Chereads / Con fuerza en el corazón / Chapter 16 - YO SIEMPRE ESTARÉ CONTIGO

Chapter 16 - YO SIEMPRE ESTARÉ CONTIGO

Mi conciencia está tranquila, mis emociones alteradas. Satoshi tiene que saber, que ya no puedo sentir lo mismo, que ya no puedo continuar castigándonos por algo que ya no se puede reparar. Tal vez no fue su culpa y no fue su intención, es difícil volver a sentir algo sin herirnos o fracturarnos.

Pensar que nosotros podíamos ser algo en el futuro, gobernar como pareja es... Duro, difícil y más cuando asimilas que es perfecto cuando no lo es. Las cosas cambiaron y si cambiaron fue por algo, "causa del destino" como diría mi madre.

Soshi me escucha atento sentado al lado mío comiendo un poco, me parece curioso que Hiroki no sienta ningún tipo de celo hacia Soshi... porque sabe que somos como dos gotas de agua, somos por así decirlo como hermanos.

Soshi me ayuda a comer ya que mi brazo derecho fue el que se lastimó y ahora será muy difícil intentar hacer alguna actividad física. Aún me duele demasiado.

—¡Abre la boca querida! — él me molesta tratándome como niña pequeña, nos reímos un buen rato — bueno... y ahora ¿Qué has estado pensando? ¿qué le dirás a Satoshi cuando venga? Si es que viene, porque la noche anterior él no estaba muy feliz contigo... pero tal vez le llegó la noticia de que casi mueres a manos de un espía del castillo, posiblemente vendrá a verte — me dice esto mientras me limpia el rostro con una servilleta, lo miro sin saber que hacer... o saber que decirle, que se suponía que debo hacer al respecto si no puedo hacer nada.

—las cosas con Satoshi ya no son las mismas... Aunque no fue su culpa... Simplemente algo se rompió y ya no se puede reparar, si él intenta hacer eso solo se causará daño... Nos causaremos daño— doy un suspiro de preocupación — Hiroki aún está muy molesto porque... Satoshi me besó... ese día — Soshi asiente igual de preocupado.

— pero si ya se rompió... Ustedes ya se han causado daño, no podemos seguir refiriéndonos de que lo roto, roto está. Por lo menos tú lo quieres, pero ya no como el amante que tanto te gustaba y te derretías— dramatiza— ahora lo ves cómo... Tu primo, sin más rodeos. Cuando te enamoraste de Hiroki te diste cuenta de sus defectos, inseguridades y miedos y decidiste luchar, aunque esos defectos te afectaran de una gran o mínima cosa... Eso es amor, pero si tú no sientes lo mismo por Satoshi, que él se equivocó y tú no decidiste luchar o creer en él... Es porque no es amor de verdad... ¿No crees que lucharías por el aun sabiendo que también tiene defectos? — lo miró atenta y asustada. Por su lado tiene razón, yo ya no puedo hacer eso... Yo ya no puedo luchar con eso... Hiroki tiene algo que me hace luchar por él, por tenerlo cerca.

— Tienes razón... Yo ya no puedo hacer eso, no puedo reparar lo que se ha roto, tampoco permitir que me hagan lo mismo — bajo la cabeza intentando no pensar en... Kyoto... porqué es lo que está haciendo ahora

—¿hablas de la chica que me constaste? — le asiento un par de veces — tu estas celosa... porque piensas que volverán juntos, pero si fuera así... creo que Hiroki simplemente te hubiera rechazado — me explica queriendo mandarme otro bocado de comida — él se ve que te adora, mujer. Además... ahora entiendo por qué estas enamorada de Hiroki... en sus ojos se ve lealtad, aunque Satoshi te ama... si hubiera tenido lealtad no estarías en este aprieto — Soshi como siempre tiene razón, y aunque lo hizo por protegerme, su lealtad al final no terminó siendo sólidos

— Gracias — le sonrío muy agradecida por despejar otra duda de mi cabeza.

