FALCOR, con el mismo tono autoritario pregunta al REY FEBO si ellos ¿son amigos o enemigos?
Este gesto, al rey le molesta.
TOIRE e INKU toman la palabra.
Se disculpan por el tono, pero, no darán información si ellos tampoco la dan.
EL REY piensa que es una pérdida de tiempo, deben irse.
Comienzan a darse la vuelta cuando INKU dice que, a grandes rasgos, solo dirá que, vienen a derrocar al dirigente de esta dimensión.
Todos los tritones detienen su avance, se giran a verlos.
FEBO dice que de ser cierto eso, van por el mismo camino, ellos van para allá.
TOIRE les pide que los guíen hasta allá.
Les piden que esperen a que unan los dos últimos árboles cortados.
EL REY, tras verlos un poco, se dan cuenta de que se trata de un grupo interesante, es curioso que todos porten armas poderosas y que las mujeres que los acompañan, también son fuertes, él detecta que, la energía que percibió proviene de KEKI.
El REY, declara que, va en busca de su hija, la bruja del mar la tiene y va en su rescate.
Varios tritones irán jalando la balsa con cuerdas improvisadas para avanzar con rapidez.
Al cabo de unas horas, se han acercado a la montaña con la forma de cabeza de león a la orilla de las tierras que albergan la gruta de la bruja.
El REY, les dice que deberán abandonar la balsa, la única entrada que ellos conocen, es debajo del agua, por los pasadizos.
Todos, bajan de la balsa, cada uno de ellos, es agarrado por un tritón de la mano, ellos les ayudarán a avanzar.
Debajo del agua, los tritones los van guiando por unos pasadizos hechos por el roce de las aguas, en algunos de los lugares en que hay pequeños huecos libres de agua, el equipo los aprovecha para respirar ya que, son aberturas profundas y largas de transitar.
Al cabo de un rato, llegan al centro de la gruta de la caverna de OCEANÍA, justo donde MARINA había estado hace algunas horas.
De inmediato, la voz del REY FEBO retumba en las paredes de la gruta.
El rey gritó el nombre de OCEANÍA.
Hay coraje en su voz, le exija que aparezca ante él.
Luego de un breve silencio, se escucha una leve carcajada con singular burla.
Un riachuelo sale del suelo de la gruta, conforme se va juntando, se va formando un cuerpo a la imagen de OCEANÍA.
Con voz seductora, OCEANÍA dice a FEBO.
¿a qué debo el placer de esta visita?
La forma de agua, se ha convertido en OCEANÍA.
La figura se comienza a erguir, pueden ver que se trata de una mujer bellísima, el tono de su piel y su ropa atrevida que deja poco a la imaginación.
Ella se expresa a FEBO como su "querido REY FEBO", dice estar halagada por su presencia por primera vez en siglos.
FEBO concretamente explica que no es por gusto el que se haya obligado a venir.
Esto molesta un poco a OCEANÍA. Ella dice: no haz perdido tu crueldad "cariño".
OCEANÍA se dirige hacia un trono de roca que surge del suelo de la caverna.
El grupo de amigos de KEKI, todos, se han soltado de los tritones y han avanzado nadando hacia la orilla.
FEBO con aire autoritario, pide a OCEANÍA que, deje de jugar, sabe bien a qué ha venido.
Le dice tajante que le devuelva a su hija.
El rostro de OCEANÍA se llena de ira, se muerde un labio, sangrándose un poco mientras cruza las piernas.
El grupo ha llegado a la orilla bajo la mirada inquisitiva de la mujer, salen del agua.
OCEANÍA los observa con más atención, ella se fija en las armas que todos portan, el rictus de aquella mujer se torna oscuro, no puede estar equivocada, ella conoce esas armas.
FEBO reclama su atención.
Reclama recuperar a su hija.
Molesta, OCEANÍA pregunta ¿por qué cree que ella la tiene?
¿acaso no la ha encerrado en una jaula de cristal llamada palacio?
¿no ha sido un buen padre cuidando de su hija?
Esto causa la ira de FEBO, la tensión de ambos, es exasperante, como una bomba a punto de explotar.
