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Chapter 12 - 12. ¿PERO QUE MIERDA…?

POV SANTI

Lo primero con lo que me encuentro por la mañana nada más despertar es con el rostro de Carla, lo que me hace apartarme rápidamente de ella y mirar el reloj para ver qué hora era, y cuando veo que son las seis de la mañana me quedo mirando para ella sin entender nada.

"¿Qué haces tan temprano despierta?" pregunté, extrañado de ver a Carla despierta tan pronto "Porque al contrario que tú, yo no pude dormir en toda la puñetera noche." Protestó, pero aun así tenía una sonrisa en su rostro "¿Y eso?"

"¿Por qué va a ser? Después de todo este tiempo, resulta que Jessica no estaba muerta y tú te lo tomas tan tranquilo." Dijo, bufando al final "Pues sí porque al menos sé que no está tres metros bajo tierra." Respondí, encogiéndome de hombros "En todo este tiempo dormiste como la mierda, ¿y ahora que está viva y no la tienes lejos puedes dormir así de tranquilo?" preguntó sorprendida "Como ya te dije, lo único que me importa es que está bien, lo demás no me importa." Dije sinceramente.

"¿Y le hablaste de la vida que llevaba antes?" preguntó con curiosidad y negué, porque no lo hice, y tampoco quería hacerlo la verdad "¿Por qué?" preguntó "Porque es ella quien debe decidir si quiere saberla o no." "¿Me vas a decir que piensas dejar escapar a Jessica después de todo este tiempo?" preguntó más que sorprendida, pero negué, porque eso no es lo que tenía pensado hacer tampoco "Obviamente que no la pienso dejar escapar ahora que la encontré de nuevo y viva, pero tampoco puedo obligarla enterarse de cómo era su vida antes."

"Entonces no le piensas contar hasta que ella te lo pida." Dijo "Si, pero por eso no va a haber problema porque aceptó." Desvelé "Entonces hay algo que se escapa a mi entendimiento." Dijo, echándose hacia atrás en el sofá "¿Y qué es?" pregunté "Si aceptó saber cómo era su vida antes, ¿por qué demonios no me dejaste decirle lo que había entre vosotros?" cuestionó con rostro confundido "Porque yo en ningún momento he dicho que le iba a contar lo que había entre nosotros."

"Pero eso es una estupidez, es parte de la vida que ha perdido y de la cual quiere enterarse. ¿De verdad no le piensas contar nada de nada?" preguntó y negué "No. ¿Qué pasa si siente que me tiene que corresponder eso que había entre nosotros? No permitiría que eso pasase." Respondí "Es que no me lo puedo creer. ¿De verdad eres tan estúpido como para pensar que ella pensará que debe corresponderte los sentimientos?"

"Pues sí." Respondí, encogiéndome de hombros "Pues déjame decirte amigo, eres un estúpido. Después de casi beso ayer en la entrada, y ¿piensas que la obligarías a sentir algo por ti? Preguntó con un tono que me decía que no se podía creer lo que estaba diciendo "No lo sé. Solo sé que no quiero contárselo. Si quiere sentir algo, que sea por ella misma y no porque se lo contamos."

"Vale... puedo llegar a entender tu punto de vista." Dijo, mirando por la ventana "Me alegra." Dije a pesar de que en caso de que dijese lo contrario, no pensaría hacerle caso "Ahora ¿me cuentas por qué estás despierta tan temprano?" pregunté de nuevo ya que no me había respondido antes "Una, como ya te dije no puedo dormir, y dos, tenemos que ir a por Miky porque te recuerdo por si no te enteraste ayer, lo vamos a cuidar."

"Si que me enteré, ¿por qué no iba a hacerlo?" me defendí "Hombre, te pasaste toda la tarde mirando embobado hacia Jessica, y no te enterabas de nada a no ser que ella hablase." Respondió riéndose "¿Y qué quieres que haga? No puedo evitarlo." Dije riéndome "Lo sé, pero ¿te digo algo?"

