Tras pasar unas horas que no me moví de la cama en todo el día reflexionando, tanto así que Hiroki llegó a imaginarse que yo estaba enferma. Solo pensaba en todo lo que estaba pasando y lo último que quería era desaparecer. Todo sale tan rápido, era como estar en un sueño, una pesadilla a la que quiero despertar.
—Naomi... Te traje comida— interrumpe la voz que era la única forma de darme fuerzas.
—Gracias Hiroki— Doy una media sonrisa— pero no tengo hambre.
—Aun así, tienes que comer o te enfermaras más— insiste tan amable. Asentí ofreciendo la comida. Se sienta a mi lado para darme teriyaki como niña pequeña. — ¿de qué hablaste con Satoshi? — pregunta de repente que me sacó de lugar. Con dificultad trago la comida sin responderle nada al respecto.
—¿c-como sabes...
—Soshi tu amiguito me lo confesó todo y mi tía... aceptó que se quedara un par de días para mantenerte a salvo... — dice un poco irritado, doy una mueca de estrés. Él me mira nuevamente y me pregunta por segunda vez queriendo sacarme la verdad.
—Mm... Él... Al parecer todo fue un malentendido— balbuceo.
— ¡¿cómo va a hacer un malentendido después de ver como él mató a tu padre y prácticamente te echó?!— pregunta molesto.
—eso lo asegura también Soshi, que en realidad Satoshi no es el malo de la historia...— intento defenderlo un poco, pero tampoco podía asegurar nada — créeme que tampoco entiendo nada de lo que está pasando...
—Naomi ¿ya tan rápido lo perdonaste? — me mira serio como si me estuviera interrogando, intento negarlo, pero en parte es cierto... creo que ya lo perdoné en el fondo aún con todo lo que ha pasado.
—no claro que no... Hiroki no están fácil, pero tampoco puedo tener rencor en mi alma, además no podemos asegurar si él realmente es malo— "pero tampoco podemos asegurar si es bueno".
—¿aún te gusta?... — Eso me saca más de tono, pero no estaba segura, por un lado, ahora sé que Satoshi no es el villano, no puedo dejar de pensar en todo lo que hemos vivido, nuestra historia, y, aun así, no dejo de pensar en que a veces mi corazón suele palpitar, pero siento que no es lo mismo... No puedo asegurar nada, porque estoy tan perdida como Hiroki.
—yo... No lo sé... — "¿qué tan malo es ser honesto"? Hiero a los demás por estar pérdida, por intentar escapar.
—¿te quieres casar con él? — eso tampoco lo puedo asegurar, en verdad era lo que más quería, pero ahora ya no sé... Hiroki me causa algo más extraño y que no puedo entender.
—... Hiroki... No lo sé... me siento... pérdida... Y aún más cuando tú también estas en las mismas... —lo miro triste —te hago las mismas preguntas... Si quieres que sea clara contigo, sé claro conmigo... ¿Te gusta Kyoto?... — él se queda tan callado, no me da ninguna respuesta, al parecer esta como yo igual de desorientado, en su mirada a veces se ve que no soy esa mujer, pero hay ocasiones en que quiero pensar que es solo mi propia exageración. De repente alguien nos interrumpe entrando sin previo aviso, era Satoshi, justo a la persona que Hiroki tiene ganas de partirle la cara ...
—¡¿Tú que haces aquí?! — le exclama Hiroki parándose, le intento calmar explicándole, él me entiende, pero aún está muy molesto por lo que sucedió hace un par de días... le rogué que me dejara escucharlo y Hiroki accede sin perderlo de vista
—Naomi...— ignora la presencia de Hiroki simulando que no existe, puedo sentir la rabia de él —Tengo algo que decirte, me iré mañana temprano, dejaré a Soshi aquí escondido, pero me gustaría que durmamos por esta noche —abro los ojos a su petición tan desprevenida.
—Yo...
—¡No! — intervino Hiroki— ¡ella es mi prometida y digo que no! — lo mira desafiante.
—creo que ella tiene que tomar su propia decisión, ella no es tu perro para que le estés dando órdenes, si aún no se han casado— amenazó.
— ella es mía, por lo tanto, yo tengo derecho a decir no— ese comentario insinuando de "ella es mía" como si yo fuera su propiedad o su trofeo, me sacó de quicio.
—¡Ella jamás ha sido tuya! Sólo porque el rey dijo que fueras su prometido no significa que ella quiera estar contigo — le reclama Satoshi queriendo llevarme con él.
