Cuando ya han acabado de comer, todos comienzan a levantar el campamento.
ESU aún está sentada, ella los mira con un poco de miedo.
Ella desea irse de allí, pero, siente que quizá no tenga un lugar a donde ir.
Su quietud llama la atención de INKU, quien estaba desarmando la hoguera.
INKU le dice que para él, también ha sido algo nuevo estar rodeado de personas, sin embargo, desde hacía mucho tiempo no se sentía bien consigo mismo y todo eso es derivado de la compañía con ellos.
Quienes no lo han juzgado ni mucho menos le han reprochado alguna vez la ayuda que le dieron en su momento.
ESU mira conmovida a INKU.
El, emboza una pequeña sonrisa.
Desde la carreta, esa sonrisa fue vista por OKE quien se entristece un poco, tanto por lo que aquella chica tuvo que pasar, como por el hecho de que INKU sienta algún aprecio por ella.
OKE nunca ha sido egoísta, pero, siente la necesidad de serlo.
Ella debe regresar a la hoguera por la olla y los platos, mas, no quiere.
De alguna manera se siente incómoda.
Lo menos que quiere es que se le salga hacer un mal gesto o algún mal comportamiento.
Mientras se acerca, sus pasos dudan, a lo lejos, por atrás de INKU, ESU la puede ver, la mira con curiosidad.
OKE ve los hermosos ojos de ESU, que reflejan mucha inocencia.
OKE siente presión, siente que sus manos podrían temblar si agarra los platos para echarlos a la olla.
Se detiene, esto, llama la atención de TOIRE.
El cuál se acerca a OKE, le toca el hombro, ella se sabe sorprendida.
TOIRE comienza a recoger los platos y los pone dentro de la olla, también los vasos.
OKE baja la mirada, tiene sentimientos encontrados... de alguna manera le duele ver a INKU siendo cortés con ESU.
INKU pregunta a TOIRE por OKE, OKE se da la vuelta, está muy sonrojada como para que INKU la mira, ella camina hacia la carreta, TOIRE la mira, le dice a INKU que ella está acomodando otras cosas.
A INKU le pareció raro, ella cuando dice que se ocupará de algo, por lo regular lo hace.
ESU mira a INKU, ella entendió que OKE no quiso que la viera sonrojada y por esto no fue, INKU ni cuenta se dio.
TOIRE llega a la carreta con la olla, se la da a OKE, ella sigue sonrojada con la mirada triste.
TOIRE le dice que INKU es muy amable, mas con quien necesita cuidados.
No debe sentir celos.
OKE abre los ojos de par en par y lo mira.
Ella asegura no sentir celos... es solo que... ya no dice nada.
TOIRE le sonríe, el irá a la cueva junto a KEKI para bajar las pertenencias que dejaron en la cueva.
ESU, se aproxima a INKU con cautela.
Ella le ayuda a recoger las tablas que el usó para hacer la estufa de leña.
INKU le agradece, deberán llevarlas consigo, ya que es hierba nueva y la que está por aquí, es más seca.
Todavía se puede usar una vez más.
Los dos se aproximan a la carreta a llevar la leña.
Al sentirlos justo en un lado.
OKE se apresura a irse, INKU la detiene agarrando su mano.
Ella no quiere voltear, el cree que ella está molesta por algo, le dice que contaba con su ayuda en la hoguera.
OKE le contesta que hay otras cosas por hacer... se hace un breve silencio.
Aún sostiene su mano.
Al ver que ella no voltea su rostro, INKU suelta su mano, le dice que es cierto, hay cosas más importantes que hacer que recoger una simple hoguera.
OKE se avergüenza, también se molesta y le contesta, volteando a verlo que hay que recoger las cosas de la cueva.
INKU la ve sonrojada, como si hubiera contenido el aire, esto lo sorprende y conmueve.
OKE al darse cuenta de que fue vista por INKU, hace gesto de berrinche y se va hacia la cueva.
INKU la ve alejarse, se da cuenta de la sensación de su mano al tocar a OKE, INKU, mira su mano.
ESU poniendo las tablas dentro de la carreta, le dice que es una linda chica.
INKU, algo perturbado, no dice nada, se dedica a colocar las tablas en un área que no estorbe.
A ESU le pareció algo tierno, después de todo, si se dio cuenta de la actitud de la chica.
Dentro de la cueva, TOIRE está en la entrada, mira a KEKI, ella está guardando algunas cosas dentro de la mochila de TOIRE.
En el camino hacia ella.
TOIRE encuentra una flor en la pared de la caverna.
Tiene forma de estrella, mide unos diez centímetros, y destacan sus pétalos carnosos blancos cubiertos de pelusa de color blanco.
En su centro hay varios centros pequeños como flores blancas de núcleo amarillo.
FIN DE CAPITULO 22