"Ya lo has hecho." Dije sin poder evitar reírme "No seas estúpido, que no era eso lo que quería decir." Respondió, rodando los ojos "Pues dilo." Contesté "Me alegra verte así... contento después de todo este tiempo... Mejoraste con tan solo verla." Dijo con una sonrisa en su rostro "Sabes de sobra que ella es mi vida. No podría haber superado nunca su muerte y lo sabes."

"Me di cuenta en estos cuatro años, pero sabes que es algo que a ella no le gustaría." Respondió "¿Sabes? Sigue siendo la misma de hace años." Dije recordando el tiempo que había pasado con ella ayer "¿Por qué lo dices?" preguntó con curiosidad "Porque dijo que era mejor que pensasen que estaba muerta."

"Eso no se parece en nada a la Jessica de hace años." Apuntó "Claro que sí." Respondí "Entonces explícame porque no entiendo." Pidió "Lo dijo porque no quiere que nadie sufra." Declaré y Carla frunce el ceño "Pero nadie sufrirá, se alegrarán de que está viva." Dijo levantándose del sofá y empezando a andar de un lado a otro "Eso mismo le dije."

"Deberíamos llamarlos... Decirles que está viva." Dijo, parando en seco y empezando a buscar lo que supongo es su teléfono "No creo que sea lo mejor. Antes de que digas algo, sé que deben saberlo, pero no creo que sea apropiado decirlo por teléfono, nos tomarán por locos."

"Puede ser, pero..." empezó, pero negué "Además, tiene que ser Jess la que decida verlos. No le vamos a decir nada para que después decida que no quiere saber nada de ellos." Dije, porque me podía hacer la idea de lo que pasaría si se lo contásemos y luego Jessica no quisiese saber nada de nosotros "Eso no puede pasar. Jess tiene que volver a casa." Murmuró "Lo sé, pero ahora mismo para ella, esta es su casa."

"Todo se me hace raro. Ella que era la persona que recordaba prácticamente todo, lo olvidó todo y no recuerda una mierda." Protestó, suspirando al final de la frustración "Te entiendo... Pero tengo que decirte algo." Empecé "Entiendo... Creo que me fio de ese chico que te ayuda en la mesa... Debes quedarte con ella, no podemos permitirnos perderla de nuevo."

"¿En serio no pondrás pegas?" pregunté sorprendido y ella se rio "¿De verdad piensas que te ponga pegas después de que ayer por la mañana te vi mejor que en estos últimos años? No voy a separarte de ella, ella es tu felicidad y no voy a permitir que nada ni nadie te separe de ella." Informó "Gracias Carla, de verdad, muchas gracias."

"No me las des, solo prométeme que ese Santi depresivo no volverá." Pidió y negué "Con Jess a mi lado no volverá." Dije, porque eso lo tenía más que claro. Ahora lo que tenía que hacer era preocuparme de convencer a Jess de que tenía que volver a casa "Me alegra escuchar eso. Ahora vayamos al piso de Jess que tenemos que ir a por Miky."

"Te encariñaste rápidamente con el chico, eso sí que no me lo esperaba." Dije, riéndome "Es un gran chico y realmente se preocupa por ella. Además, estuvimos hablando de muchas cosas y me contó cómo era ahora la vida de Jessica. Para tu información, está soltera y no hay nadie que le interese en ese sentido."

Mi sonrisa se amplió y no tardamos mucho más en salir de la habitación del hotel. En cuanto llegamos al edificio en el que vivían y estábamos a un par de puertas del piso de ellos cuando nos fijamos en que Jessica está parada en la puerta y petando, debo suponer que se le olvidaron las llaves. El perro no tardó nada en empezar a gruñir en nuestra dirección y mostrándonos un poco los dientes, lo que hizo a Carla da un paso atrás.

"Wow, calma, chico." Jessica se giró en nuestra dirección, pero no nos miró exactamente, y parecía frustrada, lo que era raro. A lo mejor no se había levantado de buen humor, no tengo la menor idea, solo sé que algo no andaba bien con ella.

"Jessica, ¿eres tú?" Creo que esa es la pregunta más estúpida que podía hacer Carla, porque obviamente era ella, y cuando nos íbamos a acercar un poco para ayudarla, aparece Miky en la puerta que se queda mirando para ella durante un par de segundos. "¿Qué haces aquí parada?" preguntó el chico "Te estuve llamando por diez minutos, pero como siempre decidiste ponerte los puñeteros cascos. ¿Es que no puedes bajarle el volumen?"

