Tuvimos que estar un tiempo ocultos, pero como todo regresa a su curso, pudimos desviar la cantidad de agua sobrante y volverla al mar, nuestra misión juntos era revisar y despejar, al parecer algunos animales se acostumbraron al zoo subterráneo e improvisado, accedimos a restaurar algunas cosas y tratar de que el curso normal de naturaleza se estabilizara.
Desde el incidente de la gran ola no sabía cómo mirar a Alejandro, mi corazón latía a mil y dentro de mi había una pelea de titanes entre corazón y razón, la pelea del "son sólo ideas, pero me atraes" intuía que tal vez era a un nivel sexual y no sentimental pero, hablar de ello con las chicas era hacerlas ver algo que ni aún existía, accedí por ver vídeos y relajar mi cuerpo, pero eso era momentáneo.
Dichos sentimientos jamás eran ni iguales a los que tenía por Héctor y desde un ¿Qué sentía yo por Héctor?, ¿Esto es amor o deseo?, no sabía que diablos hacer, y menos de irme oye tengo ganas de ti, sería para que me diera un sermón y con justa razón.
En todo el trayecto de nuestra misión y gran pesca, desde tiburones pequeños hasta truchas, eso incluía la llegada de dinosaurios marinos y dóciles nuevos, así que lo que empezamos a ver fue algo fuera del control, mientras limpiamos juntos lo vi atento de mi aunque lo ignore, debido al gran sol nos tocó usar el top del bañador y unos mini pantalones con nuestras botas de escalador.
Claramente más de uno dijo hasta lo que para mi era indebido, desde sexy hasta esa es mi chica, eso confirmaba que no sólo los animales estaban queriendo aumentar su especie, nos tocó trabajo en equipo y no separados y ver como se ponían de melosos era algo que ni yo aguantaba.
Alejandro estaba atento de mi porque no usaba un gorro para protegerme del sol y como lógico eso se interpretó como una pareja con derechos y todo, algunas preguntas logré escuchar y mi cara era más que de enojo, era de incredulidad, preguntar ¿Qué tal se mueve? O ¿Qué tan grande es su paquete?, era para hervir la sangre.
Luego de 5 horas limpiando y llevando, terminamos una gran área y con ello nos fuimos, claramente yo no use mucho protector solar y mi piel se bronceo un poco, Alejandro me prestaba su gorra y cubría mi cabeza pero sentir sus manos cerca de mi cintura erizaba mi piel, sus manos seguían cálidas, luego de llegar a casa nos dimos un baño y yo use una camisa sin mangas y algo holgada por el calor, use otro short y cenamos vigilando el cielo.
Ya cerca de la hora de dormir uno de los interruptores fallo y quedamos sin luz, claramente al estar oscuras lo abrace y le pregunté
Karla: ¿Qué pudo haber pasado?
Alejandro: es extraño, yo vigile los fusibles, pero puede que uno fallará, iré a ver.
Karla: eh!, ¿Cómo vas a ir en esta oscuridad?
Por querer separarme un poco de el casi me caigo por las escaleras y como su jalón fue muy fuerte caí encima de el.
Trate de moverme pero el no me quería soltar, lo oí suspirar y decir que no sabía cómo me había sujetado y detener mi caída, no podía ver su mirada pero intuía que estaba asombrado, trate de volver a moverme y me abrazo mas fuerte y me pidió que nos quedaríamos así un poco, por lo menos hasta que se calmara del susto.
Oía sus fuertes latidos y sentía como tocaba y jugaba con mi cabello, luego de unos minutos que fue eterno se restableció la luz y volvió, mis labios estaban pegados a su cuello y la cabeza de el apoyada en mi cabello, una de sus manos más debajo de mi cintura junto con mi cabello y nuestra otras manos juntas y casi entrelazadas, entre mis piernas estaba su pierna y al moverme de manera lenta choque contra su rodilla.
Mi cara se tornó desde rosada hasta casi un tono guayaba, no supe que decir, el sólo estaba asombrado y creo que se quedó congelado porque me solté fácil de su agarre y baje las escaleras algo rápido, mi corazón latía a mil y mi intimidad estaba algo húmeda.
No sabía ni que pensar tenía la mente en blanco, lo vi bajar algo calmado y se disculpó, me disculpe igual y le prometí tener cuidado la próxima, luego de estar en nuestros cuartos di más vueltas que un trompo y como no podía dormir decidí ir a la cocina por un vaso de agua, sentí que la luz de su cuarto se encendió y cuando le iba a tocar para ofrecerle agua escuche
Voz de Alejandro detrás de la puerta: ,Que coño me pasa?, esa mujer es mi compañera y tenemos una amistad, porque demonios estoy así, ¿Será que tengo deseos de ella?, no… no, esto no es justo para ella, tendré que ver porno para calmarme, pero aún siento su humedad en mi pierna.
Oir lo decir todo eso me acordó a mi y pude conocer una faceta de el, sabía que el jamás mostraría esa parte de el, inocente y sincera, entendí que el nunca me había visto de dicha manera y su manera de pensar en mi no era sólo de esa manera, tome un poco de valor y toque su puerta.
Sabía que debíamos ser claros, pero ahora tenía una cosa más en claro, ambos teníamos dicha duda y no era yo sola quien quería saber que había al otro lado de esa puerta, accedí en ser paciente y que ambos entraramos, si luego de hablar el accedía entonces subiríamos un escalón más pero juntos.