—por sí lo olvidas... ella se va a casar conmigo, por ser mi prometida ¡me pertenece! — al decir aquellas palabras, sentí... que me estaban tratando como objeto, como un simple trofeo, me enfurece que Hiroki no tenga respeto por lo que yo decida y no confíe en mí.
— ¿qué insinúas?... — lo miro perpleja y muy molesta — Tú no tienes derecho... Ni siquiera as decidido como para decir que soy de tu propiedad — frunzo el ceño - ¿o solo alimentas tu orgullo? ¡¿cómo puedes decir algo así, cuando me mientes amando a otra mujer?!— él se queda callado, lo miro furiosa sabiendo que lo estoy diciendo es verdad... si el todavía no se ha decidido ¿cómo puede decir que soy de su propiedad? Hiroki se retira con un gruñido muy molesto. Lo miro irse indignada, es horrible pensar que parezco un galardón al cual quieren obtener a las malas, y no solo por el lado de Hiroki y Satoshi, si no por la persona que quiere acabarme también soy como un trofeo. No tuve más opción que dormir con Satoshi... Aún tenía mis dudas, mantengo distancia todo el tiempo.
Me suelto el pelo después de haberlo mantenido cogido todo el día y acaricio mi cabello muy melancólico; las manos de Satoshi se posaron sobre mi vientre y se entrelazó mi cintura en el cuerpo de Satoshi "¡¿qué está haciendo?!" mis mejillas arden de los nervios, me alejo de él de inmediato, él me ve confundido y ofendido. Trago saliva nerviosa.
— ¿te pongo nerviosa o solo no quieres que te abrace? — pregunta entre burlón y sarcástico.
—yo... Aún soy la prometida de Hiroki... —intento no mirarle al rostro, él se queda callado asintiendo un par de veces y se acuesta... Doy un suspiro pesado, se forma el mal ambiente; me acuesto a su lado de espaldas, pero aún había presión en él ambiente por muchos minutos, no estoy segura si ya han pasado horas.
—No puedo creer que aun después de cómo te trató de perro faldero, digas que eres su prometida... — dijo tan molesto, era la primera vez que se enojaba conmigo, pero supongo que en parte me lo merezco, en teoría tiene toda la razón después de que ni siquiera ha decidido a que mujer ama en verdad.
— él no es malo... Solo... No sabe cómo expresarse... — lo defiendo muy tranquila intentando justificar su comportamiento tan imprudente.
— y aún lo defiendes!... Pensé que nuestra conexión nunca se iba a desvanecer Naomi... ¿ese beso no significó nada para ti? — siento que él está ardiendo de los celos y el enojo, puedo sentir la pesadez de sus palabras.
— Satoshi... Tú más que nadie sabes que las cosas cambiaron, en realidad no es mi problema... En verdad que ya no sé cómo mirarte — le dije triste sin añadir otro comentario. El de repente se sienta muy abrupto estando casi encima de mí sosteniéndome los puños— ¡¿qué haces Satoshi?!— le susurro muy asustada.
— ¿tú crees que no me duele? — lo veo molesto, nunca lo vi así— sé más que nadie que las cosas cambiaron, pero esperaba al menos de tu perdón ¡¿qué tanto es pedir eso?!— se exalta hablando más fuerte
—Shh ¡cállate que te van a escuchar! — pido que se tranquilice para que nadie entrara y hubiera un malentendido
— se supone que tú no estás enamorada de nadie más ¡¿por qué ahora Naomi?!
— ¡porque tú te lo buscaste! — lo confronté peor en susurros— porque no siempre es fácil, porque así cambia todo— él me sostiene más fuertes los puños.
— entonces... ¡Serás mía otra vez! — se acerca unos centímetros a mis labios queriendo hacerme daño, pero volteo el rostro sin darle oportunidad alguna.
— ¡no! – exclamé un poco más fuerte — para... No hagas esto... No es correcto... Por favor detente... — él nota que lo que está haciendo no está bien, sabe más que nadie que no puedes obligar a alguien que esté contigo, él me mira complacido y decepcionado de sí mismo, se aleja de mí temblando con los ojos muy aguados.
— ... Esto significa... Que ya no puedo tenerte... — se cristaliza su mirada tomándose de la cabeza con desesperación — en verdad hice todo mal... — da una mueca de dolor... Lo miro muy triste...
Si las cosas cambiaran, ¿me enamoraría de Satoshi? ¿O de Hiroki?, las decisiones son difíciles y sea la que escojas le hará daño a cualquiera ¿este es el precio por amar?, que se rompa el corazón es parte de luchar por algo que es difícil de tener y más aún cuando no sabes que es lo que quieres. De hecho, es más difícil si no sabes si te ama...