"Perdona... solo que me ayuda a pensar." Se disculpó "Haz el favor de coger las llaves del suelo y ayudarme a entrar a casa." Pidió Jess en tono frustrado "¿Vuelves a no ver nada?" preguntó el niño, enderezándose y segundos después, haciendo lo que le había dicho Jessica "¿Te piensas que me gusta estar parada delante de la puerta por amor al arte?" preguntó con ironía. 

En este momento no estaba entendiendo nada. ¿Cómo que no volvía a ver nada? ¿Qué coño era lo que estaba pasando aquí? Miles de preguntas rondaban por mi cabeza y en un momento, Carla me da un empujón para que despeje mis pensamientos y entre en la casa. Una vez dentro, Miky lleva a Jessica hacia el sofá y el perro se acuesta a su lado una vez está sentada.

También empezaron a discutir, y tanto yo como Carla nos mirábamos sin entender nada. Al final, el chico acabó por irse a alguna parte de la casa y Carla no tarda mucho más en seguirlo, mientras tanto yo me quedé allí de pie sin entender nada y ni que podía hacer.

"Siento que tuvieras que ver esto. Creo que es mejor que os vayáis." Dijo Jessica y negué, porque ahora menos que antes lo haría "¿Qué es lo que te pasa Jessica?" pregunté suavemente "Nada. Quiero estar sola... por favor." Pidió "Yo no podría dejarte así Jessica... Nunca podría hacer algo así."

"Pudiste acostumbrarte en estos cuatro años... Yo de echo estoy acostumbrada... asique mejor déjame... Por favor..." dijo y yo me quedé congelado donde estaba. Esta no era la Jessica que yo conocía. Creo que nunca en mi vida había visto así a Jessica. De la nada se levantó y se dirigió hacia la terraza que tenían con el perro detrás de ella y que le rasca la puerta para que la abra y ella lo hace. Pronto la pierdo de vista y me quedó allí plantado dándole mil vueltas a lo que le puede estar pasando a Jessica.

"¿Y Jess?" Es en ese momento que me doy cuenta de que tanto Carla como el niño me están mirando, esté más cerca que Carla y mirando para mí esperando a que le conteste la pregunta. "En la terraza." Contesté, mirando en la dirección en la que había salido hace un rato y el niño se dirigió hacia allí y se quedó un rato mirando en la dirección en la que estaba Jessica.

"Sé que es una estupidez lo que te voy a preguntar, pero ¿te podrías quedar a cuidar a Jessica?" preguntó Carla a mi lado, pero no aparté la mirada de la puerta de la terraza "¿Qué es lo que le pasa?" pregunté mirando por un breve tiempo a mi mejor amiga "No me contó, pero no debe de ser muy bueno. Quiero sacarlo de aquí para que despeje un poco la mente y a ver si le puedo sacar lo que le pasa a Jessica."

"Chicos, no puedo ir. Siento que tuvieras que venir para nada." Dijo el chico apenado una vez volvió a entrar en el piso "De eso nada señorito, tú te vienes conmigo." Dijo Carla con una sonrisa "Pero..." empezó a querer protestar el chico "Santi se encargará de cuidar a Jessica, no te preocupes por ella, estará bien cuidada."

"La cuidaré con mi vida." Aseguré "Está bien... Ah, antes de que se me olvide... No le hagas caso a nada de lo que te diga... Cuando pasa esto se pone de muy mal humor..." informó "Bien, ¿Cómo está ahora?" pregunté, preocupado por el estado de la que había sido mi novia "Está dormida, creo que en esta noche no durmió nada... Las pastillas están en ese armario, seguramente las necesite cuando despierte... Cualquier cosa, llámame por favor." Pidió y asentí "Lo haré, no te preocupes y ve con Carla. Cuídala que es demasiado despistada."

