La habitación de CHONT-SU ha sido terminada, fue arreglada como era hace 1,000 años. Renovaron cada parte, incluso los cuadros de las paredes.
Las señoras avisan a CHONT-SU del trabajo terminado.
ÉL, se encuentra con AMELIA en el jardín, observa de cerca cómo ella ayuda a una de las sirvientas a tender unas sábanas en los hilos mientras platica con ella.
Le causa alegría comunicar a AMELIA que, su habitación está lista, AMELIA, emocionada, le pide que vayan justo ahora.
Ambos, de la mano caminan con un poco de prisa hacia aquella habitación.
Al entrar, abre las puertas de par en par, es una enorme habitación, mucho más grande que la habitación designada a KEKI.
Las grandes ventanas han sido abiertas y las cortinas corridas, solo las cortinas de velo están abajo, ondeando por el viento que entra suavemente.
La cama es enorme, con barrotes que levantan el espacio para las cortinas que la rodean.
Cada parte de las decoraciones de los labrados en las cornisas se notan en detalle.
AMELIA entra lentamente, con un aire de nostalgia, casi llorando susurra: mi hogar. CHONT-SU se apresura a abrazarla.
Puede ver que ella llora de alegría, AMELIA dice a CHONT-SU: me marché por mucho tiempo.
CHONT-SU, la mira cuidadosamente.
AMELIA toma el rostro de CHONT-SU y lo besa.
Pide en voz baja: tráeme a mi hogar.
Lo besa de nuevo de manera un poco más efusiva, CHONT-SU la carga en brazos mientras la besa, a ciegas, se dirige hacia su cama.
Caen por una orilla, ambos voltean a ver el lugar, al ver que casi caen al suelo, ríen, AMELIA, besando a un lado de su boca, dice a CHONT-SU que no se distraiga.
Se pierden en un beso, recostados en la cama, quitando algunas de sus prendas de ropa un poco apresurados, agitados, con ilusión.
Horas después, estando en su cama, nuevamente se entregan a su pasión, haciendo el amor una vez más.
Cansados, sudorosos, agitados, contentos, sin separarse en la unión carnal, recostados de lado, ella cae en un profundo sueño casi al instante de terminar su lucha.
Cierran sus ojos.
Recostada en el regazo de él.
El cuerpo de ella, es rodeado por un aura azul por un instante.
En la cocina, llega la señora a pedir al cocinero que prepare una comida para los amos, ya que no es seguro que bajen a cenar, han estado en su habitación desde la mañana.
INKU, escucha esto con enojo, se siente acorralado.
En la habitación, entra la señora, disculpándose antes de entrar cerca de la cama, las cortinas han sido corridas, se puede ver desde dentro un poco, desde fuera no se ve.
Hay una pequeña abertura hecha por los pies de ellos.
Parece que están dormidos.
La mujer deja la charola en la mesita frente a la cama, se retira en silencio.
CHONT-SU no está dormido, abre los ojos, está en silencio, pensativo.
Por la noche, están abrazados, platicando recostados en su cama.
Ella recuesta su cabeza en el pecho de él.
Están desnudos, apenas y cubiertos por una sábana.
Con melancolía, AMELIA, dice a CHONT-SU: El alma que vive conmigo, se ha ido llenando de tristeza.
CHONT-SU la mira, ella voltea a verlo, dice con voz baja: ¿Recuerdas que este cuerpo no es mío, cierto?
Estamos robando su inocencia, algún día tendré que devolverlo...
CHONT-SU, conmovido y afligido, atina a abrazarla y besa su frente, dejando la cabeza de ella nuevamente en el pecho de él, acariciando el cabello de ella.
Quedan en silencio.
Ella cierra sus ojos, la mirada de él, refleja culpa.
Por la mañana, OKE va a buscar a AMELIA a la habitación ya que CHONT-SU la espera en el salón.
Ella, se levanta de buen ánimo y se apresuran a darse un baño, pide a OKE que traiga un vestido verde, ella sale del baño y OKE va al armario de la habitación de KEKI ya que, todavía no mudan todo lo suyo a la habitación del amo.
Regresa con un hermoso vestido de poco vuelo.
La ayuda a arreglarse peinando su cabello.
Al salir, es INKU quien la espera, ha sido difícil para él, vivir en esta situación.
Si antes fue difícil, quizá ahora sea imposible.
La acompaña todo el camino, al llegar al salón, encuentra a CHONT-SU esperando cerca de la entrada.
Está vestido con un traje blanco, con túnica corta.
También ve a varias personas con instrumentos musicales.
Los hombres, comienzan a tocar una melodía alegre y bonita.
El gran salón fue arreglado también, entra mucha luz por los cristales del techo.
Ha sido llenado de flores en los pilares.
CHONT-SU llega hasta ella, le ofrece su mano para invitarla a bailar.
Con alegría, AMELIA toma la mano de CHONT-SU y se disponen a bailar.
INKU observa, luego de un rato, llega OKE, tomando su lugar a un lado de la entrada.
Es algo extraño, INKU jamás vió tan feliz y tan llena de amor a KEKI, ni si quiera con TOIRE, no es ella, no puede ser ella.
Sin embargo, todo lo que ve, se siente tan sincero, esto que ve, no es una actitud controlada.
Es como, si fuera otra persona de verdad, de pronto, se exalta un poco, nota algo.
Ella, nuevamente trae el prendedor de flor en el cabello.
Entre algunas de las vueltas, la pareja aprovecha para darse un pequeño beso.
Luego de una hora, deciden ir al comedor, todos los sirvientes que estaban se quedaron un poco a bailar, con excepción de los encargados del comedor.
Por la tarde, CHONT-SU Y AMELIA salieron fuera del castillo en una carreta.
Van al poblado cercano, los acompañan OKE E INKU.
Van por diversas tiendas comprando algunos utensilios para la cocina y telas, ella hará pañoletas de uso diario, le gusta bordar.
También compra algunas cosas para los sirvientes.
Regresan por la noche al castillo.
Una de las señoras prepara el baño, la tina es muy grande.
Sale de la habitación, entran AMELIA Y CHONT-SU, se disponen a descansar, al día siguiente desempacarán.
Ella entra al baño y descubre la tina lista, le alegra, ha de haber sido REBECA.
AMELIA pide a CHONT-SU que se bañe con ella.
Él le sonríe y se dirige al baño.
Estando en el baño, platican mientras CHONT-SU talla su espalda y ella le canta.
Ella talla el cuerpo de CHONT-SU mientras platican y ella juega con la espuma en la naríz de él.
CHONT-SU le sonríe.
fin de capitulo 102