Faltando sólo retoques nos volvieron a llamar avisando que el radar sonaba como loco, entendimos que el tiempo de prepararnos ya había llegado el conteo a cero, avisamos por radio y preparamos un detalle un tanto extraño.
Verán, luego de subir la muralla en algunos edificios, usamos pantallas grandes conectadas a los drones y de allí veríamos la aproximación de la gran ola, yo insistía en que eso era ser Masoquista y con ganas, de Alejandro entendía en parte junto con los otros países que involucraba.
Intuía que lo hacían para asegurar que el trabajo no sólo estaba bien soldado y montado, sino que realmente no habría ningún error, yo no podía negar mis nervios y lleve a Max junto con los otros dos a mi cuarto, la tv estaría en mi cuarto y por primera vez Alejandro también lo estaría.
Mis nervios eran más que evidente, los vidrios eran oscuros, así que instalamos un bombillo que se activa en la oscuridad, mientras le hacía cariño a los 3 peludos Alejandro entra y me pregunta
Alejandro: ¿Estas bien?
Karla: -consintiendo a tigre- si me lo repito y pongo mi gesto calmado lo estaré, pero honestamente no lo estoy.
Alejandro se aproxima a mi y enciende el tv para estar atento pero al ver como abrazaba al gato se sienta a mi lado y me abraza mientras dice
Alejandro: verás… esto de ser cariñoso y consolar no es lo mío, pero te puedo asegurar que todo saldrá bien. -sonríe-
Al sentirlo y verle a los ojos no pude evitar estar nerviosa, nuestras miradas eran tas fijas que no se desviaban, sentía como si el tiempo se hubiera detenido, estaba preocupada por todos pero, ahora teniéndolo de nuevo tan cerca de mi y abrazándome por voluntad propia me confundía y más, le sonreí de manera de "si te tengo cerca estaré bien", cuando lo vi calmado y volver a mirar la pantalla pero sin soltarme me hizo acelerar el corazón, pero me repetía una y otra vez "venga mujer, deja de babear y fantasear con el, no es el momento para dejarte llevar, reacciona Karla".
Cerré los ojos para reaccionar y al abrirlos mire a la pantalla, ignore su abrazo y espere con el a ver que pasaba, el sonido de cómo el mar se retiraba era tan fuerte e hipnotizante que no podías dejar de ver el mar, el viento era fuerte y sacudida los árboles de manera brusca, ver esa ola como un gigante lleno de poder y terror se hacía presente, no pude evitar acurrucarme y cubrir a los cachorros mientras jalaba de la camisa de Alejandro.
No quise ver pero oí la ola llegar con tal fuerza que erizo mi piel, mi cuerpo no reaccionaba y no me salía la voz, Alejandro ni se movió y mucho menos me soltó, lo oí tragar saliva con fuerza, oía con tanta claridad como chocaba contra la muralla y los edificios blindados, oía los latidos y la respiración de el y me hacían sudar, la voz de el de manera suave me hizo reaccionar mientras decía
Alejandro: Karla… todo salió bien.
Karla: -alzando un poco la mirada y viéndolo fijo- ¿De verdad?
Alejandro asiente con la cabeza y me abraza más fuerte, fue tanta su emoción y euforia que beso mi frente y con el control remoto bajaba el drone hasta la planta del edificio, aunque la ola era alta no logró llegar a los edificios casi rascacielos que habíamos escogidos los Alfas, con respecto al que estaban las mascotas pequeñas las trasladamos a donde estábamos y de esa manera estábamos tranquilos por las dudas.
A pesar de que todo parecía rápido, para nosotros parecía como si el tiempo se hubiera detenido, claro no pasamos peligro, pero ahora tocaba el reto de fuego, enviarla a dicho e específicos y hacer que todo lo verde volviera y que la famosa torre Eiffel no tuviera las piernas mojadas.