"No lo soy tanto." Intentó defenderse "Claro que lo eres, pero sé que Miky no lo es." Dije, intentando animar al chico, y suerte la mía, ya que logré sacarle una pequeña sonrisa al chico y después de un par de minutos se fueron del piso dejándome con Jessica y el perro. Me dirigí hacia la terraza en la que estaba ella y en cuando llegué, el perro levanta la cabeza y se queda mirando para mi sin mucha confianza y me pongo en el lugar que hace poco ocupaba Miky mirando en la dirección de Jessica.

No sé cuánto tiempo pasa hasta que Jessica se empieza a mover y acaba por abrir los ojos mirando para en frente. Me quedó callado, más que nada porque no la quiero molestar y que su humor empeore. "Pudiste haberte ido con ellos. Te dejé bien claro que quería estar sola." Dijo seriamente "Y yo te dije que no te iba a dejar así."

"Soy lo bastante mayorcita como para saberme cuidar. No necesito niñera." Dijo con frustración evidente en su voz "No estoy aquí para ser tu niñera." Aseguré "Entonces ¿por qué?" preguntó, girándose en mi dirección "Porque eres una persona importante para mí." Admití "No es por mal, pero eso persona se murió hace cuatro años. Yo no soy la misma Jessica a la que recuerdas y no lo volveré a ser."

"Puede ser que no seas la misma Jessica de hace cuatro años, pero yo te a.… te quiero y no pienso dejar que te pase nada." Dije, conteniendo decirle que la amaba. En eso se levantó del sillón y entró en la casa. Al parecer podía ver, por lo que quedé algo más tranquilo en ese aspecto, pero al parecer, estaba de peor humor que antes. Se dirigió al armario en el que Miky me había dicho que estaban las pastillas, cogió dos botes y unas cuantas pastillas de cada uno, y luego se dirigió a la puerta cogiendo sus cosas.

"¿A dónde vas?" pregunté, confuso "A trabajar, no todos tenemos el dinero que tiene tu amiga." Respondió "Pero Miky dijo..." empecé, pero esta negó "Miky no está en casa y yo tengo que ir a trabajar. Ya puedes ir con él y Carla porque no necesito tu ayuda." Respondió "Le prometí que te iba a cuidar, y eso es lo que voy a hacer."

"Pero no es necesario." Dijo con un suspiro al final "Vale, no es necesario, pero entonces me iré a tomar un café a la cafetería en la que trabajas." Respondí, intentando de alguna manera que no se enfade más de lo que estaba en este momento "Cómo quieras, ahora mejor vamos porque no quiero llegar más tarde."

Salimos de la casa y nos fuimos andando hacia su trabajo sin decir ni una sola palabra. Después de diez minutos andando, entró a una cafetería y yo la seguí. Una vez dentro, un señor no muy viejo, estaría sobre los cuarenta, la ve y se acerca a ella con cara de sorpresa. "Jessica, ¿Qué haces aquí?" preguntó un señor, acercándose a donde estaba ella "Hasta donde yo sé trabajo aquí, asique creo que es normal que esté aquí."

"Si, eso ya, pero Miky llamó para decir que no venías, que te volvió la ceguera. De hecho, te iba a ir a revisar más tarde." Dijo este y ella negó "Estoy bien, deja de preocuparte tú también, Eric. Mejor me voy a trabajar, no quiero perder más el tiempo. Y deja de preocuparte, estoy bien." Respondió Jess un poco más brusca de lo normal "Sabes que no es necesario que trabajes. Es mejor que te tomes el día de descanso."

"Ya me lo tomé ayer, por lo que no, no me voy a tomar el día de descanso." Informó y el señor acaba por levantar las manos en el aire "Está bien, como quieras." Dijo y Jessica se fue a saber dónde. El señor negó con la cabeza. Al parecer conocía a Jessica bastante y que sabía hasta donde podía llegar su terquedad, aunque recuerdo que no era tan terca antes. Estaba tan metido en mis pensamientos que no me doy cuenta de que el señor se había quedado allí mirando para mí.

"¿Se te ofrece algo chico?" preguntó luego de unos minutos mirando en la dirección en l que se había ido Jess "¿Qué?" pregunté, pasando a centrar mi mirada en él "Si se te ofrece algo." Preguntó de nuevo "Eh... Bueno, un café estaría bien." Respondí "Ahora te lo traigo. ¿Venías con Jessica?" preguntó y asentí "Nunca te había visto con ella." Apuntó "Es que llegué hace un par de días a Los Ángeles y me la crucé ayer."