— siempre estaré contigo— me da un abrazo amistoso.

Hiroki se quedó otra vez despierto casi toda la noche, quitándome la venda y cambiándola cada vez que podía, yo tampoco pude dormir mucho al solo pensar que debo darle una explicación a Satoshi, me siento frustrada de no poder hablar con él y que él siga molesto conmigo... pero es normal que esté así... se supone que hace un mes casi yo lo amaba con locura, pero ya no puedo sentir todo eso y ya no puedo permitir que nos siga fundiendo a los dos en mucho dolor, me duele a mí también verlo sufrir por mi culpa ¿pero qué puedo hacer yo al respecto?.

Hiroki está a punto de pararse para guardar las cosas y dejarme descansar, yo lo tomo de su mano evitando de que se fuera...

—Por favor... quédate — le suplico con la mirada, él sabe que no hablo de que se quede físicamente, ya de por sí dormimos en la misma habitación... hablo... de que se quede.... En mi corazón, que esté conmigo cuando lo necesite, que se quede a darme un abrazo, aunque él no suele ser muy expresivo, él me observa... y aunque tenga siempre ese ceño fruncido y sea frio en su exterior, en su interior sé que anhela quedarse conmigo. Él se sienta nuevamente, me acaricia la mejilla con su mano tan suave, roza sus dedos en mis labios sin apartar la vista y yo sin apartar la vista de los suyos, me toma suave por la parte de atrás de mi cabeza... mi corazón quiere estallar en este momento, va tan rápido como un caballo, igual que el galope de él... se acerca a mí y me da un suave beso, tan suave que sus labios... son los más dulces que yo haya probado.

Él poco a poco me acuesta sin apartar su rostro de mis labios... hasta él estar encima de mí... besa luego un poco mi cuello y le da cosquillas con sus labios, va quitando de a poco mi kimono con mucha dulzura... yo sé lo que él quiere... es lo que también quiero yo... no puedo evitar dejarme llevar, sus besos son como la melodía de un piano, solo están hermoso, tan placentero, tan relajante sentir que me ama, sentir que nos podemos fundir, él me abraza y vuelve a pegar sus labios como nunca cada vez más apasionado... pero en un momento... se detiene, solo me tiene abrazada y postrado en mi pecho... sólo está inmóvil sin decir nada. Me agarra muy fuerte de la cintura sin intensiones de apartarse...

—lo siento... — dice Hiroki... no entiendo por qué se disculpa... no entiendo por qué está triste, y aunque no llore, sé que algo lo abruma

—¿qué sucede? — le pregunto muy confundida, él se niega a decirme, no me responde

—sólo... lo siento.... — dice muy triste... no logro entender... de algo se quiere disculpar... solo sonrío, lo llevo a mis brazos... le doy un beso en su cabellera rojiza que me encanta y me cautiva, la acaricio un poco.

—todo está bien... — le digo en susurros, le devuelvo el favor como él me lo devolvió... cada que estaba asustada, cada que estaba afligida y me derrumbaba, tenía unos brazos en los cuales llorar y decirme que todo va a estar bien... que no me preocupara, siempre estaba su voz que me decían que estuviera tranquila. Quiero hacer lo mismo... quiero consentirlo de esta manera... y aunque no llore... aunque se quede en mi pecho... puedo sentir que aquí está tranquilo.

Esa noche no hubo más que un simple un abrazo, pero, aunque hubiera sido simple... soy consciente... que viene desde lo más profundo de mi corazón. Pude disfrutar más del aroma de Hiroki que me suelen dejar muy ebria, me siento bien al sentir este tacto tan delicioso.

Soshi al otro día me lleva de comer al cuarto, Hiroki salió... como siempre jamás nos dice a donde va, pero le encargó a Soshi que, si me despertaba, él se encargaría de cuidarme mientras Hiroki se iría, y aunque Soshi le preguntó no le dijo a donde suele irse. Me parece curioso que no permita que Naoki o Kimura entren a verme a solas... (bueno a Kimura le gusto, pero sólo le parezco simpática... y es muy evidente que él acepte que Hiroki esté conmigo) pero a Naoki no puedo entender... si él fue quien nos ayudó a escapar.

