Tal cual habían dicho en otras reuniones más lo que me aviso Capitán ya era un hecho, nosotros los Alfas debíamos escoger 2 lugares cerca de la muralla, algunos del navío eran de rango alto, así que les fue fácil el título de Alfa, 3 chicas de Marina, 2 de aviación y una pareja del cuerpo militar, ellos ya tenían un leve grupo de su escuadrón así que adaptar a civiles no les complicó.
Lo que más odiaba era un detalle, no nos mezclaron con los nuevos ya que según ellos sería romper una gran formación, ya al ver 3 Alfas de Exploración yo debía ir al fuerte y los otros se pondrían al tanto y tomarían otro edificio, con la mezcla de mi color y otros suyos, al igual que su insignia.
Yo no tenía lío con los demás, pero al simplemente decir que mi compañero sería Alejandro fue un "tragarme tierra"; eso fue sin lugar a duda un matrimonio arreglado se podría decir así, ya que ninguno de los 2 consentia tal acto, nuestros capitanes como padres interesados sellaron el trato y lógicamente al apenas yo protestar ya Alejandro me apoyaba a un punto que sincronizábamos la frases, ambos caímos en cuenta por la risa de los demás y uno de los nuevos Alfas llamado Samir dijo
Samir: increíble, ustedes son iguales, ya entiendo porque tal orden. -acento árabe-
Yo: pero que dices, no ves que somos como el agua y el aceite. -incomoda-
Alejandro: -da un golpe fuerte en la mesa-
Harry: ya está bien ustedes dos. -gritando-
Mis ganas de querer hacerlo picadillo era enorme, pero de un largo regaño a ambos, con amenazas por así decirlo tuvimos que acceder, lo que me dio más rabia era ir con el, esperar que buscará sus cosas y luego el esperarme a mi y de allí escoger el edificio más cercano a la muralla e instalarnos.
Mentalmente torture a Alejandro de muchas formas, al vernos me saludaron con formalidad y fingí una leve incomodidad por una misión de último minuto, deje que el les explicara una misión falsa y porque lo escoltaba y esperaba, mientras el estaba arriba yo mire a los dinosaurios de su area y mientras entraba por algunas chucherías volví a mi puesto.
Este al verme sólo alzó una ceja y yo sonreí con timidez y le pase una de las chucherías, ya algo retirados me explico lo que les dijo y entendí que debíamos decir lo mismo para hacerlo más real, yo sólo asentí y nos fuimos a mi lado, yo sólo le dije a Isaías que dijera esa mentira de misión y le conté la verdad, omitiendo algunas cosas.
Este me pidió que le avisará así fuera de algo curioso y el estaría alerta, yo sólo sonreí y le expliqué que estaría bien y que el también debía avisarme, baje algo rápido y vi como esta vez el agarraba 2 botellas pequeñas de agua mineral.
Yo: -sonrió mientras le veo beber agua- disculpa si tarde, podemos irnos.
Alejandro: tranquila, de hecho fuiste más rápida que yo.
Decidí ignorar ese curioso cumplido y nos fuimos al área pautada, el al ver lo mismo que yo vi su reacción fue parecida a la mía, fuimos con cuidado ya que era casi de noche, las puertas 2 de los 3 edificios funcionaba bien, así que deje que el cambiará de lugar conmigo y subiera para buscar un mejor ángulo, luego de bajar me indicó el edificio, cuando iba a golpear la puerta lo detuve y le dije
Yo: veo unas llaves en la mesa de allá -bajando su bolso y buscando su camisa para ahogar el sonido-
Alejandro: de acuerdo, tu me guías.
Luego de romper una ventana pequeña entre con cuidado y le abrí la puerta, piso con cuidado el vidrio y agarramos varias llaves del piso 5 para arriba, y ver sus ángulos, como estábamos adentro no había mucho peligro pero aún así debíamos tener cuidado.
Llegamos al piso 5 guiados por su linterna y abrimos las puertas, yo decidí usar una máscara ya que presenti a que habría olor a cadáveres, así que recorrí la casa y saque 2 cuerpos mientras les prometía cuidar de la casa de ellos, en total sacamos 5 cuerpos ya que el último que vimos junto había una familia con niños pequeños, me dio tanto dolor que evite llorar en frente de Alejandro. Luego de tanto investigar vimos que el piso 6 era el más cercano a la muralla, dejamos los bolsos y dormimos en la sala, ya que estábamos agotados.
En plena mañana decidimos sacar los cuerpos y quemarlos, no podíamos enterrarlos como era correcto debido al olor, revisamos todo el edificio y ellos eran los únicos. Volví a tener el papel de ama de casa, así que limpie el vidrio roto y revisamos que llave abría dicha puerta, luego veríamos que logo hacernos, ya que ambos éramos de superiores de la Marina.
Revise el apartamento que habíamos escogido y limpie la nevera, sacando lo contaminado y lo que aún podía servir, los anteriores dueños al parecer eran recién casados, cosa que me incomodó un poco de sólo recordar aquella discusión.