En una de las aldeas cercanas a la región de los dragones se sitúa una de las aldeas humanas a la que RYU piensa ir muy pronto.
RYU está en casa, el solo hecho de ver a su hermana TIFÓN mas vivaz y alegre, le alegra la vida, también el hecho de que sus hermanos NARVAL Y FAE se ven mas tranquilos, el hecho de que aquella niña los siga, los bese y regañe, les da paz en el corazón.
El que aún sigue un poco renuente es DRAKE.
El, es muy estricto con TIFÓN, aunque ella siempre termina ganando los favores de su hermano, a pesar de que el se niega a llevarla con el o jugar con ella.
Cuando DRAKE se niega, a su regreso, su hermano, sin duda le ha traído algo que ha encontrado.
Ella colecciona sus piedritas de colores y flores secas como sus preciados tesoros.
TIFÓN, quizá por toda la atención que recibe de los 4, su buena cabeza o quizá su talento natural, ha aprendido a temprana edad a controlar su poder de transformación.
Es el amor en los ojos de su padre, el antiguo rey DRAKO, recuerda lo que dijeron los que lo eligieron rey, en aquella vez que tomó el poder de la piedra.
Ellos darían como herencia parte del poder de la piedra al tener descendencia.
Sus hijos, por medio de el y de su esposa IMOOGI la recibieron.
El, espera grandes proezas de parte de ellos, solo espera que le alcance la vida para verlos... recuerda con nostalgia a su esposa, ver a su pequeña lo hace feliz.
Sin embargo, el vacío de su esposa e hijos perdidos, es inmenso.
El antiguo rey, besa la mano de su hija, le dice que le encarga ser más seria en sus avances.
TIFÓN, toma esto como un cumplido a seguir.
Acepta las palabras de su padre.
Ver a TIFON con vida, alegra la vida de RYU, sin embargo, desea ver a PANDORA.
En algunas ocasiones, RYU vuela cerca de la aldea de los humanos y cambia su forma a la de un humano con vestimenta de aldeano.
Vaga por las aldeas, buscando el rostro de PANDORA, sin lograr verla.
Algunas de las veces, cree verla por alguno de los pasillos de las calles de la aldea, el corre tras ella, le habla, corre muy rápido y sin embargo, al llegar hasta la joven, ya sea pelirroja o morena, ya que el no sabe de qué color es su cabello en este momento, resulta ser otra joven que lo mira extrañada y se aparta de el.
O en otros casos, es solo un espejismo de su misma mente.
Estas decepciones le hacen perder un poco la esperanza, el se culpa por haber olvidado a PANDORA aquél día, en ese momento en que le dio la espalda sin si quiera voltear.
Siente que quizá ella ya no quiera verlo, y, aún así, el solo... solo desea verla otra vez... aunque sea una sola vez y... si ella ya no desea verlo... entonces...no, el no desea escucharlo.
El luchará para que lo perdone, es algo extraño, pero, su corazón se hace pequeño y frío cuando piensa en PANDORA, necesita su luz y su calor para ser feliz.
RYU está en las afueras de una de las aldeas, camina muy desolado hacia la orilla de un risco.
Junto a aquella orilla, alcanza a ver a una mujer joven de unos 15 años, de espaldas con su oscuro cabello largo y suelto, de vestido largo, como es la usanza de la mayoría de las aldeanas y con una pañoleta en su mano, se la ha quitado de su cabeza.
RYU se ríe de si mismo, ha de ser otro de sus espejismos, de igual manera se acerca a ella.
La joven se asusta por un momento, al ver al joven humano en el que se transformó, ella se sorprende para bien, el se ve muy apuesto, lo que la sonroja, el se disculpa por haberla asustado.
Se sienta cerca, a prudente distancia en el suelo.
Ella lo nota muy triste.
Luego de un breve silencio.
Ella le pregunta si ¿el es nuevo en la aldea?
El dice que no es exactamente eso pero, si.
La joven sonríe, afirma que si, al principio, es un poco frustrante, volver a empezar. Justo a ella la cambiaron hace dos semanas a esta aldea.
Ella es de una aldea de unos 50 kilómetros de distancia.
Lo bueno es que, tuvo suerte, le dieron una casa pequeña y acogedora.
La antigua dueña decoró las ventanas con piedritas de colores que ha de haber recogido del rio.
Esto reconfortó un poco el corazón de RYU, le comenta que su casa debe ser hermosa.
La dueña de verdad la apreciaba.
La chica conmovida, bajando la mirada le dice que sí.
Aunque es una linda casa, también es una casa triste.
El joven voltea a verla.
Ella le sonríe, se explica, en la casa hay muchos dibujos de un dragón, por más que ve cada detalle, no hay duda de que es el mismo.
Ha de haberlo querido mucho.
En todas las hojas está escrita la misma frase: un dia a la vez.
Los ojos de RYU se abren de par en par, esperanzado.
Se incorpora con rapidez frente a la joven que se asusta por un momento.
El joven RYU le pide que por favor le muestre.
La joven lo ve con algo de desconfianza y se levanta queriendo apartarse de el.
El joven se disculpa, es solo que el está buscando a una persona.
El solo desea saber cómo es el dragón que fue dibujado.
La joven, dudando, le dice que si, le mostrará, pero, esto es algo que ella no debió divulgar, es solo que, de alguna manera, el le dio la confianza.
El promete no decir nada al respecto, solo desea, necesita saber.
Ella lo mira tan emocionado y a la vez con ese aire de desesperación, como si necesitara el dibujo para volver a respirar.
Que siente que no puede negarse.
FIN DE CAPITULO 25