Arso volvió al grupo, aunque al contrario que Niviro, no mostraba una sonrisa reluciente, la actitud de Dariel mostro claro, lo mucho que apreciaba este regalo, por lo que los presentes podían mas o menos, entender que ocultaba la seria cara del Titan.
El siguiente fue el anciano Heleolo, su paso fue lento y tardo un poco en llegar.
La pequeña Hidra parecía recordarle y como su padre intento comérselo, pues al verlo mas cerca, comenzó a cantar mas alto y lo miraba explícitamente.
Dariel la cogió y la mantuvo en sus brazos, pero no hizo nada para calmarla.
- Este es mi regalo, Emperador de la vida - Sin preámbulos, saco la caja, en su interior una tunica ceremonial, en ella se podía ver el símbolo de la Teocracia, sobre un fondo blanco, a su alrededor varios cristales violetas. No hacia falta saber que estos cristales no eran normales, si no, los mismos para mantener alejados a los animales.
Debajo de la túnica una chaqueta, esta tenia una marca diferente, según Heleolo, es de la academia militar, pero con los cristales también.
Esta sesión de regalos se noto tensa, no hubo palabras superfluas, solo lo justo, pero como personas inteligentes, notaron ciertos matices.
El siguiente fue Rosefield, el mantuvo una sonrisa constante, pero no hacia falta mucho para saber que era la mascara de un empresario.
- Emperador de la vida, mi regalo no es material, mas o menos, te daré la propiedad de una pequeña empresa mercantil, estoy seguro de que aun no le explicaron su situación en todo detalle, pero apreciara este regalo entonces - Dicho esto y dejando una extraña expresión en Dariel, Rosefield volvió al grupo.
Brunilda fue la siguiente, con una suave reverencia.
- Santo emperador, mi regalo será a futuro, le fabricare una corbeta personal, también en unos días, realizaremos una reunión para empezar su hogar en la Capital y los factores estéticos a tu insignia personal -
- Gracias, esperare la reunión con ansias - Dariel quería tener una casa propia, si pudiera ser, lejos de toda esta parafernalia elitista.
Brunilda asintió y se fue tras una pequeña reverencia.
- Bien, bien, bien, ahora nos toca a las hermanas darte unos regalos-
- También te daremos unos consejos complicados, espero que nos escuches con mucha atención y que no te dejes influenciar por las emociones - Selena y Denetria hablaron, pero lo ultimo dejo a Dariel bastante preocupado.
- Primero que nada, antes que los regalos, te explicare un poco tu situación, algo que Rosefield ya comenzó a hablar - Dariel asintió.
- Lo primero que nada, tu economía será cosa tuya, los Emperadores tenemos que ser autosuficientes, claro que no te dejaremos morir de hambre, pero tendrás que obtener tus propio dinero para tus necesidades y deseos, como Sanctus, la Teocracia te ayudara un poco mas, pero bajo nuestra potestad, hemos reducido su ayuda al mínimo - Sin dinero... Fue una sorpresa para el joven, pero entendió el regalo de Rosefield, aunque era un negocio pequeño, era una fuente de ingresos.
- También te preguntaras, ¿ por que, una academia militar y no clases privadas, si queremos mantenerte oculto? La razón es sencilla y algo que agradecerás, nosotras impusimos tu participación en la academia, como Emperador, vivirás mucho, mucho tiempo, pero los años de juventud son los mismos para todos, perdértelos seria triste, es una experiencia única y queremos que los vivas - Con una mirada confusa, Dariel asintió.
En este momento no comprendía la necesidad de vivir estos días de "juventud".
- La ultima sugerencia y espero que reflexiones sobre esta, sobre todo, contén tu furia - Las palabras de Dentria se volvieron cautelosas, pero había una mirada de tristeza y cariño.
- No vivas con tu familia... - Antes de que terminasen estas palabras, las marcas se iluminaron con fuerza, los animales miraron a Denetria con furia y renuencia a la vez.
Ella miro a Dariel con mas calidez y Selena, fue con el, dándole un abrazo cálido.
- Debes entender que nosotros no somos como ellos, somos una especie diferente, demasiado longevos, aun siquiera, tras mas de cuarenta mil años desde la primera Emperatriz, no hemos encontrado el final de nuestra vida útil, ella sigue igual, el tiempo no ha hecho ninguna mella en ella, vivimos mucho, mucho mas que nuestras familias biológicas... Que nuestros amigos y amantes... Incluso la naturaleza parece tenernos miedo o darnos consuelo, volviéndonos infértiles, somos muy longevos... - Denetria sonreía triste.
- Hermanito Dariel, aun no comprendes lo que es encontrar tu casa vacía, cuando solo cien años antes, estaba toda tu familia. Esas paredes que antes te traían calor, ahora solo reflejan el frio de la soledad, todos experimentamos este sentimiento y intentamos avisar, sin éxito, a los nuevos miembros de nuestra familia. Muchos de nosotros incluso destruimos el planeta donde vivíamos, en un ataque de ira e impotencia. No hay nada que duela mas, que los recuerdos de aquellos que perdimos - Selena seguía con su abrazo, pero sus ojos dejaron caer lagrimas doradas con brillo propio.
El calor de estas lagrimas, calmaron la furia de Dariel, el entendía esta sensación de soledad, el había pasado solo durante años, sabiendo que su familia lo vendió, lo entrego con una sonrisa, todo el tiempo que fingía dormir.
Los presentes permanecieron en absoluto silencio, a excepción de las lagrimas de la empática Laura, ella permaneció abrazando el brazo de Oswald.
La mayoría ya tenia claro que tenían vidas útiles muy largas, no tanto como los Emperadores, pero ya fueron criados, con la sapiencia de que perderían a muchos amigos, familiares y amantes. Pero también tenían muchos familiares a su lado, con la misma cantidad de vida, donde los acompañarían durante todo su trayecto, incluso amantes que vivirían miles de años juntos.