"Es raro que recién acaba de conocer a una persona y confíe tanto en ella." Dijo "Realmente nos conocemos de años." Admití "¿Cómo de años?" preguntó, ahora un poco confundido diría yo "La conozco de Italia" dije "Ya decía yo que ese ligero acento y que hiciese las cosas cuando se lo decía en italiano tenían algo que ver."

"¿Es usted italiano?" pregunté sorprendido "Sí, llevo aquí diez años." Contestó "¿Y usted sabe lo que le pasa a Jessica?" pregunté intentando ver si podía descubrir algo más sobre lo que le estaba pasando a Jessica "¿A qué te refieres?" cuestionó, elevando una ceja "Al parecer usted sabe lo de la ceguera."

"Ah, eso. Sí, tiene un tumor, de esos que no te matan. Yo mismo lo descubrí cuando la madre de Miky la trajo a mi consulta hace años." Dijo "¿Qué?" susurré, todo el aire que tenía en los pulmones escapándose al exterior de mi cuerpo "Si, ¿no te lo ha dicho?"

"No... Yo... Yo me acabo de enterar." Dije, aturdido "Pues lo tiene, le propuse operarla yo mismo, pero en cuanto dije lo que costaría la operación se negó. Además, ese tumor lo tenía antes de que ellos la encontraran en la calle."

No me podía creer nada de lo que me estaba diciendo en este momento. ¿Jessica tenía un tumor desde antes de que la encontraran? ¿Desde cuándo lo tenía? ¿Lo tendría antes de que viniese aquí hace cuatro años? "Oye, ¿te encuentras bien? Te pusiste pálido de repente." Dijo, acercándose a mí "Sí, solo... solo que es impactante. Yo no tenía ni la menor idea..."

"Es normal que no lo supieses. Yo mismo me enteré cuando le hicimos los estudios cuando la trajo la madre de Miky. La primera vez se nos escapó ese detalle. Además, Jessica es una chica cerrada. No va contando sus cosas por ahí para que no la vean débil debo suponer." Respondió, encogiéndose de hombros "¿Y no la operaron?" pregunté preocupado "No... no tienen el suficiente dinero para que la operen, y ella prefiere que Miky esté bien antes que ella misma."

"Yo le podría ayudar con eso." Dije rápidamente "No te lo va a aceptar. Yo mismo le ofrecí lo mismo y se negó. Es una mierda que, en aquí, en los Estados Unidos, se tenga que pagar por sanidad, por eso acabé por dejarla." Respondió, negando "Eso se solucionaría si vuelve a Italia."

"Probablemente, la cuestión es convencerla de que vuele allí." Dijo "Encontraré la forma de convencerla, pero esto no puede seguir así." Aseguré "Realmente espero que lo consigas." Admitió.

Estuvimos en silencio durante un rato, yo con lo que me acababa de decir el señor rondando por la cabeza y recordando si la ceguera la tuvo antes de que viniese aquí o cualquier otro síntoma que me pudiera dar una pista, pero no se me venía nada a la cabeza. "¿Sabes? Esa chica me recuerda a una artista que murió hace años. También era italiana."

"¿Jessica Leone?" pregunté con una pequeña sonrisa en mi rostro "Esa, era una gran artista. Una pena que muriese." Respondió, encogiéndose de hombros "Eso mismo pensaba yo." Admití "¿Eras admirador de ella?" preguntó curiosamente "Obviamente, pero para mi suerte, tuve la fortuna de ser su novio." Dije, ahora con una gran sonrisa en mi rostro "¿Conocías a Jessica Leone?"

"Si, la conozco." Respondí "Parecía buena chica." Dijo "Y lo sigue siendo." Aseguré, porque si algo tenía más que claro, es que Jess seguía siendo una buena chica "Pero ella..." empezó, pero pronto dejó de decir lo que sea que iba a decir "Eso mismo pensábamos todos nosotros hasta ayer por mañana." Admití "Non capisco nula. (No entiendo nada)" dijo este "La chica que te recuerda a ella es Jessica Leone."

