Abel se levantó un poco más tarde del medio día, se estiró un poco y se percató que su mente se encontraba despejada y tranquila, al parecer, se recuperó por completo de su falta de energía de alma.
"Bueno, parece que ya estoy listo, además en este tiempo he ahorrado lo suficiente para intercambiar por aquel canguro, así que es hora de comprarlo, también noté que la aldea está algo agitada la última vez que fui, me pregunto cuál será motivo."
Durante éstas 2 semanas Abel, además de practicar su técnica de doble espada, también regresó a la aldea un par de veces y visitó por fin la cámara de comercio.
Quizá porque se encontraba en una aldea, no fue tan sorprendente como Abel esperaba, la tan llamada cámara de comercio era en si una casa bastante espaciosa y modestamente ordenada donde un tasador (que luego Abel descubrió era el padre de Lucy), examinaba el estado y calidad de los objetos, dando así un valor el cual podría ser en monedas de plata u oro, dependiendo de la calidad del objeto.
Pero no solo se podía vender objetos en ella, también tenían método de intercambio, ya sea por alguna otra piel que necesitaran o algún material en específico, pero claro no demasiado raro.
Fue en una de sus visitas que Abel notó que la casa de comercio tenía un canguro de buena calidad, no era muy grande y se adaptaba perfectamente a sus necesidades, por lo que había estado ahorrando para poder comprarlo, fue justo hoy que Abel calculó que con la venta que haría tendría lo suficiente para comprarlo.
"Bueno, espero que nadie más se haya interesado en ese canguro, de lo contrario, solo puedo maldecir mi mala suerte."
Así, preparándose para el peor escenario, Abel salió de la cabaña en dirección a la aldea, cargando unas cuantas pieles de conejo y aves que logró cazar.
Fue cuando llegó a la aldea que notó algo extraño, el ambiente en la aldea parecía más emotivo, bastantes personas se reunían a conversar entre ellas, incluso había algunas pequeñas peleas y discusiones.
"Bastante extraño, la última vez que vine aquí, había pocas personas discutiendo, pero ahora pareciese que se preparan para un evento grande…, olvídalo, primero venderé estas pieles.
Aunque algo extrañado, Abel tomó su decisión mientras caminaba en dirección a la casa de comercio.
A diferencia de la primera vez que la vio, el lugar no se encontraba saturado de cultivadores intentando vender lo que cazaron, para este momento, Abel ya sabía que salían 2 veces al mes, una para exploración y la segunda para cazar, maximizando sus ganancias.
Abel no perdió el tiempo en la entrada e ingresó rápidamente, caminó unos pasos y llegó al mostrador, donde se encontraba una joven de unos 20 años, quien al verlo sonrió cortezmente antes de hablarle:
"Oh, parece que traes algo nuevo Abel, y fue solo hace unos días que trajiste una gran cantidad de pieles, tu eficiencia no deja de sorprenderme."
Ante las palabras y sonrisa sincera de Lucy, Abel solo se rascó la parte posterior de la cabeza y respondió:
"No se puede evitar, sabes que estuve ahorrando para poder comprar el canguro que vi el otro día, por cierto, aún lo tienen, ¿verdad?"
Al ver la expresión algo ansiosa en el rostro de Abel, Lucy solo rio un poco antes de responder burlonamente:
"Solo tú querrías esa cosa, *suspiro*, realmente no sé de dónde lo saco mi padre, en fin, supongo que primero querrás vender lo que tienes allí, ¿verdad?, entonces déjalo en la mesa y espera un momento, te daré un precio adecuado."
Al escuchar que aún tenían el canguro, Abel suspiró aliviado, desde que lo vio, supo que era justo lo que necesitaba, además estaba hecho con la piel de una bestia de rango 2, por lo que era muy resistente y flexible.
Así, Abel no perdió más el tiempo y colocó las pieles sobre la mesa de recepción, a lo que Lucy rápidamente las tomó y valoró de acuerdo a su calidad.
"Ummm, veamos, tres pieles de bestia de rango 1 y dos de rango 2, además están en muy buen estado, como se esperaba de ti, okey serán unas 40 monedas de plata por las de rango 1 y 2 monedas de oro por las de rango 2."
Abel solo asintió en señal de acuerdo ante esto, a su parecer, cazar estás bestias no fue ningún desafío, por lo que no se iba a poner quisquilloso con el precio.
Al ver que Abel estuvo de acuerdo, Lucy asintió con satisfacción antes de pedirle a uno de los empleados que llevaran las pieles al almacén y que trajeran el canguro que había pedido Abel.
"Confío en que tendrás las 15 monedas de oro, ¿verdad Abel?"
