NEMU se ve sola con su madre, en aquella que fuera su habitación en el castillo, ella tiene la edad de 8 años, como cuando su madre murió.
La imagen las sitúa en el jardín del castillo.
NEMU está recostada en el regazo de su madre que, esta como sentada sobre el pasto, en el jardín del palacio.
NAINARI acaricia el cabello de NEMU, quien le dice con voz suave: mi pequeña hija, deseo que no me reproches la ofrenda que dejé en ti.
Tu cuerpo nació con la gracia de ser un envase para guardar un poder considerable y especial.
Esto te permitió seguir a mi lado, siendo mi pequeña hija.
NAINARI besa la frente de NEMU, quien, abre los ojos, con la mirada baja.
Escucha las palabras de su madre: Ama a tu padre, que fue mi gran roca, mi castillo.
Por favor, ama a tu hermana tanto como te amo a ti... NEMU voltea a ver a su madre que toca su rostro.
NEMU mira los ojos de su madre que irradian luz y amor, aunque, dejan ver su nostalgia.
Su madre le pide que lucha al lado de la luz... es la única manera que hay para terminar con la oscuridad del mundo... te amo hija.
Se le salen las lágrimas a la niña.
Ella se abraza a su madre con mucho dolor.
NAINARI le pide que no llore de tristeza, que llore de alegría al saber que su madre la amó mucho.
La niña sigue abrazada a su madre escondiendo su rostro en las piernas de NAINARI.
NAIFU está en otro lugar, es un campo de flores, está sola con su madre sentada junto a ella.
NAIFU está sentada con sus brazos abrazando sus piernas, mira de reojo a su madre.
Tiene su edad actual.
NAINARI le habla con voz suave: mi preciosa chiquita preciosa (la abraza), poco a poco NAIFU va soltando su cuerpo y termina abrazando a su madre.
NAIFU suelta el llanto.
Su madre le habla: tu fortaleza ha hecho de ti la mujer que eres ahora, tan hermosa y fuerte, segura de ti misma... hija... tienes una tarea importante por delante, deberás ayudar a tu padre y hermana, deben ayudar a la luz a cumplir con el deseo de la paz.
Ama a tu padre y a tu hermana tanto como yo te amo NAIFU...te amo hija.
NAIFU llora y voltea a ver a su madre que, va desapareciendo poco a poco.
En la mirada de NAIFU hay mucho dolor y el llanto va haciéndose más severo, tirada, en medio de aquel campo de flores, su desesperación va menguando poco a poco, con el recuerdo de su madre en mente.
KIRO recuerda el momento en que ella se despide de el abrazando a sus hijas, rodeado de oscuridad, desaparece el mal, desaparecen sus hijas, solo el y ella están ahí.
NAINARI, se ve tan hermosa como cuando fue el último día en que la vió.
En este espacio tiempo. KIRO: NAINARI (se le salen las lágrimas) yo te amo tanto... ella lo abraza.
NAINARI: KIRO, mi amado KIRO, fui tan felíz a tu lado que no tengo asuntos pendientes en este mundo (el no le suelta la mano) ... NAINARI quiere forzar una sonrisa, desvía su mirada por un momento, un arranque de tristeza la invade, las lágrimas la traicionan.
Al poco rato, ella habla: sabes que debo volver allá arriba, mi alma vaga temporalmente mientras NEMU porte mi luz, por favor, cuida de nuestras pequeñas que, se han convertido en hermosas mujeres gracias a ti.
KIRO derrama lágrimas.
NAINARI besa a KIRO en la boca, quedando sus rostros muy cerca.
Le habla: y... cuando veas a la luz de frente, por favor... (se le quiebra la voz) dile que la amo y que ha sido mi cruz no tenerla a mi lado, ellos... no dejaron que fuera así... sabes que... tuve que dejarla para que viviera, si no... (se le quiebra la voz) la matarían... NAINARI llora abrazada a KIRO quien la consuela.
NAINARI habla en el hombro de su esposo: ella es la luz que salvará a este mundo por medio de su descendencia, yo estaré con ella en su batalla, aunque no me puedan ver... KIRO, (NAINARI con su rostro frente al de KIRO) deseo que haya paz en tu alma, al fin he tenido paz en la mía y sé que volverás a mí algún día, (ambos limpian las lágrimas del otro) mientras, vive lo más feliz que puedas y nunca olvides lo mucho que te amo.
NEMU, NAIFU Y KIRO despiertan llorando.
FIN DE CAPITULO 43