Mientras las luces me cubrían y mi cuerpo brillaba tuve otra visión de mi recuerdo, hablando con varias personas en un lugar muy iluminado donde decían que dejarían el portal abierto por turnos, luego de eso sentí como mi cuerpo se calentaba y al rozar mis dedos la magia de fuego había vuelto a mi, cuando salimos de la cueva de la montaña ya era de noche y Dalila nos esperaba afuera, esta curiosa decide preguntar y le digo
Yo: mira esto Dalila -y en mi dedo índice hago que salga una leve llama-
Esta asombrada y apuntó de gritar sólo hace el gesto de 'Si' no pude evitar reír hasta que en pleno camino me dejó asombrada diciendo
Dalila: sabes que Cedric no se centró en la reunión, ya que repetía una y otra vez que tenías un aire a Zafiro -y luego de una pícara pausa dice- creo que debería verte pelear.
Mire a los lados en forma de 'Dalila no me apures las cosas' y madre Alessa sólo podía reír.
Ese día caí agotada y mientras pensaba en el decidí pasear un rato con Garras y refrescar mi mente, juego un rato con el ya que siempre he estado atareada y muy poco tiempo le dedicaba, ya dormía en mi cama cuando quería y a la hora que fuera a menos que sintiera que haría algo interesante me seguía, siempre le daba su comida favorita y lo mantenía a mi lado.
Claro que muchos llegaron a creer que era de la tribu de las linces ya que tenían varios felinos, me sentí cómoda con que creyeran eso, pero lo más curioso era que cuando buscaba a Cedric no estaba pero cuando el buscaba madre Alessa yo raras veces estaba si no era meditando era durmiendo. El haber recuperado parte de mi poder me había dejado algo agotada y necesitaba ajustar mi reloj biológico con la tribu de nuevo.