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Chapter 11 - 11. NO SÉ DE QUE ME HABLAS

POV JESSICA

Los chicos se habían ido hace un par de minutos y yo me quedé parada en la puerta pensando en todo lo que había pasado este día. Primero me encuentro con ellos que al parecer me conocen de antes, y después de todo este tiempo podría saber cómo era mi vida antes. Pero lo que más me sorprendió, fue con la facilidad y comodidad me sentía con ellos, sobre todo con Santi, no sé, hubo un momento que pensé en que nos besaríamos, cosa que no tenía sentido, o por lo menos para mí.

Debo admitir que desde el primer momento en que lo vi me llamó la atención, y me parecía atractivo. En el fondo, sentía como que algo más nos unía que una amistad de años, pero no tengo ni idea de que era eso que nos unía.

Por otro lado, estaba Carla. Se me hacía raro que conociese a una persona famosa. Yo era una simple camarera con una vida simple, y de la nada que aparezcan dos personas, una de ella la ídola de tu hermano, y que te diga que te conocen... No sé... Todo me hacía sentir confundida.

El dolor de cabeza que había tenido esta mañana empezaba a volver, y más persistente que a la mañana, por lo que no iba a ser una noche demasiado fácil. "¡JESS!" gritó Miky, asustándome "¿Qué?" pregunté "Te quedaste embobada mirando en la dirección en la que se fueron hace ya varios minutos y tengo hambre."

"¿Y no puedes hacerte algo de comer tú? ¿Si eras mayor para quedarte solo en casa, pero no para hacerte algo de comer?" pregunté a pesar de que no dejaría que lo hiciese "Eres tú la que se empeña en tratarme como un niño pequeño, asique me comportaré como tal." rebatió este y rodé los ojos "Está bien enano, vamos a hacer algo para que comas, pero no pienses que no me vas a ayudar."

"Eso ya lo tenía pensado hacer." Entramos en la casa y Wisky no tarda mucho en seguirnos hacia la cocina. Le dije a Miky que cogiese lo que quería cenar, y luego nos pusimos a hacer la cena entre risas, hasta que se puso serio. "¿De verdad ibas a besar a ese chico?" preguntó, y el tenedor que tenía acabó por caérseme de la mano "¿De qué hablas?"

"Oh, vamos. No te hagas la inocente y la que no se enteró de que Santi te iba a besar, porque ambos sabemos que es mentira." dijo "No sé de qué me hablas, Miky." aseguré a pesar de que lo tenía más que claro "Entonces si te vas a hacer la tonta." murmuró "No me estoy haciendo la tonta, realmente no tengo ni idea de lo que me hablas."

"¿De verdad no te diste cuenta de que ese chico siente algo por ti? Es demasiado evidente para que no te dieses ni cuenta Jess, eres demasiado inteligente para no darte cuenta." bufó "Es que realmente no sé de qué me hablas." dije igualmente "Vaya, Carla tenía razón." murmuró, y esta vez fruncí el ceño "¿Razón en qué? ¿De qué hablas, enano?"

"Primera de todo no soy enano, tengo diez años, y segundo, me contó que la primera vez que él se dio cuenta de que sentía algo por ti y tiempo después de eso, tu ni te enteraste de que incluso llegaste a pensar que sentía algo por ella." respondió "Creo que estoy perdida." dije, ahora seriamente "¿Santi no te contó?" preguntó sorprendido "¿Contarme qué?"

"Lo que hay entre vosotros... o por lo menos que había hace cuatro años." murmuró lo último, y ahora estaba todavía más confundido "¿Qué es lo que había entre nosotros?" pregunté con curiosidad "¿Qué?" cuestionó él "Ahora no te hagas tú el tonto." dije, apuntándolo con el dedo "Mira, creo que he abierto demasiado mi boca. No te puedo contar lo que pasó."

"¿Cómo que no me puedes contar? ¿Me vas a dejar con la duda?" pregunté "Lo siento." respondió asintiendo "Eres un mal hermano, ahora me doy cuenta." dije, fingiendo estar molesta con él "No lo soy, sólo que no puedo contártelo. Carla me dijo que eso era algo que él tenía que contarte y pues pensé que era de lo que habías estado hablando, por eso pensé que os ibais a besar."

"Mira, creo que es mejor dejar el temita este de que me iba a besar, porque no era así." respondí "Oh, no me lo puedo creer." dijo, con una gran sonrisa en su rostro "¿Qué te pasa ahora?" pregunté "Querías que te besara." aseguró "¿QUÉ?" grité "No intentes engañarme porque nos conocemos."

"Es que no sé de qué me hablas. Todo esto es nuevo para mí y no tengo ni idea de lo que quiero o tengo que hacer, ¿y ahora me vienes con el cuento de que quería que me besara?" pregunté "Sólo admítelo, yo no te diré nada." respondió riéndose, y sé que tenía razón, en el fondo, quería que Santi me hubiera besado, pero no pasó porque nos vinieron a interrumpir, y tampoco estoy segura de que el me quisiese besar.

