"Mi nombre es Abel."
Al escuchar esto Fillia asintió con la cabeza.
"Abel eh, es un nombre algo inusual por aquí, ¿de que parte de Kunlun es?".
Escuchar esto desconcertó a Abel, por un lado, ese fue su nombre en su vida anterior, por lo que decidió usarlo una vez más, mientras que por otro él mismo no sabía que existía ese nombre aquí en Kunlun, por lo que pensó por un momento antes de responder:
"Ese nombre proviene de un lugar muy, pero muy alejado de Kunlun."
Fillia solo asintió con la cabeza, como si entendiera a lo que se refería el niño, en realidad, solo hizo esta pregunta casualmente, no esperaba obtener información tan rápido.
"Ummm, supongo que, si el nombre es de un lugar lejano, entonces su madre al menos debe de pertenecer a la familia."
En Kunlun, generalmente fue el padre quien daba el nombre al niño, quien mayormente usaba nombres de su zona al momento dar un nombre, por lo que Fillia asumió que su madre era de la familia.
"Parece que tendré que revisar quienes de los miembros femeninos de la familia estuvo ausente hace 5 años."
Pensando en esto, Fillia se alegró, estaba un paso más cerca de averiguar el misterio que rodeaba al niño y su conexión con Daniel, quien se preocupaba mucho por él.
Al ver a Fillia sumida en sus pensamientos, Abel solo esperó tranquilamente sin interrumpir, pero por dentro se preguntaba qué tanto uno puede reflexionar con la respuesta que él dio.
Si supiera que por su respuesta Fillia ya se enteró que su madre es de la familia Aegis y que está más cerca de adivinar quién es, quien sabría qué tipo de expresión tendría, después de todo, él dijo que su nombre venía de un lugar muy lejano de Kunlun porque venía de la tierra.
Fillia no demoró mucho en sus pensamientos y viendo que el niño había esperado pacientemente sin molestarla la avergonzó un poco, pero rápidamente se recompuso y decidió preguntar otra cosa que le tenía dando vueltas en la cabeza.
"Entonces Abel, ¿siempre has estado en esa mansión?"
Abel respondió rápidamente a su pregunta.
"Sí señorita Fillia, he estado en esa mansión desde un poco más de 2 años."
Esta respuesta si sorprendió a Fillia, ya que, si el niño decía la verdad, significaría que estuvo solo durante su etapa de desarrollo, por lo que rápidamente preguntó:
"Asumo que alguien al menos iba a verte ¿verdad?"
Abel no pensó mucho antes de responder:
"Pues había sirvientas que traían mi comida, pero después de dejarla en el comedor, se iban rápidamente, por lo que, para no aburrirme, siempre iba a la biblioteca a leer."
Con una expresión sincera e inocente en su rostro, Abel dijo estas palabras.
Al ver la expresión del niño, Fillia se sintió triste en su corazón, prácticamente el niño se había criado por su cuenta, pero también se asombró por ello, después de todo, aún sin nadie que lo guie aún pudo aprender por su cuenta.
"*suspiro*, ¿qué clase de padres puede dejar tan solo a su propio hijo?, en fin, esa mansión estaba dentro de un reino secreto de la familia, además para acceder se requiere cierto nivel de influencia, sin mencionar que el niño estuvo ahí por 3 años…, parece que su madre debe ser un miembro influyente en la familia."
"Además si pudiera encontrar a alguna de las sirvientas que el niño mencionó podría averiguar la verdad de una vez por todas."
Habiendo llegado a esa conclusión, Fillia decidió hacerle una última pregunta al niño antes de irse.
"Abel, ¿por qué quieres ir hacia las montañas de Khar?"
Ante esta pregunta, Abel se sorprendió, Filia lo había agarrado con la guardia baja, por lo que pensó por un momento antes de dar una respuesta.
"En realidad señorita Fillia, he leído sobre muchos lugares donde podría quedarme, pero me gustó mucho más ese, además que al parecer el lugar es bastante seguro por las bestias espirituales que protegen el lugar, sin mencionar que debido a la escasez de qi espiritual del lugar, hay muy pocos cultivadores que se dirijan hacia ese lugar."
Escuchar esto hizo que Fillia asintiera, era justo lo que le había dicho a Daniel, además ella había sospechado que fue el niño quien eligió es lugar, ya que, si hubieran sido los ancianos, también le habrían dicho donde se encontraba el lugar y Daniel no habría estado como mosca sin cabeza, por lo que la respuesta del niño confirmó sus sospechas.
