Imagine que ese era el motivo de su nerviosismo. Abrí el sobre y dentro había una carta. De alguna manera ya sabía lo que contenía, pero hasta ahora nunca he querido aceptarlo:

Señorita Sabrina, se que no he podido esconder mis atenciones hacia usted, y lamento decirle que cada detalle es con una intención oculta, yo... La amo, la amo como un hombre debe amar a una mujer, se que muchas veces usted me ha dicho que soy como el hermano que nunca tuvo, pero para mi usted es la mujer que nunca tuve y que nunca tendré, he respetado a mi señor Víctor, y por sobre todo a usted, pero necesitaba decirle estas palabras, que la amo con todo mi corazón, y aunque se que me estoy metiendo en un tremendo problema con el señor Víctor, para mi vale la pena el castigo, por que mayor martirio es esconder esto que siento por usted.

Todo suyo, Tom.

Siempre he sabido todo esto, pero mis ojos solo pueden ver a un solo hombre, o más bien nisiquiera a un hombre sino que... a un vampiro."

Sabrina albergaba mucho cariño hacia Tom, pero su amor por Víctor era más grande que cualquier cosa en el mundo, Alhelí pudo comprender eso, pues ella sentía exactamente lo mismo por Drogo, quien la estaba mirando desde la puerta.

-Tú madre, era una gran mujer- Le dijo mientras se acercaba a ella.

-Si, tan buena que me avergüenza ser como soy...- Se levanta y busca en las gavetas del tocador la carta. -Aqui dice que escondió la carta en una gaveta...- Abrió las 3 gavetas y no la encontró, pero miró una pequeña hendidura en una, entonces destrozó la madera y en medio se encontraba el sobre. -Aqui está-

Sacó la carta y leyó exactamente lo mismo que decía en el diario.

-Mi madre la transcribió a su diario- Se la mostró a Drogo.

-Tom se había enamorado bastante de ella, no lo culpo. Si fue tan hermosa como tú es lógico- Ella sonrió.

Drogo se acercó y puso una mano alrededor de su cintura y con la otra la tomó de la barbilla, la besó con suavidad y le susurró.

-Ahora, tenemos una vida que iniciar, no quiero volver a separarme de ti- Le puso un mechón del cabello en la oreja. -Aún Tom sacrificó su vida para darnos esta oportunidad, no dejemos que su muerte allá sido en vano, ¿Sí? - Ella asintió y se arrojó nuevamente a sus brazos.

Por pura casualidad, esa misma noche Nicolae fue con Lourie y Peter a cazar, entonces tuvieron la mansión para ellos dos.

Fueron rápidamente sin titubear hasta la habitación de Drogo, de un solo tirón se desvistieron.

Comenzaron los besos y caricias incesantes, mantuvieron el ritmo de sus movimientos constantes, esta vez ella no se cansó lo que hizo que el éxtasis y los múltiples orgasmos se pronlogaran por más tiempo, nisiquiera fue necesario usar la cama, pues fue poco lo que se mantuvieron ahí.

Drogo sujetaba con firmeza sus caderas, mientras ella se movía con gracia sobre él, en sus manos podía sentir los músculos perfectamente esculpidos en el cuerpo de Drogo, besaba su cuello y con pequeñas mordidas hacia que él se excitará más, la tomó del trasero apretandolo con fuerza y pegando la más a su cuerpo.

La apoyo contra la pared y le levanto una pierna hasta su cintura, ella levantó sus manos sobre su cabeza y disfrutó de cada embestida que él le daba, él empezó a besarle el cuello hasta descender a sus pechos los cuales disfrutó saboreando uno a uno, ella gimió una y otra vez al sentir la lengua de él recorriendo su cuerpo con suavidad y ternura.

Luego lo empujó contra una silla y se puso sobre él, lo besó con pasión y empezó a saltar sobre su miembro erecto que la recibió con felicidad, Drogo se dejó complacer, pues le gustaba cuando ella tomaba el mando, los dos alcanzaron el clímax, ella se aferró a él, como un bebé a su madre, y lo besó sin querer soltarlo.

