Al entrar al arca, Abel notó que su estructura era bastante simple, en la parte delantera de esta se encontraba la "sala de comandos", mientras que en la trasera se encontraban las habitaciones, por lo que dedujo que era un modelo estándar personalizado.
En Kunlun las arcas eran un bien de transporte muy codiciado, que generalmente solo las poseían familias, sectas, dinastías, etc., que se encontraban en la cima de poder en Kunlun, debido a que eran muy caras y su fabricación limitada.
Servían para viajar por todo Kunlun, e incluso también podían viajar por el espacio, hacia otros planetas y reinos menores; además por lo que Abel leyó en la biblioteca, eran de una época antigua, y que existió toda una civilización que las creó, las arcas actuales son solo un modelo muy básico de los que ellos lograron, pero sus planos y materiales se perdieron con el tiempo.
"Bueno, aunque no me sorprendería que los "hegemones" de Kunlun tengan en su poder una que otra arca de guerra, aunque tampoco es que me importe."
Dejando éstos pensamientos de lado, notó que Daniel se dirigía a la cabina de mando, haciéndole señas de que esperara en una habitación.
Abel no dudó, apenas si soportó el no poder verificar su estado actual, por lo que tener un lugar privado era lo que más necesitaba, así que rápidamente ocupó una habitación.
Mientras tanto, Fillia miró por un momento al apresurado Abel, antes de dirigirse a la cabina de mando donde estaba Daniel.
Cuando entró, notó que Daniel ya la estaba esperando, por lo que, rápidamente preguntó:
"¿Otra vez con ese niño?"
Daniel, la miró por un momento, antes de suspirar y responder:
"¿Qué puedo hacer?, es otra misión del anciano."
Escuchando la respuesta de Daniel, Fillia solo se burló, en los últimos días habían demasiadas señales de que ese no era el caso, además estaba segura de que Daniel sabía más de lo que aparentaba.
"Hmph, sigue creyéndote esa mentira, sé muy bien que sabes más, pero no te pondré las cosas difíciles, así que dime, ¿qué es lo que quieres de mí?, sé que no me hubieras dejado entrar si no me necesitaras."
Daniel no se asombró por esto, en realidad, la única razón por la que dejó subir a Fillia fue porque ella siempre se interesó por lugares muy extraños y aburridos, por lo que pensó que podría conocer el lugar que mencionó Abel.
Así que, sin más rodeos, le preguntó directamente:
"Conoces las montañas de Khar?"
Al escuchar esto, Fillia se sorprendió, no esperaba que eso fuera lo que quería, pero aún así pensó por un momento antes de responder:
"Las montañas de Khar son uno de los lugres más extraños aquí en la zona norte de Kunlun, no presentan casi ningún rastro de qi espiritual, sin mencionar que las bestias espirituales en ese lugar tienen un gran cultivo, pero casi nunca salen a atacar a los pequeños poblados que hay en la periferia, así que sí, conozco las montañas de Khar, incluso fui allí alguna vez, pero además de lo que ya te dije, no encontré nada fuera de lo común, por lo que me aburrí y nunca más volví."
Al escuchar esto, Daniel suspiro aliviado internamente, al menos ahora podría llegar hasta allá sin ningún inconveniente.
Fillia evaluó con una mirada sospechosa a Daniel, a él nunca le interesaron ese tipo de lugares, ¿Por qué ahora el cambio?, sin mencionar que llevaba a un niño con él, por lo que se animó a preguntar:
"¿Tiene que ver con el niño tu repentino interés por ese lugar tan extraño?, además, te voy advirtiendo que incluso con tu arca, necesitaremos al menos 1 mes para llegar."
Daniel quiso ignorarla, pero al escuchar lo último que dijo se sorprendió.
"¿1 mes?, ¿no me digas que se encuentra en una frontera?"
Fillia, al notar que se percató del lugar, rápidamente agregó:
"Tus suposiciones son correctas, las montañas de Khar se encuentran en la frontera entre la zona norte y la zona oeste de Kunlun, aunque para serte sincera, las montañas de Khar son más territorio Oeste que del norte, porque como ya te mencioné, las bestias espirituales se encuentran albergadas en ese lugar, aunque no entendí el motivo de por qué no cazan en la periferia."
Escuchar esto preocupo un poco a Daniel, la zona norte estaba bajo jurisdicción de las 3 familias, pero eso era en su zona de influencia, las zonas más alejadas aún tenían sus propias reglas, solo que no interferían con la de las 3 familias, por lo que éstas solo las ignoraron.
Notando el pequeño cambio en la expresión de Daniel, Fillia se percató de algo, por lo que rápidamente añadió.
"Ya veo, conque es al niño al que vas a dejar allá, ummmm, bueno, aunque no sé porque lo dejas en uno de los lugares más feos de Kunlun, no deberías preocuparte, por lo que vi en mi estadía por allá, cualquiera que cause problemas se las ve con las bestias de ese lugar, se podría decir que protegen el lugar, aunque como ya te dije, no entendí su motivo."
Al escuchar esto último, Daniel asintió con la cabeza, pero también le advirtió a Filia:
"Será mejor que no le menciones esto a nadie, de lo contrario, ni siquiera la familia te salvará."
Estas palabras sorprendieron a Fillia, no esperaba que Daniel fuera tan severo con ello.
