Lirio antes de volver a su aldea decidió buscar mis dagas y mandarlas en un cofre que llegarían dentro de 4 soles, no me preocupe del todo por ello ya que ahora lo que más debía progresar era mi magia, me vi tentada en preguntarle a madre Alessa sobre lo que hablo con Cedric pero decidí mejor no indagar más sobre ello.
Luego de unos días estaba lista para ir con Dalila a la montaña dubreck, decidí esperar a la noche ya que en la tarde llegaría mis queridas dagas y no sólo era eso sino que Alessa quería que usará uno de los trajes de sacerdotisas, no pude decirle que no ya que tenía curiosidad, había un vestido con la espalda descubierta y la falda era corta abajo y la parte de arriba con 2 lados más largos su tono era pastel con salmón y azul marino algo suave, las sandalias eran de tacón con tiras largas como de bailarina de color salmón con estrellas a los lados, y mi tiara de hadas.
Decidí soltar mi cabello ya que aún no quería que supieran que era humana; cuando íbamos de camino una voz llamo nuestra atención y para mi asombro era Cedric quien buscaba a Dalila para una reunión, trate de no verlo a la cara y decidí hablar con madre Alessa sobre esta montaña, cuando creía que Cedric se había ido oí a Garras y dije
Yo: Garras mi niño ¿Qué haces acá?.
Y al girarme noto a Cedric viéndome fijamente y antes de que preguntará algo decidí irme con Garras dentro de la cueva, Alessa al verme pregunta
Alessa: ¿Por qué no hablaste con el Zafiro?, ¿acaso ocurrió algo?.
Como pude le respondí que me había fijado una meta y luego de hoy le hablaría, no estaba segura si me había creído o no pero la verdad tenía miedo ya que sabía que me diría que ya tenía otra familia.
Seguí avanzando con madre Alessa ya que Dalila por mucho que insistió en no ir tubo que aceptar la petición de Cedric, mientras Alessa me explicaba lo ocurrido mi mente sólo recordaba la cara de Cedric hasta que el rugido de garras me hizo entrar en reacción, mire los muros y vi muchos símbolos pintados pero preferí preguntar después sobre esas pinturas.
Una luz llamo mi atención y con sigilo fui hasta ella mientras buscaba mis dagas pero al estar frente a esa luz sólo pude decir: ¿Qué es esto?.
Alessa al ver las luces y el dibujo que hacían dijo mientras me señalaba: esa eres tú Zafiro.
Si la luz reflejaba mi figura anterior pero no sabía el porque, mientras le pedía a Alessa que retrocediera yo me acerqué al espacio que había creado y mientras escondía mis dagas decidí alzar mi mano derecha y tocar aquella luz.