"Mejor deja de decir estupideces y centrémonos en hacer la cena." respondí, pasando a centrar mi atención en la cena "Está bien, digo estupideces, pero sé que querías que te besara, de eso no hay duda." respondió "Son ideas tuyas, pero no pienso hablar del tema más."

Estuvimos un par de minutos en silencio, pero luego volvió a ser todo risas y acabó por contarme lo emocionado por el día de mañana, ya que iba a pasar el día con la persona que más adoraba se podía decir.

Sobre las diez lo mandé a que se fuera a dormir, y a pesar de que me costó convencerlo, acabó por aceptar. Mientras tanto, yo me quedé fregando los platos y luego me fui a la terraza para pensar en todo. Por más que me mataba en intentar recordar algo, no era capaz de recordar nada.

"Esto es una puta mierda... ¿Por qué sencillamente no me podré acordar de nada?" pregunté a nadie en concreto. Esa noche no fui capaz de dormir nada, y para colmo tenía un gran dolor de cabeza que prácticamente no me dejaba pensar. Cuando Miky se despertó apareció en la terraza, se sentó a mi lado y miraba como las calles se empezaban a llenar de coches.

"¿Vuelves a no poder dormir?" preguntó Miky en la puerta del balcón "No es nada Miky, estoy bien." aseguré a pesar de que tenía bastante dolor de cabeza "No es lo que parece si te soy sincero." respondió "No debes preocuparte por mí, en serio."

"Siempre lo haré." En ese momento me dio como un intenso calambre en la cabeza, lo que hizo que llevara la mano a ella y lo que hizo que Miky se enterase de que me dolía la cabeza. "¿Te sigue doliendo la cabeza?" preguntó en tono preocupado "No es nada, Miky." aseguré "Siempre dices lo mismo, ¿pero recuerdas lo que te dijo el médico la última vez?"

"No es nada de eso." respondí, a pesar de que estoy completamente segura de que tenía algo que ver "Eso es lo que dices siempre, pero después resulta que te desmayas de la nada. El médico dijo que te tomases las cosas con calma, el golpe que llevaste hace cuatro años fue demasiado fuerte. Casi te mueres por eso y para colmo te tienes que operar para que te saquen esa mierda."

"Primera de todo, no me morí, segunda, no me puedo tomar las cosas con calma porque te tengo que cuidar, y como ya te dije mil veces, no tenemos el dinero suficiente como para que me operen. No es nada, esto no me acabará matando, lo dejaron bien claro los médicos." dije "ES QUE NO PUEDES PENSAR ASÍ. SI NO TENEMOS EL DINERO SUFICIENTE PARA QUE TE OPEREN TE DIJE QUE TE PUEDO AYUDAR CON LOS GASTO." gritó y bufé, pasando a centrar mi mirada en la calle "Eres un niño de diez años, nadie te contrataría."

"ESO ME DA EXACTAMENTE IGUAL, PERO LAS COSAS NO PUEDEN SEGUIR ASÍ JESSICA. ESA COSA CADA VEZ CRECE MÁS Y CADA VEZ TE PASAN MÁS COSAS. RECUERDA LO QUE DIJO EL MÉDICO LA ÚLTIMA VEZ QUE FUISTE. ERIC TE LO DIJO TAMBIÉN." siguió gritando "Lo recuerdo muy bien, pero eso no me dice nada. Yo me encuentro bien." insistí.

"Eso no es lo que lleva pasando desde hace un par de semanas, porque me doy cuenta a pesar de que intentas que no me dé cuenta. A veces se nota que te duele demasiado como para que lo disimules." respondió sin gritar, pero todavía enfadado "Miky..." empecé "Miky, mierda Jessica. No te estás cuidando lo suficiente y no quiero que te pase nada."

"Y no me va a pasar nada..." intenté convencerlo "Igual dijiste la última vez y no te ingresaron de milagro." bufó "¿Podemos dejar de esto?" pedí, cansada de hablar de esto "Como siempre, no quieres que se hable del tema, pero empiezo a estar harto de esto Jessica. Esto no puede seguir así."

Con eso, Miky salió de la terraza y escuché como cerraba de un portazo la puerta de su habitación, por lo que supe que estaba enfadado. No quería que se enfadase, y que mucho menos se preocupase por mí. Puede ser que la mierda que tenía en la cabeza ya fuera de por vida, pero eso no me iba a impedir vivir mi vida.

Me levanté en este mismo momento del sillón que teníamos en el balcón y entré en el piso para empezar a hacer el desayuno, pero luego me fijé en que Wisky estaba en la puerta esperando a que lo sacáramos a fuera, por lo que acabé de hacer el desayuno, lo metí en el microondas y cogí la correa para sacarlo.