-Es... Eso fue genial- Exclamo Alhelí.

-No sabes como me tienes, amor- Le mordisqueó la oreja. -Quisiera tenerte así cada segundo, no sabes lo mucho que me controlo para no hacerte el amor a cada rato-

-Jejeje, bueno. No quiero que te controles esta noche- Le dijo con una mirada que le suplico por más.

-Soy tuyo, hermosa-

La levantó y está vez si la acostó en la cama, se puso en medio de ella y la besó, pero no en los labios, esta vez bajo hasta su entrepierna, haciéndola gritar aún más que antes.

Aprovecharon cada segundo, hasta que escucharon a lo lejos los movimientos de sus hermanos en lo profundo del bosque.

Se quedaron en la cama tan solo besándose hasta que amaneció.

Nicolae les informó, cuando se decidieron a bajar, que se habían encontrado a Sara y a su familia en el bosque, les comentó que la abuela de Sara estaba muy ansiosa por conocer a Alhelí.

-Creo que sería lo correcto visitarlas, ellas fueron una gran ayuda para nosotros- Mencionó ella con sinceridad. -¿Vamos Drogo?- Él asintió y emprendieron el camino hasta la casa de Sara que estaba en un lugar un poco apartado pero siempre cerca del pueblo.

Apenas llegaron y salió Sara a recibirlos, ellas ya sabían que llegarían. -Hola, me alegra que hayan venido- Les dedico una tierna sonrisa. -Vamos, mi abuela los espera-

Entraron a la casa que era muy antigua, pero con un ambiente muy hogareño.

-Abuela, mira quién vino a verte...- Dijo Sara con una dulce voz.

Salio de una habitación una anciana en silla de ruedas, sus piernas estaban amputadas. La anciana sonrió cuando miró a Alhelí frente a ella.

-Que bella eres, Alhelí- Dijo la anciana con una voz ronca. -Ven, cariño. Dame tú mano- Le pidió la anciana.

Alhelí se acercó y se dejó tocar por la anciana, le sonrió con sinceridad y le dijo...

-Gracias por lo que hizo, por ayudarnos- La señora sonrió viendo a Drogo que se había quedado a distancia.

-Puedes sentirte cómodo, hijo. No muerdo...- Bromeo la anciana.

Drogo rió y se acercó a ellas, cuando lo tuvo alcance la anciana tomó también la mano de él y la unió con la de Alhelí.

-Felicidades, queridos míos, Enhorabuena, enhorabuena- Los soltó, hizo bailar su dedo índice en el aire y se rió, se giró para ver a Sara. -Llevame adentro hija, quiero descansar. Ofreceles una buena cena, ¿Si?- Sara sonrió y la llevó hasta el cuarto más al fondo.

Alhelí y Drogo se quedaron extrañados, trataron de escuchar algo de lo que la señora pensaba pero no pudieron, obviamente era una bruja sumamente protegida, tal vez Alhelí hubiera podido, de haber sabido controlar mejor su poder mental, pero ahorita tenían que quedarse con la curiosidad de saber que significaba aquella "Enhorabuena" que la anciana les había dado.

Sara preparó un poco de guisado y les ofreció, solo ella y Alhelí comieron, Drogo observaba con ternura a su amada, lo cual Sara no pudo pasar por alto.

Se sintió feliz por ellos, pero a la vez sintió tristeza.

-Todo saldrá bien- Le dijo Alhelí tomándole la mano. -Fred sabrá entender y van a poder estar juntos- Sara sonrió.

-Ojala tengas razón, ya veremos qué pasa-

En todo ese tiempo, Sara y Fred se habían enamorado, pero el hecho de que ella fuera una bruja impedía que pudiera estar con un humano normal, y al menos por un tiempo tuvo que tomar la decisión de terminar su relación con él para concentrarse en aprender sus poderes, para lo cual también tuvo que pedir un permiso de ausencia que duraba 6 meses en la Universidad.