Soshi llega con la bandeja y la sirve en la pequeña mesa, como siempre el cuchareándome como si tuviera cinco años y jugando conmigo (al lado de Soshi parezco niña pequeña)

—¡Eres muy molesto! — le refuto, pero él no para hacerme bromas y quedarme mal y la verdad, es divertido que nos fastidiemos. Él me da bocado y procede a hablar.

—¡Querida! Has hablado con Satoshi — me quedo inmovilizada tratando de tragar, pero le niego con la cabeza mirando al suelo

—no ha... venido a verme... — si me frustra un poco que no se haya inmutado en hablar conmigo desde lo que pasó la vez pasada, entiendo que esté molesto, pero... casi muero, aunque sea para saber cómo estoy o si sigo viva.

—esto cada vez se pone más tenso... — dice Soshi igual de preocupado que yo...

—¿me estaban buscando? — la voz de Satoshi retumba a espaldas nuestras entrando en la habitación. "sí vino a verme..." pensé — Soshi... necesito hablar a solas con mi princesa... — le dice gentil, pero Soshi no quiere traicionar la palabra de Hiroki.

—Está bien... pero rápido... no quiero que haya peleas entre Hiroki — le dice Soshi frunciendo el ceño a Satoshi, Soshi se va dejándonos solos, me siento incómoda ya que no puedo verlos a los ojos después de lo que ha estado aconteciendo entre nosotros.

—estas muy lastimada... — dice mirando sin disimulo mi herida en el brazo — veo que Hiroki fracaso en cuidarte... eso me pone feliz... pero también fracasé...

—¡Él no fracasó! — le refuto por su comentario que me hizo enojar... — el cuidó de mí estos días... todo este mes... ¡Tú te fuiste otra vez! — es notorio que estoy muy molesta por que se haya ido, aunque sea también quedarse.

—si estas enojada... entonces aún te gusto...

— No es lo que quise decir... — le respondo — dijiste que te importaba y que querías protegerme, es la incertidumbre de que no estas cumpliendo tus promesas, ¡Ni aun siendo primos! — él sabe que lo que digo es verdad... intento que se me bajen los humos para calmarme y proseguir — Satoshi... ya sabes que ya tomé una decisión... — le digo bajando un poco la mirada... — yo...

— No es necesario que me lo digas.... — toma mi vaso con agua llevándoselo a la boca y poniéndolo nuevamente en la mesita.

— Si lo sabes... por favor... no intentes nada... — él me mira con un poco de desprecio, pero sé que está dolido... luego sus gestos cambian y entiende mejor la situación...

— Sabes que siempre serás la única...

— Lo sé... — le respondo — y aunque lo sepa.... No puedo darte otra oportunidad — Él regresa a mirarme, da una pequeña sonrisa, me toma suavemente de mi mano.

— Ese beso lo tendré en el pecho — dice... empiezo a sollozar... ya que este será el fin de nuestra relación... nuestra relación que en verdad jamás fue nada — si pudiera... romper este muro... a cortar esta distancia... pero a veces... es mejor que no... — su voz le tiembla un poco al decir estas palabras.

— Lo siento... — mojo su mano con mis lágrimas

— Siempre Naomi... voy a estar contigo.... Siempre... — concluye.

Ahora puedo entender... que esto era algo que tenía que suceder, que debí rendirme desde el minuto que mi padre lo envió lejos... solo nos hizo daño tener que resistir y someter algo que jamás iba a ser posible... algo que nunca será como antes... es algo que debo aprender y debo vivir con esto... vivir con que no puedo hacer nada al respecto y decir... " adiós", alguna vez debemos decir "adiós" muchas veces lo sabremos y otras veces nos tomarán de sorpresa, esto tuvo que suceder así para que nuestro camino nos dijera "Adiós"....