"Al parecer ese niño sí que es muy importante, lástima que no pueda sacarle nada de información a Daniel."
Fillia conocía lo suficiente a Daniel como para saber que, si no quería decir nada, no lo haría, por lo que ni siquiera ser molestó en preguntarle, pero aún trataría de llegar a la verdad de otra manera.
"Supongo que ya es momento de hablar con ese niño."
Pensando en esto, Fillia sonrió traviesamente, por otro lado, Daniel después de su advertencia ya había ignorado a Fillia y se dispuso a colocar el curso en el arca hacia el noroeste, rumbo a las montañas de Khar.
Mientras tanto, en una de las habitaciones del arca, se encontraba Abel, sentado de piernas cruzadas y con los ojos cerrados, el cual unos minutos después soltó un suspiro.
"Así que es verdad, no puedo sentir para nada la presencia del qi espiritual en todo este tiempo que llevo meditando."
A pesar de que Daniel ya se lo había dicho, Abel aún lo quiso comprobar por su cuenta, solo para percatarse de la triste verdad.
"Es una verdadera lástima, el manual de rango divino era casi perfecto para mí, fue su dualidad entre trueno y fuego, y mi afinidad a éstos lo que me permitió avanzar rápidamente y llegar a discípulo marcial en un año, *suspiro*."
"Pero ahora que lo pienso, es bastante irónico, en ese momento decidí no usar el manual de cultivo de rango antiguo por 2 motivos, principalmente porque está incompleto, y el segundo porque no quería destacar demasiado entre los demás juniors y así llamar la atención de los antiguos, ahora parece no tengo que preocuparme por ninguna."
Debido al arte de sellado del camino celestial, Abel no podría cultivar normalmente, por lo que los antiguos lo dieron por sentado y su interés por él desapareció, pero fue también gracias a esto que su objetivo de llegar a las montañas de Khar se solucionó tan rápido.
"Eso y que algo me dice que la otra parte del manual en realidad está en la herencia."
Aunque esto era una suposición, Abel creía que éste aún podría ser el caso.
"Bueno incluso si no es así, no debería preocuparme por ello ahora, todo a su tiempo, de momento es hora de ver si este manual de rango antiguo me permite cultivar o no."
Pero justo cuando estaba a punto de cultivar con el manual de rango antiguo, tocaron la puerta, y la voz de una "niña" se podía escuchar del otro lado.
"Heeeeyyyyy, ¿estás ahí?, ábrele la puerta a esta dama."
Esta voz interrumpió todos sus planes, pero también lo hizo volver a la realidad.
"Cuán estúpido soy, cualquier cambio en el qi espiritual puede ser notado por ellos, cuyos cultivos no me atrevo a imaginar, además que lo que voy a cultivar es el qi celestial, y estoy 100% seguro de que ellos están al tanto de su existencia, *suspiro*, esta vez dejé que la emoción me domine."
Abel no pudo evitar agradecer a la chica que se encontraba fuera de la habitación, después de todo, aunque no sabía que tan informada estaba ella, sí sabía que Daniel era consiente que él no podía cultivar, eso y que fue él quien le dijo que solo podría cultivar si tuviera un manual de rango antiguo, por lo que si lo descubrían cultivando sería obvio que estaba en posesión de uno.
"Sin fuerza, tener cualquier tesoro es un pecado, eh, si se corriera la voz que un niño mortal está en posesión de un método de cultivo de rango antiguo…, realmente me salvé por poco."
Suspirando y dando gracias a la diosa de la suerte, el niño se levantó y abrió la puerta.
Lo que lo esperaba detrás de la puerta era toda una belleza, un característico color carmesí de cabello, tez muy blanca, casi marfil, ojos de color amarillo, una figura excepcional, con curvas en los lugares correctos, un trasero firme y de busto grande, realmente el significado de "belleza".
"Si estuviera en mi mundo anterior, opacaría a todas las mujeres en el área, sin mencionar la cantidad de hombres que le iniciarían un culto…"
Aunque la "belleza" que tenía frente a él lo sorprendió, no era hasta el punto de dejarlo aturdido y tonto, aunque podría ser porque se encontraba en el cuerpo de un niño de 5 años, Abel sintió que ese no era el caso.
"De repente me da la sensación que ya he visto a alguien aún más bella que ella, por lo que su belleza no me afecta."
Con este sentimiento persistente, dejó entrar a la chica quien no dejaba de observarlo.
"Ummm, no parece tener nada en especial, incluso su aura e impulso es mucho menor que muchos de los niños de su edad que conozco, sin mencionar que su color de cabello me hace dudar de si realmente pertenece a la familia."
"Además ni siquiera se inmutó ante esta bella dama, hmph, todos los demás niños con lo que me encuentro se acercan para jugar y me alaban por mi belleza, mientras que parece que a él ni siquiera le importa."
Pensando en esto, Fillia se enojó un poco, pero se calmó rápidamente, sabía que si quería sacarle información al niño tenía que estar en buenos términos con él, por lo que se sentó en el sofá y con una gran sonrisa, le preguntó al niño:
"Hola, mucho gusto, me llamo Fillia, ¿Cuál es tu nombre?"
Ante esta pregunta, el niño solo dudó por un instante antes de responder:
"Mucho gusto, hermosa hermana mayor, mi nombre es Abel."