"Parece que mi deducción anterior es cierta, si le dan un gran margen de decisión al niño, su madre debe ser alguien influyente en la familia, bien eso reduce mi círculo de investigación."
Pensando hasta aquí, Fillia se levantó y se retiró de la habitación, no sin antes despedirse de Abel.
"El viaje hacia las montañas de Khar durará al menos 1 mes, así que tenlo en cuenta."
Y con esas palabras, Fillia se retiró de la habitación.
Abel no se movió de su lugar, hasta unos minutos después de que ella se retiró.
"*suspiro*, parece que ella no conoce mi situación, lo cual tiene sentido, mientras menos personas sepan mejor para la familia, conque 1 mes eh."
De acuerdo con lo último que dijo Fillia, al parecer tardarían 1 mes en llegar hasta su destino.
"Me pregunto qué debería hacer en este mes, cultivar queda totalmente de lado, ummmm, supongo que practicaré mi técnica de espadas dobles."
Aunque la habitación no era muy grande, para Abel que podía sacar a relucir el 89% de la técnica de espadas dobles, aún era aceptable, además que él quería intentar algo nuevo.
"No siempre podré pelear en espacios abiertos, también tengo que aprender a moverme en lugares cerrados, haciendo uso de todo el espacio posible, por lo que este lugar está bien para comenzar."
Aunque el niño no tenía sus espadas dobles con las que practicó ya que éstas se quedaron en la mansión, por el momento tampoco las necesitaba, lo que quería practicar era su juego de pies, en lugares estrechos, por lo que, por el momento no eran del todo necesarias.
Así pasaron los días, para Abel, parecía que su rutina en la mansión no hubiera cambiado, se levantaba temprano, buscaba algo para comer en la sala central del arca y luego regresaba a su habitación para seguir practicando, cuando consideraba que era suficiente leía uno que otro libro en su "cine mental", y luego se acostaba dando la espera a un nuevo día.
En cuanto a Daniel y Fillia, lo más probable era que se encontraran cultivando en sus habitaciones, después de todo, para cultivadores en su nivel, 1 mes podía ser una sesión corta de cultivación, siendo imperceptible el paso del tiempo para ellos.
Así justo después de 1 mes, mientras el niño se encontraba realizando movimientos rápidos por su habitación, sintió algo que lo hizo detener todo.
Fue pequeño, casi imperceptible pero aun así con su poderosa fuerza de alma lo notó.
"La llave que me dio el bibliotecario se movió por un momento."
Ante esto, el niño no se preocupó, por el contrario, se alegró, ya que esto solo significaba una cosa.
"Parece que llegamos a las montañas de Khar."
No mucho después que llegó a esa conclusión, la voz de Daniel se podía escuchar desde fuera de la habitación.
"Hey, ya llegamos, te espero en la sala de mando."
Abel no tardó mucho, se dio una ducha rápida en el baño del arca y se puso ropa limpia, cabe decir que la ropa era de su talla además del hecho que era una túnica tradicional china de color azul oscuro, sin mencionar que la ropa se encontraba en buen estado, aunque no era nueva, por lo que asumió que debió ser de Daniel.
Y sin perder más tiempo, Abel se dirigió a la cabina de mando donde ya lo esperaban tanto Daniel como Fillia.
Daniel al verlo no mostró ningún cambio en su rostro, solo asintió con la cabeza a Abel a modo de saludo, mientras que Fillia solo le sonrió y lo saludó con la mano.
Una vez que todos se reunieron, Daniel comenzó a hablar.
"Ya hemos llegado, ahora solo queda encontrar u n lugar donde establecerte, así que ahora es tu turno de elegir un buen lugar donde vas a vivir."
Dirigiéndose a Abel, Daniel dijo éstas palabras, a lo que Abel reflexionó por un momento.
"Si quiero irme cuanto antes de Kunlun, lo ideal sería que me establezca en el lugar más cercano a donde se encuentra el nodo, además según dijo el bibliotecario, la llave que me dio reaccionará cuanto más cerca de éste esté, así que, de momento, lo mejor será sobrevolar por las montañas y prestar atención a cualquier movimiento de la llave."
Con esto en mente, Abel preguntó:
"¿Podríamos sobrevolar las montañas para que yo pueda ver un lugar que me guste y quedarme ahí?"
Daniel no pensó mucho antes de responder:
"Hagamos eso entonces, cuando encuentres un lugar que te llame la atención me avisas."
Y sin decir más, Daniel controló el arca para volar por las montañas mientras el niño prestaba atención a cualquier reacción y movimiento en la llave.