"MIKY, SALGO CON WISKY. NO TARDARÉ." Oí un ruido que me confirmó que se había enterado de lo que le había dicho y salí por la puerta, asegurándome en cerrar la puerta. Fuimos andando por el parque y una vez llegados allí, lo solté y dejé que corriera un rato, mientras yo me sentaba en un banco y no lo perdía de vista. Pasada media hora lo llamé para llevarlo de nuevo a casa y una vez delante de la puerta del piso, se me fue la vista y para mala suerte, las llaves se cayeron al suelo. El día no podía empezar peor de lo que ya había empezado.

"MIKY, ABRE LA PUERTA." grité frustrada y petando en la puerta para que me abriese, pero estoy casi segura de que estaba con los cascos puestos y no se enteraría de nada. Seguí petando por un par de minutos hasta que escuché unos pasos que venían en nuestra dirección e inmediatamente Wisky se puso a gruñir para que no se acercasen. Miky lo había entrenado hace un par de años para que no nos pudiesen hacer nada los extraños que se nos acercaran, Miky lo hizo desde el momento en el que empecé con las cegueras temporales.

"Wow, calma, chico." dijo la voz de Carla no muy lejos de donde estaba. Esto no me podía estar pasando en este momento. Ellos no podían estar aquí, no en este momento que no veía una puta mierda. "Vamos Wisky, cálmate." pedí "Jessica, ¿Qué haces fuera de casa?" preguntó Santi "Eso es lo de menos..."

"Jessica, ¿eres tú?" En ese momento justo se abre la puerta y supongo que aparece Miky por la puerta. En momentos como este se agudizaban el resto de mis sentidos y sabía que se había quedado mirando para Carla y Santi.

"¿Qué haces aquí parada?" preguntó, probablemente su mirada clavada en la mía "Te estuve llamando por diez minutos, pero como siempre, decidiste ponerte los puñeteros cascos. ¿Es que no puedes bajarle el volumen?" pregunté un poco molesta "Perdona... solo que me ayuda a pensar."

"Haz el favor de coger las llaves del suelo y ayudarme a entrar a casa." pedí, extendiendo mi brazo en la dirección en la que venía su voz "¿Vuelves a no ver nada?" preguntó a pesar de que no tenía que responder a la pregunta "¿Te piensas que me gusta estar parada delante de la puerta por amor al arte?"

Miky me cogió de la mano y me ayudó a entrar en el piso. Me llevó hasta el sofá e hizo que me sentase. También pude escuchar como entraban tanto Carla como Santi y Wisky no tardó nada en acostarse a mi lado en el sofá y gruñendo por lo bajo para que no se acercaran a mí, no sé si por suerte o por desgracia él sabía cuándo no veía nada, supongo que era porque me paraba y me cagaba en todo.

"¿Qué pasa aquí?" Ignore la pregunta que hizo Carla, porque realmente en este momento no estaba de humor como para hablar, y no quería pagarla con nadie, ellos no se lo merecían. "Miky, tienes el desayuno en el microondas, no hagas esperar a los chicos más tiempo." dije, intentando ubicarme en el piso "¿Y dejarte aquí sola? Ni de coña." protestó "Voy a estar bien, dentro de un rato volverá y me iré a trabajar."

"No voy a dejar que vayas a trabajar así." dijo "Tengo que trabajar." informé, rodando los ojos "No, llamaré ya mismo a Eric y le diré que no vas a ir a trabajar." respondió y negué, odiando la terquedad de Miky "No me puedo permitir faltar más días, Miky." contesté "Eric lo entenderá mejor que nadie, más tarde podrá venir a revistarte también, asique te vas a quedar en casa."

"Como quieras, pero ve a desayunar y vete con ellos." dije "No te voy a dejar sola Jessica." discutió "Claro que lo vas a hacer. Me voy a ir para mi habitación y no pienso salir de allí si es lo que te preocupa, asique sí, te vas a ir con ellos." respondí, apuntando en la dirección en la que suponía que debían estar ellos "Pero..."

"Pero nada... vamos que tienen cosas más importantes que hacer que estar esperándote." sentencié "Nosotros tenemos todo el tiempo del mundo." dijo Carla, no muy lejos de donde estábamos "Ella tiene razón chicos, es mejor que os vayáis, me quedaré con ella." dijo Miky, probablemente mirando en la dirección de ellos, pero si algo no iba a permitir que hiciese, era que se quedase en casa y se perdiese la oportunidad de pasar tiempo con su ídolo "No, no te quedarás."

"MIERDA JESSICA, SIEMPRE HACES IGUAL." gritó desesperado "A mí no me grites... soy lo bastante mayorcita como para saberme cuidar yo sola. Además, eres pequeño y tienes que disfrutar de la vida, asique te vas a ir y no se hable más." espeté.

Ya ni se molestó en contestar, salió corriendo a su habitación y se encerró en la habitación como había hecho hace un par de horas. "Mejor voy a ver cómo está Miky." Y con eso, Carla no tardó en seguir a Miky. Al menos me alegro de que tenga a alguien aparte de mí, porque en este mismo momento no sirvo para nada. Esto es una puta mierda, cada vez odio más esto, pero tampoco me quedaba más remedio que aguantar, tenía que hacerlo por Miky y para que tuviese todo lo que necesitaba.