"No me lo puedo creer... ¿Estás seguro?" preguntó y asentí "Completamente." Aseguré "¿Puedes sentarte en esa mesa y me cuentas como es que esa chica que está siendo camarera en mi local?" preguntó.

Le sonreí al señor y me senté en la mesa que me indicó. Me alegra conocer a alguien que le guste el arte de Jessica, porque realmente era buena, y no lo pienso solo por amarla como lo hago, si no que por qué es cierto. De no ser así, dudo mucho que quisieran exponer su arte en muchas de las galerías que se lo ofrecían. También estuve pensando en todo el tiempo y no sé exactamente cuánto tiempo pasó, pero lo que sí sé, es que de repente tengo un vaso de café en frente mío y que Jessica acaba por sentarse en frente mía.

"¿No deberías estar trabajando?" pregunté con una pequeña sonrisa en mi rostro "Y lo estoy haciendo, pero quiero pedirte disculpas." Dijo "¿A mí? ¿Por qué?" pregunté "Por cómo te hablé hace rato." Respondió "Por eso no debes pedir disculpas." Aseguré "Claro que hace falta, tú no tenías la culpa de lo que me pasó, solo que me pongo de mal humor, eso es todo."

"Puedo entenderlo, pero ¿puedo hacerte una pregunta?" pregunté "No tenías que haberte enterado de eso, solo haz como que no lo sabes." Pidió, con un suspiro al final "Pero lo sé, ese es el problema. Puedo ayudarte Jessica..." dije suavemente "No voy a aceptar tu ayuda, no me moriré por esto."

"Puede ser que no, pero todos los problemas que te acarrean pueden desaparecer." Respondí y ella negó "No tengo el dinero suficiente como para pagar la operación." Contestó mirando hacia otro lado "Si, sí que lo tienes." Confesé "El sueldo de camarera no me da para pagar la operación, te lo aseguro." Dijo riéndose, pero no era una de verdad "Puede ser que no lo tengas, pero..." empecé "¿Pero qué?

"Antes de contarte, ¿mantendrás la mente abierta y no me tomarás por loco?" pregunté y Jessica rodó los ojos "No estoy entendiendo nada Santi." Dijo "Tú solo promételo." Pedí "Está bien, mantendré mi mente abierta." Respondió y miré hacia la salida del café "¿Nos podemos ir? Prefiero contártelo en un sitio más privado." Dije "Mi turno no termina hasta dentro de una hora."

"Pero te puedes ir con él." Dijo el señor, apareciendo de la nada a nuestro lado "Eric, no..." empezó a protestar Jess "No te preocupes, solo te pagaré el tiempo que estuviste trabajando aquí." Dijo elevando las manos y riéndose, como si esta fuese una discusión que tenían a menudo "Eso mismo dijiste la última vez."

"Pero esta vez será en serio. Además, puede ser importante lo que tenga que decirte." Insistió, mirándome por un momento "Está bien... Pero como me pagues de más, te lo devolveré, si es necesario te lo dejo encima de la barra." Dijo, apuntando a este con su dedo "Nunca te quedas con ese dinero que te doy de más igualmente."

"¿De verdad no te importa?" preguntó de nuevo "Claro que no, venga, ve, pero ante me tienes que hacer un favor." Pidió el señor "El que quieras." Respondió esta rápidamente "No te pares a pensar demasiado que es lo que está pasando con este chico, sólo sigue tu corazón." Pidió "¿De qué hablas Eric?" preguntó Jess, frunciendo el ceño "Lo entenderás llegado el momento, Tú solo hazme caso."

La cara que tenía en este momento Jessica era de que no entendía nada, y la entiendo, porque yo de estar en la misma situación que ella no me enteraría de nada de a lo que se refería el señor, pero en parte estaba agradecido de que me ayudase con esto. Salimos de la cafetería y empezamos a andar hacia no sé dónde, solo espero no perderme por la ciudad, porque era lo que menos me convenía la verdad, sobre todo teniendo en cuenta que esta noche tenía concierto, al cual no tenía por qué ir, pero al menos iba a trabajar en este concierto, el último en el que ayudaría a Carla.