OCEANÍA, reclama a FEBO que es más fácil culpar a otros de sus errores. ¡qué buen REY!
FEBO, enojado, elevándose con ayuda del agua, dentro de un remolino ascendente, se ve amenazante.
Él, grita a OCEANÍA amenazándola con la guerra si se niega.
OCEANÍA llena de cólera le grita a FEBO: ¡MARINA es más mía que tuya, además, tú me la negaste primero!
Buen REY, ja, mentiroso.
Maldita sea tu lengua que engatusó mis oídos por creer en un buen futuro.
¡Maldito seas, FEBO!
Ambos se quedan callados por un momento.
Sólo el general de los tritones sabe de lo que hablan, todos los demás, quedan con dudas.
Ni si quiera te preguntas, ¿por qué MARINA está aquí?
¿por qué volvió a ella por su propia voluntad?
FEBO la amenaza de manera violenta con su apariencia dentro del remolino violento de agua.
OCEANÍA se burla de él, luego de carcajearse un momento, ella respira hondo y vuelve a su tranquilidad.
OCEANÍA declara que, en aquellos tiempos, ese desplante de fuerza, la habría derretido totalmente, pero, él está en su casa, en sus dominios y fuera de su alcance.
El REY FEBO, dice que eso se acabó, ella y sus dominios, él no ha venido solo, han venido a terminar con su vida.
OCEANÍA, con gesto de fastidio, dice a FEBO que, deje de coqueteos.
Ya terminó con él. OCEANÍA voltea a ver al grupo que, está un poco más cerca de ella, a unos 15 metros.
OCEANÍA, centran do su atención en ellos, les pregunta tajante sobre el origen de sus armas.
El tono fue amenazante.
INKU piensa que, si nombran a CHONT-SU, el nombre tenga algún peso en aquella mujer.
TOIRE está de acuerdo, ellos hacen saber que esas armas fueron dadas a ellos por CHONT-SU.
OCEANÍA llena de ira, se levanta de su asiento.
Los llama mentirosos, CHONT-SU jamás les daría sus preciadas armas a extraños.
Nadie conoce mejor que ella a su hermano CHONT-SU.
Todos se sorprenden.
Aunque, tal energía es la que ella desprende que, no debe ser mentira.
INKU declara que, CHONT-SU fue asesinado por 2 de sus hermanos, (el rostro de OCEANÍA se ensombrece, refleja un poco de dolor).
FEBO le exige devolver a su hija.
OCEANÍA con seriedad dice a FEBO: No te la devolveré.
FEBO reclama el que haya mentido sobre su hija.
OCEANÍA, cansada de hablar con él.
Le dice tajante: Nunca dije que no estaba aquí… no soy como tú.
Tras un breve silencio, en que OCEANÍA tiene la mirada baja al frente, por fín, habla, con voz iracunda, casi entre dientes: ya veo… ¡ahora… todos fuera!
Ella despide un aire tormentoso y torbellinos de agua tan potentes que rompen el techo de la gruta y lanza a todos por los aires sacando a todos los intrusos de su castillo.
OCEANÍA se queda ahí, sola, apretando la mandíbula, aguantando para no llorar, las lágrimas (de color rojo quemado) la traicionan.
Sorprendida, toca sus mejillas, sintiendo la humedad de sus ojos.
De pronto, mientras se rinde a las ganas de llorar, recuerda al equipo de personas que portaban las armas de su hermano.
En este recuerdo, detecta a KEKI, puede ver que es la viva imagen de AMELIA.
OCEANÍA, se siente devastada, sin duda, ella fue la causa principal por la cual, su hermano murió.
En verdad, OCEANÍA no sabe si debe odiarla o compadecerla, tendrá un destino cruel.
MARINA entra en la gruta, observa a OCEANÍA, sentada en su trono, llorando, enternecida, se presura a ir al lado de la REINA, MARINA se hinca ante OCEANÍA, ella abraza la cintura de la REINA y OCEANÍA se agacha a ella abrazándola también con fuerza.
OCEANÍA tiene el corazón destrozado.
Ella piensa: siempre tan previsor CHONT-SU y tan tonto también.
fin de capitulo 111