𝟮𝟬𝟮𝟮.
𝗠𝗲́𝗿𝗶𝗱𝗮
Otro defecto de los superhéroes… Es que como cualquier ser humano, pueden morir. Y hace tres años, muchos de esos héroes murieron, algunos se retiraron, otros cambiaron de dimensión y otros simplemente cambiaron. Y luego está Mike Colins. Que aún estando en la mejor parte de su vida, decidió retirarse.
Y aquí es donde resalta la humanidad de un superhéroe. Mike y su pareja terminaron hace más de un año y medio. Y bueno, el ha estado sufriendo desde entonces, siendo el tercer mejor héroe que Eclipse ha tenido, decidió renunciar, creyó que necesitaba un tiempo para estar solo. Subió de peso, se dejó crecer la barba y el cabello, pareciendo a veces un completo indigente.
Todas las noches va a un bar de la ciudad, donde se embriaga hasta perder el conocimiento, llorándole a esa chica. Zoe Wilson. ¿Cómo lo sé? Porqué he estado en cada uno de esos días, apoyándolo y escuchándolo desahogarse. Es lo que se hace por un buen amigo.
—¿Aquí otra vez?— me preguntó Hiro, mientras se sentaba en una silla frente a mi. Nos encontrábamos nuevamente en aquel bar. El chico ya estaba cansado de ver como Mike se tiraba tanto por una chica. —¿Por qué seguimos haciendo esto? Es ridículo, ha estado así ya más de un año. Es exagerado.— se quejó.
—Es nuestro amigo, Hiro. El haría lo mismo por ti. Además, estos días lo he notado distinto, más feliz, diferente simplemente. Y si, te cité aquí por que el dijo que sería una noche especial.— proteste molesta.
La actitud positiva de Hiro respecto al tema de Mike se había ido hace mucho tiempo, al igual que la de todos, las primeras semanas estábamos todos aquí. Luna, Alejandra, Kiet, Fenzy, Marinette, Alya e Hiro, pero pasados los meses cada uno dejó de venir a apoyar a Mike. Primero fueron Luna y Alejandra, que no sólo decidieron dejar de venir al bar, decidieron dejar la vida de superhéroe, a diferencia de los fallecidos durante la guerra del 2019 ellas si conservaron sus poderes.
Kiet, Fenzy y Alya fueron los siguientes, pasados los cinco meses de venir al bar, ya no se presentaron. Y al final Hiro y Marinette, dejaron de venir hace tres meses, hasta que solo quedé yo. Adrien nunca se presentó, ya que tuvo problemas con Mike cuando renunció a Eclipse. Al final y durante más de cuatro meses, he sido yo la que ha estado aquí, ayudándolo, escuchándolo, apoyándolo.
Hasta hace un par de semanas he notado a Mike diferente, se ducha seguido, cosa que no hacía antes, su playlist cambió poco a poco, de canciones tristes a algunas más felices y activas. Como si estuviera volviendo a la vida poco a poco. Hoy nuevamente nos citó a todos, diciendo que sería una noche especial. Pero soy la única que llegué, y de no ser por que obligué a Hiro, el tampoco hubiera venido.
—Desde que Zoe lo dejó todas las noches son "Especiales" para él. Por eso todos dejamos de venir, el ya está perdido.— siguió quejándose.
—Pero sigue siendo nuestro amigo, insisto en que lo he notado diferente éste tiempo, está mejorando y gracias a mi. Que he estado aquí siempre con él. Tal vez necesitaba que todos sus amigos lo apoyaran de verdad y tuvieran fé en que se recuperaría. Pero no fue así, ¿Verdad?— pregunté sarcástica y un tanto molesta.
Giré y vi a lo lejos a Mike que estaba saludando a un hombre haciendo un tipo de brindis, se había hecho amigo de los hombres y mujeres alcohólicas que iban ahí. Algunos tenían historias bastante trágicas con motivo de bebida, al igual que Mike. También conoció personas que mejoraron y que ahora sólo se reúnen para divertirse y no para llorar. Soltó una risa y empezó a caminar con dirección a nosotros.
—¿Por qué sigues haciendo esto?— Escuché a Hiro preguntarme. Lo miré.
