Pero el desierto, no esta tan desierto, conforme se han ido adentrando hay ciertos animales que se dibujan ligeramente bajo las arenas acechando, a cierta distancia para no hacerse notar.
Esperando, pacientemente a que se adentren en su dominio, donde no hay retorno.
La travesía, el calor, cansancio y deshidratación los ha azotado.
Caminan casi por inercia, cabizbajos, llenos de arena de las veces que se han caído y esta se les ha quedado pegada por el sudor.
En un momento, NAIFU se hunde en la arena, INKU, que iba cuidando la retaguardia, lo nota y los que van detrás de ella.
Todos se han puesto alerta, esperando poder ver a NAIFU, detectarla para poder ayudarla.
En un instante, OKE, WAPURO Y ESU se hunden también.
Todos corrieron hacia alguna de ellas para tratar de alcanzarlas, pero fue en vano.
Se presenta un gran temblor bajo tierra, debajo de la arena se escucha un ruido algo estruendoso, como un rugido que hace temblar la arena, la tierra debajo de ellos se va elevando y deslizando como el agua entre las formas del enorme monstruo que está emergiendo.
Su tamaño es colosal, una bestia de unos 8 metros de alto, que posee tentáculos, en algunos de ellos tiene atrapadas a NAIFU, OKE, WAPURO Y ESU.
La boca es redonda, grande, con colmillos afilados alrededor de 4 hileras hacia adentro, saca mucha baba o cosa viscosa de mal olor.
A pesar de que todo el grupo ha tratado de escapar de la bestia, el cansancio ralentiza sus movimientos.
Incluso el peso de la espada es mucho pedir.
Atrapa a TOIRE y UISUKII que, preparaba una bomba cuando fue atrapado.
La bestia va por KEKI que, al no poder saltar debido a la arena, decide deslizarse debajo de la bestia para llegar al cuerpo del animal que aun está pegado a la arena.
KEKI se aferra a su espada y trepa por el cuerpo del monstruo mientras el animal se ha distraído cazando a los demás.
Pero, la bestia es muy lista, no ha dejado de atacar a KEKI.
Finalmente logra atraparla con uno de los tentáculos, la envuelve y la mete a su boca.
Todos los demás se preocupan, con tantas filas de dientes, es imposible que haya salido ilesa.
Todos desesperadamente tratan de soltarse.
INKU, salta sobre el centro del lomo del monstruo que, parece no tener ojos, ni naríz, solo tiene la boca.
INKU trata de enterrar su pincel en aquella bestia, pero, posee una piel muy gruesa, no tiene éxito.
KIRO que, posee mucha destreza con la espada es quien le ha podido provocar algunas laceraciones en los tentáculos, por la forma de emplear su espada.
Sigue atacando al animal con perseverancia a pesar de sentirse sofocado por el esfuerzo, esto lo hace para ganar tiempo llamando su atención, no desea que lastime a nadie mas.
Han estado cerca de su muerte en varias ocasiones, no es nuevo para ellos, pero, esta vez, no ven la salida.
No han podido dañar al monstruo y, se ha tragado a KEKI, ya no tienen fuerza y están muy cansados.
El poder de WAPURO para convertirlo en piedra, solo ha podido dañar parte de su tentáculo debido a la debilidad de WAPURO.
La bestia ruge con fiereza y comienza a retorcerse con brusquedad, cosa que hace que la bestia suelte a algunos de ellos en el proceso y apriete a otros.
Se escucha una gran explosión dentro del monstruo, seguida de otras de la misma magnitud.
Todos son arrojados por la fuerza de la explosión, cayendo sobre la arena cubiertos del líquido viscoso proveniente de las entrañas del animal.
Todos voltean a ver los restos del animal algo contrariados, entre los restos más cercanos a la explosión se encuentra KEKI.
Todos cubiertos de la sustancia de olor fétido, no hay donde lavarse, tendrán que aguantar el olor que casi los hace vomitar.
Pero, eso no es nada comparado con la alegría de haber salido todos con vida.
Unos a otros se abrazarían, pero, al estar cerca, por la cosa que los cubre, prefieren no hacerlo.
Es peligroso quedarse ahí.
Tal vez otras bestias vengan a devorar los restos de la bestia. Conforme avanzan, se dan cuenta de que, aquél líquido viscoso, aunque apesta, repele el calor del desierto y eso les ayuda a avanzar mas rápido sin deshidratarse.
Han estado racionando el agua, sin embargo, ya casi se les ha terminado, las raciones de comida solo les durará 2 días más.
El camino es como una piscina llena de tiburones, hay animales debajo de las arenas que los siguen por el olor, a distancia, otros se alejan de ellos con temor, creyendo que se trata de bestias colosales.
Los animales astutos se aseguran del tamaño de su presa y se lanzan a atacarlos.
El grupo se mantiene alerta y en formación para detectar si falta alguno de ellos.
Todos reciben a las bestias con magia y con la espada.
Al cabo de 3 días después, logran salir del desierto.
El clima ha ido cambiando con la aparición de pequeños rastros de vegetación y la tierra va cambiando de arenoso a rocoso.
Tras unas montañas menores, se alcanza a ver una gran montaña que se nota hueca en su interior, es más bien, como una muralla que rodea algo en su interior.
En la parte interna de aquella montaña, atravesando unas cavernas, se encuentra el castillo de AISU.
A la falda de la montaña, hay una fisura, que, es la entrada a las cavernas para llegar a la ciudad sagrada de NANEKI.
Las noticias siempre tienen alas como dice una vieja frase, ciertamente, en el castillo de AISU, la noticia de este nuevo grupo, ha llegado.
Con ella, una nueva imposición.
FIN DE CAPITULO 52