Ya luego de una semana me había adaptado a la hora normal de sueño, así que decidí preguntarle a Alessa por dichas pinturas en los murales, Alessa me contó la leyenda de una chica que logró dominar un dragón y hacer muchas uniones a un grado donde muchas razas convivían en paz incluso la de su origen.
Al principio creí que hablaba de Kath pero cuando dijo eso último me hizo dudar, le pedí que se explicará pero en vez de eso me llevo hasta el lugar y me dijo
Alessa: entiendes ahora.
La figura de la chica estaba borrada, así que nadie podía saber quién era o fue, no pude negar que eso me dejó distraída hasta la noche.
Soñé con Lunita quien me contaba lo que había visto, en el sueño pude ver el lugar pero era aún borroso y como ya estaba desesperada de poder verlo, así que me levanté de la cama y recordaba el sueño, le deje una nota a madre Alessa tome otro vestido uno de color blanco por fuera y negro por dentro, este dejaba mis piernas al descubierto y llegaba hasta mis rodillas, su color era blanco con dorado por fuera y por dentro negro y dorado, me ajuste los zapatos altos y de tiras cruzadas y me vestí la capucha para cubrir mi cara.
Al ver que Garras estaba despierto le hice que me siguiera y salí a escondidas de la aldea hasta mi antigua casa, donde al ver el lago en calma le dije a Garras que me esperará y me metí poco a poco hasta toda dentro del agua mientras recordaba mi sueño pude ver lo más claro el jardín iluminado de día, los dioses de todas las religiones que había conocido y como hablaba con ellos sobre querer pelear al lado de mi hija.