—Porqué es mi amigo, no sólo yo lo he escuchado, el también me ha escuchado a mi y me apoyó cuando Harry murió, cuando todos murieron, él estuvo ahí apoyándonos. Y ustedes le dieron la espalda cuando los necesitaba. Se lo que se siente perder a alguien. Por eso lo ayudo.— le expliqué sin dejar de mirarlo.
—¿Te gusta entonces? Es eso. Esperas a que esté mejor para poder tener algo con el.— no sabía que responder a eso, estar con Mike todas las noches durante casi dos años había sido una experiencia de paciencia, superación y dolor que agradecía haber vivido con el.
Como le dije a Hiro, Mike había llorado, se había quejado, se había desahogado conmigo. Y un día simplemente me preguntó por mi, ahí fue donde empecé yo a hablar también, a desahogarme, a llorar, a quejarme y como yo había estado ahí, Mike también estuvo para mi. Escuchándome, apoyándome, había noches en las que no bebíamos, en lugar de eso comíamos helado, viendo malas películas de romance, hasta que me di cuenta de que lo había drenado todo, estaba bien.
Faltaba que Mike estuviera bien y estas últimas semanas lo he notado completamente diferente, es otra persona. Tal vez, solo tal vez, creo que me enamoré de eso. Sin importar su apariencia robusta, su barba larga y cabello descuidado. Ambos nos ayudamos a reparar nuestros corazones, levantando las piezas y encontrando nuevas que no habíamos descubierto.
—¡Hiro Hamada!— escuchamos ambos, me sacó de mis pensamientos. Hiro se levantó de su asiento, Mike lo abrazó. —¡Tanto tiempo sin verte!— de separó.
—Hola Mike, ¿Cómo van las cosas?— preguntó Hiro, fingiendo una sonrisa.
—Muy bien, ya muy bien. ¡Que bueno que pudiste venir!— gritó emocionado.
—Si, lamento no haber estado aquí últimamente, en Eclipse hay mucho trabajo aburrido, ya sabes, desde hace tres años ya no hay misiones importantes.— explicó Hiro.
—Claro, Mérida me ha hablado de eso, es una pena. ¡Pero pudiste venir!— vio las demás sillas y que no había nadie sentado en ellas, solo Hiro y yo. —Bueno, creo que los demás también tienen muchas cosas que hacer, así que bueno. Daré la noticia.— dijo poniendo su vaso en la mesa.
—¿Una noticia?— pregunté confusa, había dicho que la noche era especial, no tenía idea de que sería por alguna noticia.
—Exacto.— confirmó, Hiro y yo lo miramos confundidos. —No se si esto se deba decir o si debería guardármelo para mi únicamente, pero… ¡El ciclo está cerrado!— gritó emocionado.
—¿Hablas de tu ciclo con Zoe?— preguntó Hiro.
—Exacto, se acabó. Hace un mes decidí cerrarlo y ponerme aprueba, decir su nombre, pensar en ella. Ya no hay dolor, estoy bien completamente. Es por eso que celebraremos está noche.— volvió a tomar su vaso, sonreí y tomé el mío. Hiro tomó uno que había en la mesa. —Por ese ciclo cerrado al fin.— dijo levantando su vaso, Hiro y yo chocamos nuestros vasos con el de él. Después lo bebimos de golpe. —¡Lo logré!— gritó emocionado.
—¡Lo logramos!— grité corrigiéndolo. Me miró y asintió.
—¡Lo logramos!— gritamos él y yo al mismo tiempo. Hiro nos miraba sorprendido. —Así que por favor, yo invito.— nos dijo para después servirnos más alcohol.
—No creo que pueda beber hoy— dijo Hiro desalentado.
—Oh vamos, solo una— incitó Mike.
—Vamos, esto es un logro. Es algo que se merece celebrar.— incité también.
—Está bien, solo una.— accedió con una sonrisa. Tomó el vaso y juntos bebimos.
—Es hora de bailar, ¿Me concederías ésta pieza?— me preguntó Mike, extendiéndome su mano. La tomé.
Ésta noche si era especial. Mike había cerrado su ciclo y era algo que se merecía celebrar. Mientras sonaba "𝗧𝘂𝗿𝗻 𝗔𝗿𝗼𝘂𝗻𝗱" de CONOR MAYNARD corrimos emocionados a la pista de baile y a los segundos empezamos a saltar y bailar entre risas.