"Por supuesto, estuve ahorrando desde que me dijiste el precio hace ya semana y media, todo está en esta pequeña bolsa, puedes comprobarlo."
Diciendo esto, Abel sacó una bolsa que se encontraba colgando alrededor de su cintura, la bolsa en sí no era grande, pero por su apariencia, era obvio que se encontraba llena de monedas.
Al tomar la abultada bolsa de Abel, Lucy procedió a contar las monedas, fue solo un tiempo después que asintió hacia Abel en señal de acuerdo, poco después, regresó el empleado trayendo el canguro que pidió Abel, quien se lo entregó por petición de Lucy.
Al ver el canguro, Abel asintió con satisfacción y rápidamente lo ató en diagonal en su espalda, con esto, ya tenía un lugar para transportar algunas pertenecías.
Abel no examinó más a fondo el canguro, pensó por un momento antes de hacerle una pregunta a Lucy.
"Señorita Lucy, ¿ya tendrán alguna espada en reserva?, l última vez me dijiste que en los próximos días tendrían más existencias."
Al escuchar la pregunta de Abel, la sonrisa en el rostro de Lucy se congeló, antes de que Abel notara que su expresión se volvía incómoda.
"Ummm, para serte sincera Abel, sí teníamos más hasta ayer, pero todas fueron compradas inmediatamente, por lo que por ahora no nos quedan más."
Al escuchar esto, Abel se sorprendió, antes de suspirar con pesar, aunque poco después recobró su compostura y preguntó:
"Hasta donde sé, las personas que más compran armas son los cultivadores que salen a cazar, ya que muchas veces terminan extraviándolas o rompiéndolas, pero no creo que solo ellos te compraran todo lo que tenían en stock, ¿verdad?, ¿quién más te compró las armas?"
Escuchando esto, Lucy solo sonrío impotentemente antes de pensar un poco, y respondió:
"Por supuesto que todos los aldeanos cuyos hijos tienen entre 7 y 10 años, ¿Quién más sino en la aldea querría comprar armas en este momento?"
Esto dejó sorprendido a Abel, lo cual, al pensarlo un poco, relacionó este incidente con la tensa atmósfera de la aldea, por lo que decidió preguntarle a Lucy al respecto.
"¿Tiene algo que ver con el extraño ambiente en la aldea?"
Al escuchar su pregunta, Lucy se sorprendió, lo miró con extrañeza antes de preguntarle:
"¿Realmente no lo sabes?"
Ante su pregunta, Abel solo negó con la cabeza, durante éstas dos semanas, Abel se dedicó de todo corazón a su práctica de cultivo y a cazar, por lo que desconocía la situación en la aldea.
Lucy, al notar por la expresión de Abel que realmente no sabía nada, solo suspiró antes de decirle:
"Todo esto es debido a que la selección de discípulos de las 3 grandes aldeas se adelantó, y hasta donde sé, llegarán algunos ancianos a evaluar el talento de los niños de la aldea en dos semanas."
En ese momento, Abel sintió que una bomba explotó en su cerebro, dejándolo aturdido por un momento, fue solo después de un tiempo que su cerebro comenzó a analizar la repentina información.
"La selección de las sectas se suponía que sería en 2 años, por lo que no le di mucha importancia, ya que aún quedaba mucho, ¿pero ahora me estás diciendo que es en solo 2 semanas?, rayos, tengo que planear adecuadamente aquí, dependiendo de lo que elija, afectará mi futuro camino de cultivación."
Con esto en mente, Abel se despidió cortésmente antes de salir rápidamente, dejando a Lucy sumida en sus pensamientos.
"Por cómo actuó ahora, supongo que realmente no sabía que las selecciones serían en 2 semanas, ummmm, me pregunto si participará, aunque solo se encuentra en el tercer nivel de refinamiento del cuerpo, ya puede matar a una bestia de 2do rango, por lo que su destreza de combate debe ser excelente, aunque bueno claro, todas las bestias de 2do rango eran las más débiles entre ellas, además escuché que el 2do hijo del jefe de la aldea es también un genio raro, ufufufu, supongo que éstas selecciones serán más emocionantes que las anteriores."
Mientras que Lucy ya se encontraba esperando el día de las selecciones con gran anticipación, Abel se encontraba corriendo hacia su cabaña, necesitaba un entorno tranquilo para poder darle forma a sus pensamientos y siguientes acciones.
Abel no tardó mucho en llegar a su cabaña, subió rápidamente las escaleras y se sentó de piernas cruzadas sobre su cama, en su mente solo había una pregunta.
"¿Debería participar en las selecciones y unirme a una secta?"