Con la llegada de la mañana y ambos despiertos accedí con piedra, papel y tijera que el perdedor haría desayuno y a la primera perdí, con la risa de ambos accedí y baje a hacer un gran desayuno, subí todo poco a poco como una camarera y luego de servir la comida de el gato y el perro lave mis manos y subí las bebidas.
Alejandro tenía ambos teléfonos en caso de que nos llamarán, aunque me incomodó un poco se lo agradecí, luego de los grandes sándwiches llenos hasta arriba de jamón, queso blanco y amarillo, mortadela, lechuga, salsa y mayonesa y un jugo de naranja bien lleno y frío vigilamos todo y luego de comer y bajar todo al subir me lleve una sorpresa.
El teléfono de ambos habían sonado y al subir Alejandro me puso al tanto, aunque de igual manera decidí revisar, los voladores carnívoros habían vuelto y debíamos estar atentos, con la radio avisamos a ambos líderes que habíamos recibido la orden.
Alejandro busco las armas y algunas cosas que nos servirían, busque por todos lados hasta decirle que había visto sólo uno, cargo el arma y con mira telescópica apunto y disparó, la caída del ave me acordó a un avión que da varios giros y su golpe de pico con el lago que teníamos frente al edificio.
Pudimos haber usado un cebo, pero también tenía un mini megalodon de 4 patas que la carne le volvía loco y más de dinosaurio, de igual manera había una fragancia que podía hacerles caer en una trampa, con un dardo y una sola gota era más que útil, luego de tener a otro dispare y al verlo cerca le di la señal a Alejandro.
Luego de 5 horas habíamos bajado a 5 de 7 de ellos y mientras tomaba un descanso el vigilaba, mi celular volvió a sonar avisandome de un correo, mi cara de asombró fue mayor cuando leí las primeras líneas *Dios te bendiga hija mia*.
Baje corriendo sin importarme lo cansada que estaba hace poco, conecte el computador y lo prendí, luego de unos minutos abrí el portal para ir a mi correo, una carta de mamá y papá me habían hecho casi llorar, ambos estaban más que bien y se encontraban en Australia con el resto de la familia; saber eso hizo que mi corazón volviera a la vida, les copie con un resumen de donde había llegado, que llegue bien y lo ocurrido, así que decidí preguntar por Héctor y esperar.
Sabía que no tendría respuesta enseguida, pero ya había formulado mi duda, saber que estaban allá me calmaba y saber que todos estaban vivos más aún.
Por primera vez en mi vida, agradecí de que a pesar de lo mierda que lo estaba pasando estos días con todo este caos, un rayo de luz había protegido a mi familia y los tenía unidos, saber que mi pilar estaba estable y fuerte me dio más ánimos de seguir de ser más fuerte y algún día reunirme con ellos.
Luego de desconectar todo volví a subir, Alejandro no dijo nada pero si presentía el porque, le agradecí porque primera vez estaba sin preguntas y sin retos y respetaba mi espacio personal y emocional.